MSF deja el legado de un hospital comunitario en el estado de Nilo Blanco, Sudán

Desde el año 2013, el estado sudanés de Nilo Blanco ha acogido a decenas de miles de personas refugiadas que huyen de la situación de conflicto imperante en el estado sursudanés de Alto Nilo. Durante los últimos siete años, la organización médica internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) ha prestado atención médica a las personas refugiadas y a las comunidades locales. Este mes, los equipos de MSF harán el traspaso de sus actividades médicas en el estado de Nilo Blanco, incluido el hospital de Al-Kashafa, al Ministerio de Salud sudanés.
Poco después de que unas 30.000 personas refugiadas de Sudán del Sur llegaran al estado de Nilo Blanco en 2013, MSF lanzó una respuesta de emergencia que implicó organizar la prestación de atención sanitaria general y el suministro de agua potable a las personas refugiadas y construir letrinas en el asentamiento conocido como Kilo 10.
A medida que aumentaba el número de personas que cruzaban la frontera desde Sudán del Sur escapando del conflicto, más eran los asentamientos que se iban instalando en la región. MSF amplió su asistencia a las comunidades de personas refugiadas y de acogida organizando clínicas que ofrecían atención sanitaria general y vacunando a decenas de miles de niños contra el sarampión y otras enfermedades. Los equipos llevaron a cabo actividades de promoción de la salud y los ingenieros de MSF suministraron agua potable y construyeron letrinas.
En 2016, MSF y el Ministerio de Salud mejoraron un centro de salud en el asentamiento de Al-Kashafa y lo convirtieron en un hospital, y en 2019 inauguraron un hospital de 100 camas de reciente construcción en el asentamiento. Sus servicios incluyen atención sanitaria general y especializada, tratamiento de la desnutrición, asistencia por maternidad y tratamiento de personas con enfermedades infecciosas crónicas como el VIH y la tuberculosis. En la actualidad, acuden pacientes al hospital desde los pueblos cercanos y desde los nueve campos de personas refugiadas sursudanesas de la zona.
«La gente se queda en sus casas, no tienen cómo ganar dinero», afirma Zakina Adam Ali, supervisora de nutrición de MSF. «En consecuencia, los niños se enferman mucho». Esto hace que nuestro centro hospitalario de nutrición terapéutica esté lleno de niños. Recibimos entre 45 y 50 cada semana, y hasta 150 niños al mes. Esto puede dificultar las cosas. Me entristece cuando veo a un bebé que sufre mucho, pero me alegra mucho cuando un bebé que me traen mejora y regresa a casa en buen estado físico».
Con anterioridad, la comunidad local tenía poco acceso a la atención médica. El hospital Al-Kashafa de MSF se ha convertido en el principal hospital para derivaciones para las comunidades de refugiados y de acogida que viven en las localidades de Al-Salam y Al-Jebelin, en el estado de Nilo Blanco.
En la actualidad, el hospital atiende a la mayoría de las personas refugiadas sursudanesas (unas 270.000 personas) que viven en el estado de Nilo Blanco, según el ACNUR, y a unas 450.000 personas de las comunidades locales, que representan casi la mitad de las consultas; la mayoría de estas personas son procedentes de la localidad de El-Salam, la más cercana al hospital.

«Mis hijos Daoud, Al Hadi y Hammouda nacieron antes de que abriera el hospital de MSF», afirma Zahra, oriunda de un pueblo cercano. «Estoy embarazada otra vez y mi futuro hijo, al que vamos a llamar Ahmed, nacerá aquí en el hospital. Antes sufríamos, sin el hospital de MSF, pero ahora podemos tener atención continua, desde el primer día de embarazo hasta que nace el bebé. Los médicos llevan un control de tu estado. Te hacen revisiones periódicas y, si tienes una deficiencia sanguínea, te dan medicamentos para contrarrestarla».
En los últimos siete años, los equipos de MSF han realizado cerca de 500.000 consultas externas e ingresado a más de 20.000 personas en el hospital para que reciban tratamiento. Más de 8.000 menores de cinco años con desnutrición han recibido tratamiento en el centro hospitalario de nutrición terapéutica y casi 5.000 mujeres han dado a luz en la unidad de maternidad. El personal de MSF ha vacunado a más de 25.000 menores para protegerlos de enfermedades infantiles comunes. El personal de salud mental de MSF ha realizado más de 6.000 consultas por salud mental y los promotores de salud han ofrecido más de 10.000 sesiones de promoción de la salud.
«El gran éxito en Al-Kashafa ha sido la construcción del nuevo hospital, que permitió mejorar la atención de pacientes hospitalizados y externos», dice el coordinador de proyectos de MSF, Kennedy Olela, que trabajó por primera vez para MSF en Al-Kashafa en 2016-17.
«Durante los años 2016 y 2017, comenzamos a recibir cada vez más pacientes y el espacio y los servicios se vieron cada vez más limitados», asevera Olela. «He vuelto este año y me llenó de orgullo ver los cambios en la prestación de atención médica en el hospital, y sus estrictas normas de higiene. Podemos ofrecer una atención de calidad a los pacientes sin preocuparnos por las condiciones climáticas, que pueden interferir en la prevención y el control de las infecciones. El nivel de atención ha mejorado notablemente, y ahora más pacientes pueden acceder a una atención cómoda en un muy buen entorno».
Este mes, MSF hará el traspaso de sus actividades médicas en el estado de Nilo Blanco, incluido el hospital de Al-Kashafa, al Ministerio de Salud sudanés. En la ceremonia de traspaso, celebrada el 15 de diciembre, Claudia Stephan, representante de MSF en Sudán, declaró: «Hemos podido salvar muchas vidas y prestar asistencia médica tanto a las personas refugiadas como a las comunidades de acogida. Hemos reducido la carga que suponen las enfermedades y hemos mejorado el acceso de la población a una atención médica de calidad en el estado de Nilo Blanco. Esto lo hemos logrado trabajando mano a mano con el Ministerio de Salud, la Comisión de Refugiados, la Comisión de Asuntos Humanitarios, así como con otros socios, con el objetivo común de responder a las emergencias médicas y humanitarias».
Aunque MSF esté poniendo fin a su apoyo médico en la zona, la prestación de servicios continuará gracias a las autoridades sanitarias sudanesas y a otros socios nacionales e internacionales.
«Nuestros equipos siguen comprometidos con la causa y continuarán proporcionando asistencia esencial para salvar vidas a la población sudanesa», dijo Stephan. «Nos adaptamos continuamente para ocuparnos de las necesidades humanitarias y sanitarias más acuciantes de forma imparcial y de la mejor manera posible. Confiamos en que nuestros socios garantizarán la continuidad de este exitoso proyecto y asignarán los recursos y el personal sanitario necesarios».
Como organización médica de emergencias, las acciones de MSF se rigen por la ética médica y los principios de neutralidad, independencia e imparcialidad. La asistencia se ofrece en función de las necesidades médicas, independientemente de raza, religión, sexo o afiliación política.
MSF ha estado trabajando en Sudán desde el año 1978 y actualmente está a cargo de proyectos en Jartum, Gedaref, Nilo Azul, Darfur Oriental, Darfur Central, Darfur Occidental, Darfur Meridional y Kassala, con equipos de emergencias que activan respuestas en otras zonas según las necesidades.

Desde el 2013, el estado  de Nilo Blanco, Sudán, ha acogido a decenas de miles de personas refugiadas que huyen de la situación de conflicto imperante en el estado de Alto Nilo, Sudán del Sur. Durante los últimos siete años, la organización médica internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) ha brindado atención médica a las personas refugiadas y a las comunidades locales. Este mes, los equipos de MSF harán el traspaso de sus actividades médicas en el estado de Nilo Blanco, incluyendo el hospital de Al-Kashafa, al Ministerio de Salud sudanés.
 
Poco después de que unas 30,000 personas refugiadas de Sudán del Sur llegaran al estado de Nilo Blanco en 2013, MSF lanzó una respuesta de emergencia que implicó organizar la prestación de atención sanitaria general y el suministro de agua potable a las personas refugiadas y construir letrinas en el asentamiento conocido como Kilo 10.  
 
A medida que aumentaba el número de personas que cruzaban la frontera desde Sudán del Sur escapando del conflicto, más eran los asentamientos que se iban instalando en la región. MSF amplió su asistencia a las comunidades de personas refugiadas y de acogida organizando clínicas que ofrecían atención sanitaria general y vacunando a decenas de miles de niños y niñas contra el sarampión y otras enfermedades. Los equipos realizaron actividades de promoción de la salud, suministraron agua potable y construyeron letrinas.   
 
En 2016, MSF y el Ministerio de Salud mejoraron un centro de salud en el asentamiento de Al-Kashafa y lo convirtieron en un hospital, y en 2019 inauguraron un hospital de 100 camas de reciente construcción en el asentamiento. Sus servicios incluyen atención sanitaria general y especializada, tratamiento para la desnutrición, asistencia por maternidad y tratamiento de personas con enfermedades infecciosas crónicas como el VIH y la tuberculosis. En la actualidad, acuden pacientes al hospital desde los pueblos cercanos y desde los nueve campos de personas refugiadas de Sudán del Sur de la zona. 
 
"La población se queda en sus casas, no tienen cómo ganar dinero", afirma Zakina Adam Ali, supervisora de nutrición de MSF. "En consecuencia, los niños y niñas se enferman mucho". Esto hace que nuestro centro hospitalario de nutrición terapéutica esté lleno de niños y niñas. Recibimos entre 45 y 50 cada semana, y hasta 150 niños y niñas al mes. Esto puede dificultar las cosas. Me entristece cuando veo a un bebé que sufre mucho, pero me alegra mucho cuando un bebé que me traen mejora y regresa a casa en buen estado físico". 
 
Con anterioridad, la comunidad local tenía poco acceso a la atención médica. El hospital Al-Kashafa de MSF se ha convertido en el principal hospital para derivaciones para las comunidades de personas refugiadas y de acogida que viven en las localidades de Al-Salam y Al-Jebelin, en el estado de Nilo Blanco.
  
En la actualidad, el hospital atiende a la mayoría de las personas refugiadas sursudanesas (unas 270,000 personas) que viven en el estado de Nilo Blanco, según el ACNUR, y a unas 450,000 personas de las comunidades locales, que representan casi la mitad de las consultas; la mayoría de estas personas son procedentes de la localidad de El-Salam, la más cercana al hospital.  
 
"Mis hijos Daoud, Al Hadi y Hammouda nacieron antes de que abriera el hospital de MSF", afirma Zahra, oriunda de un pueblo cercano. "Estoy embarazada otra vez y mi futuro hijo, al que vamos a llamar Ahmed, nacerá aquí en el hospital. Antes sufríamos, sin el hospital de MSF, pero ahora podemos tener atención continua, desde el primer día de embarazo hasta que nace el bebé. El equipo médico lleva un control de tu estado. Te hacen revisiones periódicas y, si tienes una deficiencia sanguínea, te dan medicamentos para contrarrestarla". 
 
En los últimos siete años, los equipos de MSF han realizado cerca de 500,000 consultas externas e ingresado a más de 20,000 personas en el hospital para que reciban tratamiento. Más de 8,000 menores de cinco años con desnutrición han recibido tratamiento en el centro hospitalario de nutrición terapéutica y cerca de 5,000 mujeres han dado a luz en la unidad de maternidad. El personal de MSF ha vacunado a más de 25,000 menores para protegerlos de enfermedades infantiles comunes. El personal de salud mental de MSF ha realizado más de 6,000 consultas por salud mental y los promotores de salud han ofrecido más de 10,000 sesiones de promoción de la salud. 
 
"El gran éxito en Al-Kashafa ha sido la construcción del nuevo hospital, que permitió mejorar la atención de pacientes hospitalizados y externos», dice el coordinador de proyectos de MSF, Kennedy Olela, que trabajó por primera vez para MSF en Al-Kashafa en 2016-17. 
  
"Durante 2016 y 2017, comenzamos a recibir cada vez más pacientes y el espacio y los servicios se vieron cada vez más limitados", asevera Olela. "He vuelto este año y me llenó de orgullo ver los cambios en la prestación de atención médica en el hospital, y sus estrictas normas de higiene. Podemos ofrecer una atención de calidad a las y los pacientes sin preocuparnos por las condiciones climáticas, que pueden interferir en la prevención y el control de las infecciones. El nivel de atención ha mejorado notablemente, y ahora más pacientes pueden acceder a una atención cómoda en un muy buen entorno". 
 
Este mes, MSF hará el traspaso de sus actividades médicas en el estado de Nilo Blanco, incluido el hospital de Al-Kashafa, al Ministerio de Salud de Sudán. En la ceremonia de traspaso, celebrada el 15 de diciembre, Claudia Stephan, representante de MSF en Sudán, declaró: "Hemos podido salvar muchas vidas y prestar asistencia médica tanto a las personas refugiadas como a las comunidades de acogida. Hemos reducido la carga que suponen las enfermedades y hemos mejorado el acceso de la población a una atención médica de calidad en el estado de Nilo Blanco. Esto lo hemos logrado trabajando mano a mano con el Ministerio de Salud, la Comisión de Refugiados, la Comisión de Asuntos Humanitarios, así como con otros socios, con el objetivo común de responder a las emergencias médicas y humanitarias".
  
Aunque MSF esté poniendo fin a su apoyo médico en la zona, la prestación de servicios continuará gracias a las autoridades sanitarias de Sudán y a otros socios nacionales e internacionales. 
 
"Nuestros equipos siguen comprometidos con la causa y continuarán proporcionando asistencia esencial para salvar vidas a la población sudanesa", dijo Stephan. "Nos adaptamos continuamente para ocuparnos de las necesidades humanitarias y sanitarias más acuciantes de forma imparcial y de la mejor manera posible. Confiamos en que nuestros socios garantizarán la continuidad de este exitoso proyecto y asignarán los recursos y el personal sanitario necesarios".  
 
Como organización médica de emergencias, las acciones de MSF se rigen por la ética médica y los principios de neutralidad, independencia e imparcialidad. La asistencia se ofrece en función de las necesidades médicas, independientemente de raza, religión, sexo o afiliación política. 
 
 
MSF ha estado trabajando en Sudán desde el año 1978 y actualmente está a cargo de proyectos en Jartum, Gedaref, Nilo Azul, Darfur Oriental, Darfur Central, Darfur Occidental, Darfur Meridional y Kassala, con equipos de emergencias que activan respuestas en otras zonas según las necesidades. 
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