Ayuda de emergencia a cientos de desplazados en Bobazi, República Centroafricana

La población de la pequeña localidad de Bobazi se ha triplicado en las últimas semanas por la llegada de casi 1,000 personas que huían de los ataques de ganaderos nómadas a sus aldeas. Un equipo de MSF trabaja para cubrir las necesidades más urgentes de estos desplazados.

La población de la pequeña localidad de Bobazi se ha triplicado en las últimas semanas por la llegada de casi 1,000 personas que huían de los ataques de ganaderos nómadas a sus aldeas. Un equipo de MSF trabaja para cubrir las necesidades más urgentes de estos desplazados.

La organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) repartió la semana pasada 154 kits de artículos de primera necesidad en el pueblo de Bobazi, situado a cinco kilómetros de Batangafo, en el norte de República Centroafricana (RCA).
Los 836 beneficiarios de esta distribución tuvieron que huir de sus pueblos, Ngapélé, Mbala, Kagoro y Bofondo, al ser atacados por ganaderos nómadas, conocidos como los Mbarara por la comunidad local. Tradicionalmente, estos pastores hacen la trashumancia de sus rebaños y arrasan los campos por donde pasan, provocando enfrentamientos con las poblaciones locales. En las últimas semanas, el número de habitantes de Bobazi se ha triplicado con la llegada de 957 desplazados por esta causa.

A mediados de febrero, los Mbarara atacaron el pueblo de Ngapélé, obligando a sus habitantes a huir. G.F., de 42 años, describe el momento de su huida: “Era un lunes y yo estaba tratando un asunto con las fuerzas locales. De repente, una mujer vino corriendo del campo para alertarnos de que los Mbarara estaban justo al lado del pueblo. Unos instantes después, empezaron a disparar. Inmediatamente huí con mi mujer y mis hijos para refugiarnos en Bobazi”.

“Las necesidades más urgentes son artículos de primera necesidad y comida”, explica Pablo Marco, coordinador general de MSF en RCA. “El objetivo de las actividades de MSF ha sido distribuir los kits de primera necesidad, y garantizar los estándares mínimos de higiene, agua y saneamiento, así como el acceso a la atención médica para los desplazados”, añade. Los equipos de la organización han distribuido plásticos para refugio, mosquiteras y bidones para almacenar agua, que permitirán a los desplazados tener unas mínimas condiciones de vida. Además, se han distribuido raciones de comida de emergencia. La atención médica se proporciona en el hospital de Batangafo, donde MSF trabaja dando apoyo al Ministerio de Salud centroafricano.

Los 244 habitantes de Bofondo se han desplazado también a Bobazi. H.B, un desplazado de 52 años, nos cuenta: “Vengo del pueblo de Bofondo. Todo empezó un lunes, cuando la población de Ngapélé huyó de su pueblo y en su huída pasó por aquí. Les preguntamos qué pasaba y nos contaron que los Mbarara habían invadido su pueblo. Entonces empezó un tiroteo entre los Mbarara y las fuerzas locales. Fue entonces cuando huí con mi mujer y mis 12 hijos para ir a Bobazi ¡Vivimos como animales! Por la noche dormimos en el suelo bajo los árboles y a merced de insectos, langostas y mosquitos”.

Actualmente MSF trabaja en nueve hospitales de RCA, entre ellos el de Batangafo, desde donde se envió un equipo de emergencia a Bobazi para atender a los desplazados. En 2011, el equipo de MSF en Batangafo llevó a cabo más de 115,000 consultas ambulatorias en el hospital, además de atender unos 1,600 partos, realizar 12.000 consultas pre y postnatales, y realizar 660 intervenciones quirúrgicas.

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