Calais, Francia: Pedimos a las autoridades que den refugio de emergencia a las personas desplazadas

Dos niños iraníes con su madre en Calais. MSF les dio cobijo. Aquí juegan con una trabajadora de MSF. © Mohammad Ghannam / MSF
Dos niños iraníes con su madre en Calais. MSF les dio cobijo. Aquí juegan con una trabajadora de MSF. © Mohammad Ghannam / MSF

Para evitar que niños, niñas, mujeres y familias de personas desplazadas se vean obligadas a dormir a la intemperie en las duras condiciones invernales, desde Médicos Sin Fronteras proporcionamos alojamiento de urgencia en un edificio privado de la ciudad de Calais, en el norte de Francia. En este sentido, recordamos a las autoridades francesas que proporcionar alojamiento de emergencia es su responsabilidad.

Las autoridades tienen el deber de garantizar que las instalaciones existentes estén disponibles y satisfagan las necesidades de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo, al menos hasta el final del invierno.

Desde el 2 de diciembre de 2024, en un entorno muy hostil para las personas en tránsito en Francia, proporcionamos alojamiento a más de 200 personas en Calais. Entre ellas, unas 60 familias, más de 80 niños y niñas, más de 70 menores no acompañados y mujeres embarazadas. Si no hubiéramos intervenido, estas personas vulnerables se habrían visto obligadas a dormir a la intemperie, en condiciones climáticas adversas.

Dos niños de Irán que llegaron con su mamá a Calais y son atendidos por el equipo de MSF.© Mohammad Ghannam/MSF
Dos niños de Irán que llegaron con su mamá a Calais y son atendidos por el equipo de MSF.© Mohammad Ghannam/MSF

La mayoría de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo viven a la intemperie, en tiendas de campaña o en locales en desuso, con acceso limitado a servicios básicos de higiene y alimentación, y las autoridades francesas competentes les deniegan regularmente el acceso a alojamientos de urgencia.

“Muchas de las personas con las que hemos tratado nos han contado que han sido rechazadas por los servicios de alojamiento de urgencia existentes. La mayoría de ellas son rechazadas por la línea 115, un servicio nacional de información para las personas sin hogar, con el pretexto de que ya han pasado una noche en un espacio protegido, que es el máximo tolerado para las personas en movimiento. En cuanto a los Centros de Acogida y Examen de Situación, a menudo están a plena capacidad y es muy difícil acceder a ellos. Es completamente disfuncional”, explica Feyrouz Lajili, coordinador de nuestros proyectos en Calais.

En diciembre, la prefectura de Pas de Calais no activó el plan de emergencia contra el frío para proteger a las personas más vulnerables, a pesar de las bajísimas temperaturas.

“Y desde principios de enero, este plan de emergencia contra el frío solo se ha aplicado esporádicamente. ¿Cuál es el resultado? Cientos de personas duermen a la intemperie, bajo la nieve o la lluvia, y algunas ya ni siquiera tienen una tienda para cobijarse”, afirma Feyrouz Lajili.

En Calais y a lo largo de la costa norte, las personas desplazadas viven en la calle en condiciones de extrema pobreza, con desalojos regulares de asentamientos informales y un acceso muy limitado al agua, la higiene y la atención sanitaria.

“Esta política de no acogida, que deja deliberadamente a la gente durmiendo a la intemperie, no disuade a nadie de venir a la costa para intentar cruzar el Canal”, afirma Feyrouz Lajili. Estas decisiones son sencillamente inhumanas e indignas. Las autoridades francesas deben asumir su responsabilidad y proporcionar a la gente un refugio de emergencia adecuado y accesible”, añade Lajili.

El invierno pasado, desde MSF pusimos en marcha una respuesta similar en Calais, en coordinación con las mismas asociaciones colaboradoras: Utopia 56, Refugee Women Centre y Secours Catholique. Entre el 22 de enero y el 31 de marzo de 2024, 333 personas se beneficiaron de una noche de respiro en un refugio cálido.

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