Congo: acción urgente para prevenir la mortalidad por malaria

En el Día Mundial de la Malaria, el 25 de abril, Médicos Sin Fronteras (MSF) alerta de que un aumento de la malaria puede tener graves consecuencias para la población de la provincia Oriental de la República Democrática del Congo (RDC) a menos que se adopten acciones inmediatas. La lucha contra los brotes recurrentes de la enfermedad en la provincia requiere un compromiso firme por parte de las autoridades congoleñas de salud y las organizaciones de ayuda, según MSF.

En el Día Mundial de la Malaria, el 25 de abril, Médicos Sin Fronteras (MSF) alerta de que un aumento de la malaria puede tener graves consecuencias para la población de la provincia Oriental de la República Democrática del Congo (RDC) a menos que se adopten acciones inmediatas. La lucha contra los brotes recurrentes de la enfermedad en la provincia requiere un compromiso firme por parte de las autoridades congoleñas de salud y las organizaciones de ayuda, según MSF.

Con la estación de lluvias a punto de comenzar, la situación es crítica en áreas remotas de la provincia Oriental, donde la malaria es una de las causas principales de mortalidad, de acuerdo con el coordinador de emergencias, Narcisse Wega. “Demasiados centros de salud carecen de los medios necesarios para afrontar un nuevo brote, lo que es completamente inaceptable”, dice Wega.

El brote de malaria, además, está previsto que se conjugue con una epidemia de sarampión que se cernirá en la provincia, y serán los menores de cinco años los más vulnerables.

En el último año, MSF ha actuado de emergencia para responder a un aumento dramático de casos de malaria graves en los distritos nortes de la ciudad de Kisangani. En las áreas de Ganga-Dingila, Buta y Aketi, casi 60,000 personas recibieron tratamiento y más de 3,500 tuvieron que ser admitidos en el hospital aquejados por la enfermedad.

Dos estudios de mortalidad llevados a cabo por MSF en 2012 muestran una mortandad extremadamente elevada en niños menores de cinco años. En la región de Pawa, los índices de mortalidad multiplicaron los niveles de emergencia por tres, con más de un niño muerto de cada diez, por no recibir tratamiento adecuado. Esta no es una situación única en RDC, donde los brotes son recurrentes también en las provincias de Maniema, Ecuador y Katanga.

La respuesta de emergencia de MSF durante 2012 reveló grandes deficiencias en el sistema de salud, y ello contribuyó a la severidad del brote. La misma situación se repite este año: las mosquiteras no han llegado a las áreas más vulnerables, así como tampoco suficientes equipos para diagnóstico rápido, de transfusión de sangre o medicamentos. Los equipos de transfusión son vitales para niños que sufren anemia causada por la malaria. Estos materiales indispensables no se encuentran en las listas de suministros requeridos por los donantes. El coste de los servicios de salud en RDC también impide a mucha población el acceso al tratamiento que necesitan.

MSF hace un llamamiento a la acción urgente de todos aquellos involucrados en la lucha contra la malaria en DRC. Tratamientos adecuados y pruebas rápidas de diagnóstico deben ser puestos a disposición de la población de la provincia Oriental lo antes posible, mientras que medidas de prevención como la distribución de mosquiteras debe iniciarse inmediatamente, antes de que el pico estacional de malaria se encuentre ya en apogeo. Si la actuación no es rápida y efectiva, MSF teme que las consecuencias para la población sean trágicas.
 

   

MSF trabaja en la RDC desde 1981. En 2012, MSF trató a más de medio millón de personas con malaria en el país, incluyendo un número muy elevado de niños menores de cinco años.

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