Ciclón en Libia: Brindamos apoyo psicológico en Derma, una ciudad en duelo

MSF brinda apoyo de salud mental en Derna, Libia.
Destrucción masiva en la ciudad de Derna. © Ricardo Gracia Vilanova

Dos semanas después del paso de la tormenta Daniel, la población de la ciudad costera de libia -ahora dividida en dos- necesita una inmensa ayuda psicológica: muchas personas lo perdieron todo y siguen en estado de shock. Nuestro compañero Olivier Charité detalla cómo “algunas niñas y niños se negaban a beber agua por miedo a ahogarse”.

Dos semanas después de que el ciclón Daniel causara inundaciones devastadoras que arrasaron Derna y mataron a miles de personas en pocas horas, las operaciones de búsqueda y rescate están a punto de terminar y la reconstrucción está empezando. La necesidad de ayuda psicológica es inmensa entre la población de Derna.

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos iniciado actividades médicas, centradas en el apoyo a la salud mental de las personas que lo perdieron todo, así como del personal médico y los voluntarios. Nos lo explica Michel Olivier Lacharité, nuestro coordinador general en Derna.

¿Cómo es la situación general en Derna, dos semanas después de la tormenta?

Todavía podemos ver que la población está profundamente afectada por este desastre. Muchas personas han perdido sus casas o a miembros de su familia, a menudo ambas cosas. Es evidente que casi todos los habitantes de la ciudad están de luto y sufren en estos momentos. Dos semanas después de las inundaciones, la recuperación de cadáveres bajo el estruendo ya no es una prioridad, mientras que algunos cuerpos siguen siendo recuperados en el mar. Según los equipos de búsqueda y rescate, la corriente seguirá trayendo cadáveres en las próximas semanas.

Lo más sorprendente, cuando llegamos a Derna, fue la magnitud de la destrucción. Hablamos de inundaciones, es cierto, pero es realmente la destrucción de las dos presas a partir de la noche del 10, mientras todo el mundo dormía, lo que destruyó el centro de la ciudad y se llevó todo y a todos en pocas horas. Como consecuencia de esta inundación masiva, hubo relativamente pocas personas con heridas o traumatismos, pero tristemente, un elevado número de fallecidos.

Ahora las autoridades se centran en reconstruir un puente entre la parte oriental y occidental de Derna, ya que la ciudad ha quedado literalmente dividida en dos. Su principal prioridad, desde el punto de vista sanitario, es asegurarse de que todas las personas traumatizadas o que lo han perdido todo a causa de las inundaciones reciban ahora apoyo en materia de salud mental.

MSF brinda apoyo de salud mental en Derna, Libia.
Vista aérea de la devastación tras las inundaciones causadas en Derna tras el paso del ciclón Daniel. Libia, 17 de septiembre de 2023. © Halil Fidan/Anadolu Agency via AFP

 

¿Qué hay del sistema sanitario en Derna? ¿MSF ha prestado apoyo a las estructuras sanitarias?

En términos de atención sanitaria, el sistema hospitalario no está desbordado. Solo ha habido un aumento limitado en el número de pacientes relacionados con el desastre en sí. El sistema hospitalario está funcionando bien a pesar de la situación y los hospitales de campaña establecidos por gobiernos extranjeros estaban operativos pocos días después de la tormenta.

Las estructuras de atención primaria se han visto especialmente afectadas por la catástrofe: algunos centros de atención primaria han quedado destruidos por las inundaciones, y muchos miembros del personal médico y paramédico han muerto en las inundaciones o están ahora de luto por familiares o colegas que se encuentran entre las víctimas. Algunos centros de atención primaria cuentan con el apoyo de muchos voluntarios llegados de toda Libia para ayudar.

Transcurridas dos semanas, podemos ver que mucho personal sanitario sigue desaparecido o en proceso de duelo, y los voluntarios que vinieron a ayudar en los primeros días están empezando a marcharse.

Desde el 20 de septiembre, Médicos Sin Fronteras empezamos a prestar apoyo a dos centros de atención primaria. Hasta la fecha, nuestros médicos ya han realizado 537 consultas en los centros de atención primaria de Embokh y Salem Sassi, y en el albergue escolar de Oum Al Qura. Las consultas fueron principalmente por enfermedades no transmisibles (diabetes, hipertensión) para adultos e infecciones respiratorias y diarrea para niñas y niños. Muchos de los pacientes atendidos por nuestros médicos seguían en estado de shock y algunos mostraban signos de trauma psicológico. Algunas niñas y niños se negaban a beber agua por miedo a ahogarse. Los pacientes se quejaban de flashbacks, de no poder dormir entre las 2:30 y las 5 de la mañana, la hora exacta en que la ola mortal envolvió la ciudad en la oscuridad de la noche del 10 de septiembre.

 

¿Cómo apoya MSF para atender estas heridas invisibles?

Nuestro equipo de psicólogos ha podido empezar a prestar servicios de salud mental a dos grupos prioritarios de la población de Derna: los que lo han perdido todo y ahora viven en refugios temporales; y el personal médico o paramédico y los voluntarios que trabajan en centros de salud. En efecto, las personas de este último grupo a veces han perdido familiares, colegas y amigos, y además están trabajando en primera línea, atendiendo a los que han sobrevivido o incluso ayudando a evacuar cadáveres, lo que puede ser una experiencia traumática para los voluntarios.

En ese contexto, hemos dedicado todos nuestros esfuerzos a nuestras actividades de salud mental, que incluyen consultas individuales y grupos de discusión en los refugios y en los dos centros de atención primaria de salud a los que prestamos apoyo. Tenemos previsto ampliar nuestras actividades para ofrecer apoyo en salud mental a quien lo necesite.

 

¿Hay alguna dificultad para los equipos de MSF?

Aunque el personal de MSF pudo llegar a Derna solo tres días después de la catástrofe, volando desde el oeste de Libia, donde MSF llevamos a cabo proyectos regulares, nuestro despliegue de acción, sin embargo, sigue estando limitado por la expedición de visas para el personal internacional, que a veces puede ser un proceso largo y podría limitar nuestra capacidad de ampliar nuestras actividades. Sin embargo, nuestra colaboración con las autoridades y con los equipos contratados localmente ha sido muy buena. En los próximos días veremos cómo se organizan las estructuras y revisaremos nuestra configuración en función de las necesidades y de nuestro valor añadido.

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