A un año del acuerdo UE-Turquía, los migrantes y solicitantes de asilo pagan un alto precio con su salud

A un año de la firma del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, Médicos Sin Fronteras publica un informe que expone el costo humano de las fallas de las políticas europeas en Grecia y los Balcanes.

A un año de la firma del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, Médicos Sin Fronteras publica un informe que expone el costo humano de las fallas de las políticas europeas en Grecia y los Balcanes. 
 
MSF llama a la Unión Europea y sus líderes a cambiar radicalmente su enfoque sobre la migración, y pide asegurar un fin al sufrimiento innecesario de las miles de personas atrapadas a causa de las consecuencias del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía.  El Consejo Europeo declaró que el acuerdo, que compensa a Turquía por "detener la afluencia" de migrantes y refugiados y aceptar a quienes son forzosamente devueltos desde las costas de Grecia, ofrecería a los migrantes "una alternativa a la opción de tener que arriesgar sus vidas". 
 
Un año después, hombres, mujeres y niños se encuentran atrapados en zonas inseguras fuera de Europa, incapaces de huir, forzados a usar rutas más peligrosas a manos de los traficantes para llegar hasta el continente, o se encuentran atrapados en “centros de tránsito” en las islas griegas.

 

“El acuerdo está teniendo un impacto directo en la salud de nuestros pacientes, y muchos se encuentran más vulnerables,” afirma Jayne Grimes, psicóloga de MSF en Samos. “Estas personas han huido de una violencia extrema, de la tortura y de la guerra, y han sobrevivido viajes extremadamente peligrosos. Hoy, su ansiedad y depresión se agrava a causa de la falta de información sobre su estatus legal y por sus pobres condiciones de vida. Están perdiendo cualquier esperanza de encontrar un futuro mejor y más seguro del que huyeron. Frecuentemente me encuentro con personas que se automutilan o que están contemplando el suicidio.”
 
De acuerdo con el informe “A un año del acuerdo UE-Turquía: desafiando los datos alternativos de la UE”, los psicólogos de MSF en Lesbos vieron un incremento de más del doble en la cantidad de pacientes que padecen ansiedad y depresión; y un incremento del triple en los pacientes con estrés postraumático. Los síntomas de psicosis también aumentaron. Todo esto coincide con el hecho de que nuestros equipos cada vez ven más pacientes con trauma severo, más casos de lesiones autoinfligidas e intentos de suicidio. Entre las casi 300 consultas de salud mental que han realizado en Samos, en los últimos meses los equipos de MSF han sido testigos de un deterioro similar y de un incremento en los casos de lesiones autoinfligidas e intentos de suicidio.
 
“Los líderes de Europa siguen creyendo que al construir muros y alejar a quienes siguen intentando cruzarlos, podrán disuadir a otros de huir por sus vidas”, declara Aurelie Ponthieu, asesora Humanitaria sobre Desplazamiento de MSF.
 
A lo largo de la ruta de los Balcanes en Serbia y Hungría, los equipos de MSF han sido testigos de un incremento en la cantidad de pacientes que reportan algún trauma que está relacionado con la violencia que han experimentado desde el cierre de la ruta de los Balcanes, pocos días antes de la firma del acuerdo entre Turquía y la Unión Europea.
 
“Todos los días atendemos las heridas, tanto físicas como psicológicas, infligidas por estas políticas de disuasión. Dichas medidas han demostrado ser no sólo inhumanas e inaceptables, sino también totalmente ineficaces,” concluye Ponthieu.
 
MSF decidió renunciar los fondos públicos de la Unión Europea (UE) y sus Estados miembros como parte de su oposición al acuerdo entre la UE y Turquía. Reiteramos que el total respeto hacia el derecho de solicitar asilo, la apertura de alternativas seguras y legales para el tránsito de personas, el reasentamiento, la reubicación; las visas humanitarias, de reunificación familiar, de trabajo y de estudio, son la única solución humana para terminar con las muertes y el sufrimiento en las fronteras europeas, en tierra y en el mar.
 

MSF en Grecia y Serbia

 
En Grecia, MSF proporciona ayuda médica y humanitaria a solicitantes de asilo y migrantes desde 1996. En 2015, lanzamos una respuesta de emergencia cuando miles de personas comenzaron a llegar diariamente a las islas de Grecia desde Turquía, con el objetivo de cruzar la ruta de los Balcanes para llegar al norte de Europa. Los equipos de MSF actualmente trabajan en más de 20 lugares a lo largo de Grecia, enfocándose principalmente en proporcionar atención en salud mental, servicios de salud sexual y reproductiva, y tratamiento para pacientes con enfermedades crónicas.
 
En 2016, los equipos médicos de MSF en Grecia realizaron 72,740 consultas; entre las que se incluyen 8,207 consultas psicológicas, 3,195 consultas de salud sexual y reproductiva, y 61,338 consultas de salud primaria, fisioterapia, tratamiento para enfermedades crónicas y más.
 
MSF trabaja en Serbia desde finales de 2014, proporcionando atención médica y en salud mental, instalando refugios y servicios de agua y saneamiento en los lugares que utilizan las personas para entrar y salir del país, al igual que en Belgrado, la capital del país. Desde principios de 2016, nuestros equipos gestionan una clínica y tienen una clínica móvil en Belgrado para proporcionar atención médica general y atención en salud mental. Durante 2016, los equipos de MSF distribuyeron artículos esenciales de primera necesidad e hicieron cabildeo para que las personas vulnerables atrapadas en Serbia tengan un mayor acceso a la atención médica,  a protección y refugios adecuados.
 
Puedes leer el informe completo aquí.
 
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