20,000 OLVIDADOS EN SUDÁN DEL SUR TRAS HUIR DE LA DISPUTADA FRONTERA

Emergency nutrition program in N’Djamena

Más de 20,000 personas han llegado al estado sursudanés de Northern Bahr el Ghazal en el último año tras huir de la violencia en zonas en disputa de la frontera con Sudán. Estos desplazados se hallan en campos en condiciones deplorables y están recibiendo escasa asistencia humanitaria.

Más de 20,000 personas han llegado al estado sursudanés de Northern Bahr el Ghazal en el último año tras huir de la violencia en zonas en disputa de la frontera con Sudán. Estos desplazados se hallan en campos en condiciones deplorables y están recibiendo escasa asistencia humanitaria.

Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) han lanzado una intervención para aliviar el sufrimiento de esta población olvidada, a la cual prácticamente no llega ayuda debido a que la región es remota y a la confusión en torno a si deben ser considerados desplazados, refugiados o retornados voluntarios.

Desde el inicio del proceso para convocar un referéndum en Sudán del Sur y su proclamación como país independiente justo hace dos años, mucha gente ha decidido volver al territorio donde antes vivían en Sudán del Sur debido a una mezcla de motivos sociales, económicos y de seguridad. Pero en los últimos meses, oleadas de desplazados han huido de la violencia a lo largo del río Kiir o Bahr al Arab, en una disputada zona fronteriza, y están intentando empezar una nueva vida en la región vecina sureña.

“Para MSF no importa si son retornados voluntarios, desplazados o refugiados”, explica Shaun Lummis, coordinador de MSF en el estado de Northern Bahr el Ghazal, quien añade: “las agencias humanitarias han tenido problemas para entender qué asistencia podían ofrecer porque es difícil determinar el estatus de esta población”.

Los 20,000 desplazados casi duplican la población de acogida y están esparcidos en once pequeños campos situados en zonas aisladas. Aunque algunos de los que han escapado de la violencia se están integrando en la comunidad local, no es infrecuente que haya grupos que se han desplazado en varias ocasiones porque no hay asentamientos asignados para ellos.

“Cuando recibimos la información de que miles de desplazados estaban llegando a esta región, no había demasiada acción humanitaria para satisfacer sus necesidades. Muchos de ellos vivían bajo los árboles”, lamenta Lummis. La organización también tiene un centro de atención primaria cerca de la localidad de Pamat que trata a niños menores de cinco años y embarazadas, las secciones más vulnerables de la población.

MSF está asistiendo tanto a las comunidades de acogida como a los desplazados, pero la situación en los campos de Northern Bahr el Ghazal, donde la temporada de lluvias está a punto de empezar, es preocupante. En uno de ellos, la mayoría de la gente no tiene techo en el que refugiarse de las lluvias y la comida y el agua potable escasean.

“En nuestro pueblo en el río Kiir podíamos cultivar todo lo que quisiéramos”, recuerda Anthilio Akon, el líder de una comunidad que ahora vive en el campo sursudanés de Ajok Wol. “Aquí tan solo sobrevivimos”.

MSF trabaja en la región que hoy constituye la República de Sudán del Sur desde 1983. La organización internacional, presente en seis de los diez estados de Sudán del Sur, responde a situaciones de emergencia como grandes desplazamientos, llegada de refugiados, población desnutrida y picos de enfermedades como la malaria y el kala azar, además de ofrecer atención primaria y secundaria en sus centros médicos.

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