Cinco datos sobre la sequía, la desnutrición y los brotes de enfermedades en Baidoa, Somalia

Somalia se ve afectada por un ciclo errático de inundaciones, sequías, conflictos y brotes de enfermedades que hacen mella en la población. La gente apenas ha tenido tiempo para recuperarse de una crisis cuando ya comienza a sufrir la siguiente.

MSF responde a la crisis por la sequía en Somalia
Somalia se ve afectada por un ciclo errático de inundaciones, sequías, conflictos y brotes de enfermedades que hacen mella en la población. La gente apenas ha tenido tiempo para recuperarse de una crisis cuando ya comienza a sufrir la siguiente. ©MSF/Suleiman Hassan

A medida que se acerca lo que se prevé que será la quinta temporada de lluvias fallida consecutiva en Somalia, los equipos médicos de Médicos Sin Fronteras (MSF) han ido aumentando la cobertura de nuestros programas de nutrición para hacer frente al importante aumento de niñas y niños con desnutrición aguda en la ciudad de Baidoa, estado del suroeste. La zona se ha visto gravemente afectada por una sequía implacable, la peor en los últimos 40 años, en medio de un conflicto que ya lleva décadas, una inseguridad continua y una respuesta humanitaria inadecuada.

La desnutrición infantil que nuestros equipos observan también se ha visto agravada por enfermedades infecciosas mortales como el sarampión. Los índices de esta enfermedad están aumentando drásticamente debido a que las personas se refugian en condiciones de hacinamiento. En cientos de refugios improvisados y emplazamientos repartidos por toda la ciudad, los deficientes servicios de agua y saneamiento contribuyen a la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. Los brotes, a su vez, aumentan el riesgo de desnutrición.

Somalia se ve afectada por un ciclo errático de inundaciones, sequías, conflictos y brotes de enfermedades que hacen mella en la población. La gente apenas ha tenido tiempo para recuperarse de una crisis cuando ya comienza a sufrir la siguiente.  Muchas personas ya no disponen de medios de subsistencia por haber perdido sus cosechas y ganado, por lo que su capacidad para evitar el hambre se ha debilitado. Hay pocas opciones para que las personas se puedan mantener a sí mismas o a sus familias en sus lugares de origen. Muchos más describen un estado de desesperación: no saben de dónde van a sacar lo que necesitan para sobrevivir y dependen de la ayuda que puedan recibir.

A continuación, te contamos cinco datos sobre la sequía, la desnutrición y los brotes de enfermedades en Baidoa.

 

1. Baidoa alberga a la segunda población desplazada más numerosa de Somalia

Entre enero y agosto de 2022, llegaron a Baidoa más de 200,000 personas, que se suman a las 600,000 personas, aproximadamente, que viven en la ciudad. [1] Después de la capital, Mogadiscio, Baidoa alberga al segundo grupo más numeroso de población desplazada.

Médicos Sin Fronteras (MSF) trabajamos en Baidoa, donde nuestros equipos de respuesta de emergencia en nutrición, sarampión y cólera atienden a alrededor del 20 % de la población de la ciudad.

MSF responde a la crisis por desnutrición en Baidos, Somalia
Un trabajador comunitario de MSF brinda sesiones de promoción de la salud para personas internamente desplazadas en el campo de Elbet, Baidoa. ©MSF/Suleiman Hassan

 

2. Atendemos a 500 niñas y niños con desnutrición aguda a la semana

Entre enero y agosto de este año, nuestros equipos examinaron a más de 206,000 niñas y niños en todo el territorio somalí a efectos de detectar casos de desnutrición y descubrieron que 23,000 infantes tenían desnutrición. Algunos llegan a nuestros programas de nutrición en un estado ya crítico.

En Baidoa, donde brindamos 20 clínicas móviles de nutrición y tenemos 32 puntos de control nutricional, nuestros equipos médicos trataron a más de 12,000 niñas y niños con desnutrición en los primeros ocho meses de este año. En agosto, tan solo en una semana, examinamos a 955 niñas y niños y derivamos a 761 a nuestro programa de nutrición. La mayoría de estos menores eran de familias recientemente desplazadas. Médicos Sin Fronteras continúa atendiendo a 500 niñas y niños con desnutrición aguda a la semana.

 

3. La sequía y la desnutrición intensifican una situación sanitaria ya de por sí grave

La sequía multiestacional ha empeorado la situación nutricional de la población, pero la prolongada crisis humanitaria se debe a la varios factores que aún persisten. Entre estos factores, se incluye el hecho de que el sistema sanitario de Baidoa tiene muchas dificultades para atender a los cientos de miles de personas desplazadas adicionales. Los conflictos de larga data, la respuesta humanitaria inadecuada, el impacto climático, así como el aumento de los precios de los alimentos y del combustible, también contribuyen a crear situaciones difíciles para la población.

Crisis de desnutrición en Baidoa, Somalia
Un miembro del equipo del equipo de MSF midiendo la circunferencia media del brazo (MUAC) de un niño en el campo para personas internamente desplazadas Elbet, Baidoa, Somalia. Octubre, 2022. ©MSF/Suleiman Hassan

 

4. Hay un círculo vicioso de desnutrición y enfermedades mortales

La desnutrición se ve agravada por las enfermedades infecciosas, ya que una persona con desnutrición es más susceptible a las infecciones, y estas contribuyen a la desnutrición.

  • Sarampión

Si bien el sarampión es endémico en Somalia, tan solo en los primeros seis meses de 2022, el país ha sufrido el doble de casos de sarampión de los registrados en todo el año 2021. Entre enero y agosto de 2022, Médicos Sin Fronteras ha admitido a más de 5,460 niñas y niños con sarampión en todos nuestros centros en Somalia. En Baidoa, hay una nueva ola de sarampión; aproximadamente el 30 % de las niñas y niños que tratamos son mayores de cinco años y la mayoría son de familias recién llegadas.

  • Cólera

En abril, comenzó un brote de cólera en Baidoa. Entre mayo y agosto, MSF registró 14,112 pacientes de cólera en nuestros 15 puntos de rehidratación oral y 989 fueron ingresados en nuestro centro de tratamiento del cólera.

Para evitar la propagación de la enfermedad en los lugares donde se han asentado las personas desplazadas, hemos llevado a cabo el transporte de agua en camiones, la cloración y la perforación de pozos para mejorar el acceso al agua potable. También construimos 344 letrinas, realizamos actividades de promoción de la salud y distribuimos artículos de primera necesidad, como jabones y bidones, a 3,700 hogares.

 

5. Una respuesta rápida, sostenida y amplia puede salvar más vidas

Cuando se trabaja en Somalia, la inseguridad sigue siendo un problema. Hay muchos lugares de difícil acceso donde es posible que la población se vea gravemente afectada por la sequía y donde es muy probable que se produzcan brotes de enfermedades y haya desnutrición.

Es crucial satisfacer las necesidades médicas como parte de la respuesta humanitaria a esta crisis e incluir programas integrados de nutrición, vacunación contra el sarampión para personas mayores de 15 años, vacunación oral contra el cólera y medidas comunitarias relativas al agua y saneamiento.

 

 

[1] Según el grupo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)/Grupo Sectorial para la Gestión y Coordinación de Campamentos (CCCM)

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