Atendemos a víctimas de las inundaciones en el sur de Brasil

MSF trabaja en un refugio con víctimas vulnerables de las desastrosas inundaciones en el sur de Brasil
Maria do Carmo de Andrade, de 78 años, y su hijo, Alexsandro de Andrade, también fueron atendidos por el equipo de MSF. © Diego Baravelli/MSF

Médicos Sin Fronteras (MSF) trabajamos en un refugio con víctimas vulnerables de las desastrosas inundaciones en el sur de Brasil.

Un niño llamado Joaquim corre inquieto entre los juguetes esparcidos por el suelo del salón. En las paredes hay carteles de colores, pero no es un día de clase y Joaquim tampoco es un estudiante. Los pupitres de esta aula en la ciudad de Canoas, en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, están amontonados a los lados para dejar sitio a los colchones, convirtiendo las aulas en dormitorios. El espacio que antes utilizaban los estudiantes ahora lo ocupan familias enteras. Y son muchas, alojadas en albergues improvisados ​​después de que las lluvias torrenciales inundaran ciudades enteras. Dejando a cientos de miles de personas sin refugio.

“No teníamos ni idea de lo grande que sería esta tragedia. De repente, todo estaba oscuro, las luces se apagaron y entonces empezamos a darnos cuenta de que esta inundación no se parecía a nada que hubiéramos visto antes. Empezamos a recibir mensajes por teléfono que nos avisaban que teníamos que escapar porque todo se inundaría”, recuerda Ana Célia Alves, que ahora vive en el refugio de Canoas después de ser rescatada por un vecino que tiene un bote de remos.

MSF trabaja en un refugio con víctimas vulnerables de las desastrosas inundaciones en el sur de Brasil
Personal de MSF en una sesión de salud mental a un paciente afectado por las inundaciones en Rio Grande do Sul, Brasil. © Diego Baravelli/MSF

 

Atendemos a personas que se encuentran en el refugio

Alrededor de 400 personas viven ahora en este refugio de la Escuela Municipal Paulo Freire. El lugar ha recibido a personas de varios barrios de Canoas. Es la tercera ciudad más poblada del estado, con 350 mil habitantes, y 180 mil de ellos tuvieron que abandonar sus hogares. Un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF), con personal médico, de enfermería, psicología y promotores de salud, brinda asistencia médica y de salud mental a las personas que se encuentran en el refugio.

“Estamos tratando de llegar a las personas más vulnerables y a los lugares donde no hay profesionales de la salud disponibles”, afirma la coordinadora de emergencias de MSF, Alessandra Luz.

 

En situaciones de emergencia, las necesidades de salud pueden cambiar rápidamente. Es fundamental entender dónde podemos ser más útiles, sin duplicar esfuerzos. Alessandra Luz.

 

Es importante atender a los pacientes con enfermedades crónicas, ya que muchos de ellos tuvieron que interrumpir su tratamiento cuando sus medicamentos se perdieron en la inundación. “La población de los refugios es muy diversa. Algo que destaca es el alto número de personas mayores que toman medicamentos controlados”, dice Mônica Carvalho, médica de MSF que trabaja en el refugio.

MSF trabaja en un refugio con víctimas vulnerables de las desastrosas inundaciones en el sur de Brasil
Alessandra Luz, coordinadora de proyecto, evalúa la situación de las personas afectadas en Rio Grande do Sul. Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones en ciudades enteras, dejando a miles de personas sin refugio en la región. © Diego Baravelli/MSF

 

“Hemos difundido información sobre los síntomas de la leptospirosis y la prevención de enfermedades respiratorias que podrían agravarse con la llegada del frío”, afirma. Al menos 5 personas han muerto y más de 120 han sido infectadas con leptospirosis, que se transmite por agua contaminada. La enfermedad puede ser mortal si no se trata rápidamente.

Maria do Carmo de Andrade, de 78 años, y su hijo, Alexsandro de Andrade, recibieron atención del equipo de MSF. Él tiene neumonía que empeoró por el frío. Ambos fueron rescatados después de esperar más de dos días en la ventana del segundo piso de su casa. “Mi hijo me dice: ‘Madre, sé realista. Lo perdimos todo’. Pero yo soy muy fuerte, intento relajarme un poco, bromeando con él. La verdad es que, tendremos que levantarnos de nuevo”, concluye.

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