Burkina Faso: prestar asistencia médica en una región azotada por la violencia

Mobile clinic in villages around Titao

Mujeres y niños llenando sus bidones de agua potable en un pozo recién rehabilitado en la ciudad de Titao. Burkina Faso, febrero de 2021.

NOELIE SAWADOGO/MSF

La región norte de Burkina Faso acoge a más de 100,000 personas internamente desplazadas que han huido de la violencia recurrente en esta parte del país.Desde enero de 2021, Médicos Sin Fronteras (MSF) envía equipos móviles que ofrecen asistencia médica a los desplazados de las aldeas de Sirfou, Todiame, Rounga y Ouindigui, donde el acceso a la atención médica y otros servicios básicos es muy limitado.  

No nos queda nada desde que huimos del conflicto”, dice Zallé Ramata, una mujer desplazada que vive en el pueblo de Sirfou. “Ni siquiera tenemos dinero para pagar el tratamiento”. 

Zallé llevó a dos de sus hijos para que recibieran asistencia médica gratuita de los equipos de MSF que visitan regularmente Sirfou desde enero de 2021. 

No se sentían bien”, dice Zallé. “Se pasaron la noche vomitando hasta que amaneció” 

Estas clínicas móviles complementan los servicios médicos de MSF en la ciudad de Titao, para ofrecer asistencia sanitaria gratuita en una zona donde se han asentado miles de personas desplazadas que huyen de un ciclo de violencia que durante años ha enfrentado a grupos armados con el ejército, así como los enfrentamientos intercomunitarios.  

De los 23 centros de salud del distrito de Titao, 15 no funcionan a pleno rendimiento y otros tres han cerrado debido al conflicto. Sumado a la dificultad de desplazamiento por las largas distancias, la inseguridad y la falta de medios de transporte, la situación hace casi imposible el acceso a los servicios sanitarios básicos den el distrito de Titao. Nuestros equipos móviles también visitan regularmente los pueblos vecinos de Sirfou, Todiame, Rounga y Ouindigui. 

“Estos pueblos están situados a varios kilómetros del centro de salud más cercano”, explica Monique Diarra, enfermera de MSF. “En Sirfou, por ejemplo, donde estamos hoy, el centro de salud más cercano está a siete kilómetros. La mayoría de las personas desplazadas no tienen medios de transporte ni dinero para llegar”. 

Nuestro principal objetivo es proporcionar servicios de salud tanto a los desplazados como a las comunidades de acogida que no tienen acceso a ellos y que ya han sufrido mucho a causa de la violencia generalizada”, añade.  

Cada semana, un equipo de MSF compuesto por cinco personas recorre varias decenas de kilómetros para llegar a estos poblados, a menudo por carreteras en muy mal estado. El viaje es relativamente más fácil en la estación seca, pero se vuelve más largo y difícil cuando empiezan a caer las lluvias. La inseguridad crónica de la región se suma a las dificultades de los desplazamientos del equipo; han tenido que pasar meses para que las condiciones permitan a nuestros equipos salir de la ciudad de Titao y llegar a estas aldeas de la periferia. 

Prestamos servicios de atención médica que incluyen el tratamiento de enfermedades comunes como la malaria, diarrea y las infecciones respiratorias”, menciona Diarra. “Recientemente, hemos empezado a ofrecer tratamiento para enfermedades crónicas y apoyo a la salud mental”.  

Entre enero y marzo de 2021, MSF realizó más de 1,600 consultas médicas a comunidades de acogida y desplazados en una zona donde viven unas 15,000 personas. A finales de 2020, muchos desplazados que se habían instalado en Titao decidieron volver a su zona de origen, pero los centros de salud locales siguen cerrados. Ante la proximidad de la temporada de lluvias, y por lo tanto del pico de casos de malaria, nuestros equipos están preocupados por el probable aumento de las necesidades de la población en una zona remota con pocos servicios disponibles. El riesgo de un brote de malaria es mayor porque los mosquitos se reproducen en el agua estancada. 

“Nuestra base de trabajo en Titao es una solución a corto plazo que pusimos en marcha este año para responder a las necesidades de las personas recientemente desplazadas”, afirma el Dr. Diallo Alpha Amadou, coordinador médico de MSF en Burkina Faso. 

Los equipos de MSF también prestan apoyo a cinco centros de salud del distrito de Titao para ayudarles a recuperar su plena capacidad de trabajo, como solución más a largo plazo. “Cuando estos centros de salud estén listos para admitir pacientes de nuevo, trasladaremos nuestras clínicas móviles hacia otros poblados”, dice el Dr. Alpha. 

Los equipos de MSF también apoyan a las autoridades sanitarias locales con campañas de vacunación masiva contra enfermedades comunes entre la población desplazada
Nuestros equipos logísticos rehabilitan los antiguos pozos o construyen unos nuevos para aumentar el acceso al agua potable. Con las oleadas de personas desplazadas, las precarias condiciones de vida y la escasez de agua potable, las enfermedades pueden propagarse fácilmente.  

"Recibimos a muchos pacientes que sufren enfermedades que contrajeron por beber agua contaminada o sucia. En muchas zonas de la región del Norte, al igual que en otras zonas del país donde se asentaron los desplazados, el acceso al agua potable sigue siendo un problema para miles de personas”, afirma el Dr. Alpha. “La falta de puntos de acceso al agua y su mala calidad, son las causas de diferentes infecciones parasitarias y otras enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera y la diarrea.” 

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