Cada día miles de ucranianos llegan a Eslovaquia, traumatizados y exhaustos

Más de 195.000 refugiados han cruzado a Eslovaquia desde que comenzó la guerra el 24 de febrero. Te contamos cuál es la situación en ambos lados de la frontera ucraniana-eslovaca.

Marta Wnorowska trabaja en la frontera entre Eslovaquia y Ucrania como coordinadora de Médicos Sin Fronteras (MSF). Más de 195,000 personas refugiadas han cruzado a Eslovaquia desde que comenzó la guerra el 24 de febrero, según la ONU*. En esta entrevista describe la situación en ambos lados de la frontera.

¿Cómo es la situación en la ciudad fronteriza ucraniana de Úzhgorod?

Úzhgorod es una ciudad muy cercana a Eslovaquia, a tan solo dos kilómetros, y se ha convertido en un centro de distribución de ayuda humanitaria para el resto de Ucrania. Es un lugar relativamente seguro por ahora: todavía es posible una cierta vida normal, hay gente en las calles, no hay toque de queda, las tiendas están abiertas y la electricidad, el agua y otros servicios aún funcionan.

Al mismo tiempo, el ambiente es inquietante. Hay filas en los cajeros automáticos, escasean algunos productos en las farmacias y en ocasiones se escucha el sonido de las sirenas de alerta. La ciudad tenía 100,000 habitantes antes de la guerra, pero la población ahora se ha triplicado como mínimo. Se ha vuelto muy congestionada, con atascos de tráfico, y las autoridades temen que los recursos se agoten.

La comunidad local aquí está lidiando con la afluencia de personas internamente desplazadas, algunas de las cuales solo paran antes de continuar el viaje. Las personas que llegan pueden registrarse y obtener algo de comida, ropa y asistencia médica. Todavía no hay campamentos, por lo que la gente se queda con la comunidad; algunos tienen familiares, otros se alojan en hoteles o establecimientos públicos. Algunas personas pasan tiempo en la estación de trenes esperando el próximo tren o que alguien los recoja. Algunos incluso duermen allí.

La gente de Úzhgorod también se está esforzando, además, por mostrar solidaridad con otros ciudadanos de zonas ubicadas cerca de la línea del frente mediante el envío de materiales de ayuda.

El hospital regional transcarpático, el principal en Uzhgorod, tiene 200 camas y está bien equipado, con capacidad para atención especializada y quirúrgica. Se prepara para una respuesta mayor, poniendo a disposición 200 camas más en caso de que haya una afluencia de pacientes. También hay una facultad de medicina en la universidad, por lo que actualmente tienen suficientes médicos y enfermeros.

¿Cuál es la escena en la frontera entre Ucrania y Eslovaquia?

Hay tres puntos de cruce en la frontera compartida. Vyšné Nemecké es el más grande: el 70 por ciento de las personas que entran en Eslovaquia desde Ucrania lo hacen por aquí, y también es el punto de tránsito para la mayoría de productos. El segundo, Ubla, permite la entrada de automóviles y personas, y por último, Slemense, es el más pequeño y sirve únicamente para el paso de peatones.

En promedio unas 10,000 personas cruzan cada día hacia Eslovaquia. Las filas en Ucrania en el punto principal pueden tener alrededor de tres kilómetros de largo. El 90 por ciento de las personas son mujeres, niñas y niños y el resto son personas mayores. Las personas viajan con pequeñas cantidades de equipaje, muy a menudo una mochila, una pequeña maleta de cabina o una bolsa de plástico. Se pueden ver madres con grandes chaquetas, algunas de ellas arrastrando niños o mascotas. La gente tiene hambre y está completamente exhausta, pero camina de forma rápida, decidida y en silencio bajo temperaturas frías de entre cinco y 10 grados centígrados bajo cero.

 

La primera ola de personas refugiadas provenía del norte del país, de Kiev o Járkov, o de ciudades del este, como Mariúpol. La gente se desplazaba principalmente en coche y tren. En los primeros días se podía ver a las personas viajando con coches más grandes y mejores. Pero ahora hay un cambio de perfil: la gente parece más vulnerable y viaja muchos kilómetros a pie en condiciones duras.

¿Qué sucede una vez que la gente cruza a Eslovaquia?

En el lado eslovaco hay muchas organizaciones no gubernamentales (ONG) locales y algunas internacionales, y muchos voluntarios y voluntarias, que dan la bienvenida a la población refugiada; ofreciendo comida y ropa. También hay muchos miembros de las fuerzas de seguridad ayudando. Los bomberos también están muy involucrados y, por lo general, gestionan la logística: coordinan las ambulancias o guían a quienes que se dirigen a terceros países.

En la localidad de Humenne hay un centro de tránsito con capacidad para albergar a 200 personas refugiadas, pero nadie se queda allí mucho tiempo. La mayoría continúa su viaje hacia otros países europeos, mientras que algunos ciudadanos no europeos están siendo repatriados en vuelos organizados por sus gobiernos. Hay una comunidad ucraniana en Eslovaquia, por lo que algunas personas se quedan con familias de acogida y otras con eslovacos que ofrecen alojamiento. A medida que llegue más gente, el gobierno eslovaco planea disponer espacios adicionales porque la próxima ola de personas refugiadas puede que no tenga los mismos recursos y conexiones.

¿Cómo apoya MSF?

Nuestro primer equipo de emergencia llegó a Eslovaquia a principios de marzo y, tras una evaluación inicial, ahora estamos colaborando con el Ministerio de Salud en la respuesta. También estamos negociando un Memorando de Entendimiento para poder importar material médico y trabajar aquí.

Por el momento, las necesidades humanitarias y médicas críticas están cubiertas por las autoridades locales y la sociedad civil, por lo que nos enfocaremos en cubrir vacíos a medida que la situación se vuelva más abrumadora. Planeamos tener un equipo móvil monitoreando regularmente en la frontera, ofreciendo apoyo en salud mental, haciendo derivaciones médicas de emergencia y atendiendo a las personas más vulnerables.

En el lado ucraniano, buscamos establecer una base en Úzhgorod y continuar evaluando la evolución de la situación allí, así como en otras áreas como la ciudad de Ivano-Frankvisk, desde donde podríamos monitorear, evaluar y responder en el todo el suroeste de Ucrania. El mayor problema para el sistema de salud en este momento es la posible ruptura de suministros médicos esenciales. En Úzhgorod, ya faltan artículos como insulina, narcóticos y sedantes que han sido redirigidos a otros lugares del país directamente afectados por los combates.

*Al 14 de marzo

Compartir