Chad: Reducir la mortalidad combinando la prevención de la malaria y la vacunación

Como parte de su estrategia continuada para combatir la malaria, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha lanzado una tercera ronda de Quimioprevención de la Malaria Estacional (SMC por sus siglas en inglés) en los distritos de Moissala y Bouna, en los que la malaria es la principal causa de muerte entre niños menores de cinco años.

Como parte de su estrategia continuada para combatir la malaria, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha lanzado una tercera ronda de Quimioprevención de la Malaria Estacional (SMC por sus siglas en inglés) en los distritos de Moissala y Bouna, en los que la malaria es la principal causa de muerte entre niños menores de cinco años.

Durante la estación de lluvias, en la que el riesgo de transmisión es mayor, en las zonas remotas de Moissala y Bouna se están distribuyendo medicamentos antipalúdicos a unos 80,000 niños para impedir que contraigan la enfermedad. Este año, a la distribución de SMC también se añadieron vacunaciones contra la polio, la difteria, el tétanos, la tos ferina, la hepatitis B y la influenza hemófila tipo B para reducir al máximo la tasa de mortalidad infantil.

Los resultados de rondas anteriores de SMC en unos cuantos países han sido muy prometedores, reduciendo significativamente las tasas de malaria infantil y contribuyendo además a reducir las tasas de desnutrición. Las vacunaciones también supondrán beneficios adicionales.

“La SMC ya ha demostrado una disminución de más del 60 por ciento de los casos de malaria en niños menores de cinco años,” afirma Sarah Chateau, Jefe de Misión de MSF en Chad. “Este año queríamos llegar más lejos aprovechando las distribuciones en zonas remotas para proteger a los niños vacunándolos además contra otras enfermedades prevenibles.”

La SMC es una acción preventiva diseñada para complementar otras tácticas como la distribución de mosquiteras, que ya se empleaban en los esfuerzos para combatir la malaria. Es especialmente beneficioso en entornos como Moissala y Bouna, donde el acceso a la atención es limitado. Sin embargo, no previene todos los casos de malaria. “Sigue siendo fundamental que la gente tenga acceso a medios diagnósticos y a tratamiento temprano,” añade Chateau.

En julio y agosto, las primeras dos rondas de SMC de MSF beneficiaron a 68,000 y 78,000 niños menores de cinco años respectivamente, y a partir de ahora la SMC se ha incluido en el plan nacional de lucha contra la malaria, aunque todavía debe ser implementado por otras organizaciones. “La integración de la SMC en el plan nacional de lucha contra la malaria es un paso significativo que debe materializarse con su implementación,” concluye Chateau.

MSF trabaja en Chad desde hace más de 30 años. Además de los proyectos de emergencia llevados a cabo en febrero en Sido y Gore para responder a las necesidades médico-humanitarias de los refugiados de RCA, los equipos de MSF llevan a cabo programas regulares en Abeche, Am Timan, Massakory Moissala y Tissi.
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