Ahora será posible un mejor tratamiento para las personas con tuberculosis resistente a medicamentos

La farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson anunció que no hará valer las patentes de la bedaquilina en países de ingresos bajos y medios.
La farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson anunció que no hará valer las patentes de la bedaquilina en países de ingresos bajos y medios. © Negin Allamehzadeh

El sábado 30 de septiembre, tras años de presión pública por parte de activistas y organizaciones de todo el mundo, la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson (J&J) anunció que no hará valer las patentes de la bedaquilina en países de ingresos bajos y medios.

La bedaquilina es un nuevo tratamiento vital para tratar a tuberculosis resistente a los medicamentos (TB-DR). Es por ello que el anuncio supone un gran paso para mejorar el acceso a tratamiento de estas personas, pues permite un tratamiento mejor, más corto, más tolerable y eficaz. ​

Christophe Perrin, farmacéutico experto en tuberculosis (TB) de la Campaña de Acceso a Medicamentos de Médicos Sin Fronteras, declaró lo siguiente sobre el anuncio.

“Acogemos con satisfacción el anuncio de Johnson & Johnson (J&J) que finalmente allana el camino para el acceso sin restricciones a versiones genéricas asequibles de bedaquilina para todas las personas que viven con tuberculosis resistente a los medicamentos (TB-DR) que necesitan el medicamento en países de ingresos bajos y medios.

Todos necesitamos que las innovaciones contra la tuberculosis sean tan asequibles como sea posible. De esta forma, los gobiernos podrán escalar la prevención, diagnóstico y tratamiento para esta enfermedad curable.

Este enorme éxito es fruto de los persistentes esfuerzos de los activistas contra la tuberculosis, la sociedad civil y también de los países que dan prioridad a la salud pública frente a los intereses de las empresas

La primera grieta en el escudo de patentes de J&J se produjo cuando la Oficina de Patentes India rechazó la solicitud de patente secundaria de la empresa para la sal fumarato de bedaquilina, un intento cínico de J&J de prolongar su monopolio más allá de los 20 años ya concedidos. Dos mujeres sobrevivientes de tuberculosis y que habían tenido que soportar los fármacos más antiguos y tóxicos presentaron con éxito esta impugnación de la patente adicional de J&J en India. Son Nandita Venkatesan, de India, y Phumeza Tisile, de Sudáfrica.

Después de que J&J perdiera su intento de ampliar su monopolio en la India, los programas nacionales de tratamiento de la tuberculosis en Ucrania y Bielorrusia pidieron a J&J que abandonara sus patentes secundarias en sus países y en otros muy afectados por la tuberculosis. La reciente investigación de la Comisión Sudafricana de la Competencia añadió sin duda una presión significativa sobre J&J, antes de su anuncio.

Ahora queremos que la empresa farmacéutica japonesa Otsuka siga su ejemplo. Esperamos que anuncie públicamente que no hará valer ninguna patente secundaria en los países de ingresos bajos y medios para el otro nuevo medicamento crítico contra la tuberculosis, el delamanid, sobre todo teniendo en cuenta que la patente principal de la empresa expirará dentro de 10 días en la India y otros países. El delamanid es otro medicamento clave contra la TB-DR que se utiliza en combinación con la bedaquilina, y es especialmente importante para los niños y las niñas.

En las últimas 10 semanas se ha producido un cambio radical en el ámbito de la tuberculosis. J&J dio marcha atrás en el precio y las patentes de la bedaquilina; tras más de 10 años de presiones, Cepheid y Danaher, han reducido por fin en un 20% el precio de la prueba de TB más importante; y los gobiernos han hecho una declaración en la ONU comprometiéndose a ampliar estas herramientas nuevas y mejoradas contra la tuberculosis a las personas que las necesitan.

Necesitamos que todas las nuevas innovaciones contra la tuberculosis sean lo más asequibles posible, para que los gobiernos puedan ampliar la prevención, las pruebas y el tratamiento con el fin de hacer retroceder esta enfermedad curable que sigue matando a 1,6 millones de personas cada año. Las personas con TB literalmente no pueden permitirse esperar más.”

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