Construimos una planta de tratamiento de lodos fecales en el campo de Aboutengue, al este de Chad

Este proyecto piloto de tratamiento de lodos fecales es una solución innovadora que busca promover la sostenibilidad ambiental. 

Personal de MSF en la planta de tratamiento de lodos fecales del campo de Aboutengue, Chad.
Personal de MSF en la planta de tratamiento de lodos fecales del campo de Aboutengue, Chad. Una solución sostenible para la salud comunitaria. © Djann Jutzeler/MSF

Médicos Sin Fronteras (MSF) construimos una planta de tratamiento de lodos fecales ¹ en el campo de Aboutengue, al este de Chad, que alberga a aproximadamente 45,000 personas refugiadas de Sudán. Esta planta procesa los residuos de las 932 letrinas construidas por nuestros equipos, que contribuyen a mejorar el saneamiento y a cumplir con el estándar de 50 personas por letrina en situaciones de emergencia. 

 

Vista de la planta de tratamiento de lodos fecales del campo de Aboutengue, Chad.
Vista de la planta de tratamiento de lodos fecales del campo de Aboutengue, Chad. © Djann Jutzeler/MSF

 

Conocida localmente como la “fábrica de popó”, este proyecto piloto es una solución innovadora  que tuvo nuestro equipo para tratar y eliminar de forma segura los desechos de las letrinas y que busca promover la sostenibilidad ambiental. 

En este día de la tierra, Charlotte Maupu, excoordinadora adjunta de agua y saneamiento de MSF en el campo de Aboutengue, te explica el funcionamiento de la planta de tratamiento y su impacto en la salud ambiental y de las personas refugiadas. 

  

¿Cuáles son los beneficios de construir una planta de tratamiento de lodos fecales? 

Cuando las letrinas se llenan, las cerramos permanentemente o las desfangamos. La desfangación consiste en bombear los desechos, cavar un hoyo, verterlos en su interior, añadir cal y sellarlo. Sin embargo, este método tradicional corre el riesgo de contaminar el suelo y las aguas subterráneas, lo que puede perjudicar tanto el medio ambiente como la salud de las personas. 

Para solucionar esto, construimos una planta de tratamiento de lodos fecales en las afueras del campo. La planta se encuentra lo suficientemente alejada de las zonas donde están las personas como para no perturbar el campo. Actualmente, la planta de tratamiento cubre 3,600 metros cuadrados. 

Es importante aclarar que esta no es una planta de purificación de agua tradicional. Nuestro objetivo es neutralizar las bacterias y patógenos dañinos presentes en los desechos, un proceso conocido como “higienización”.  

 

¿Cómo funciona el proceso de higienización? 

El proceso comienza con el bombeo de los desechos de las letrinas. Cuando los camiones no pueden acceder a ciertas zonas, especialmente donde se construyen refugios informales, utilizamos bombas portátiles. Los desechos se transfieren a un tanque de depósito, donde añadimos cal: una parte de cal por cada cinco partes de desechos.  

Mediante un sistema de bombeo, mezclamos la cal con los desechos, lo que eleva el pH (una medida de la acidez o alcalinidad de una sustancia) a 12, haciendo que el ambiente sea demasiado alcalino para que sobrevivan la mayoría de las bacterias y patógenos. Dejamos reposar esta mezcla de 48 a 72 horas. 

 

Conocida localmente como la “fábrica de popó”, este proyecto piloto es una solución innovadora para tratar y eliminar de forma segura los lodos de las letrinas promoviendo la sostenibilidad ambiental. © Djann Jutzeler/MSF

 

Durante este periodo de reposo, los desechos se separan en capas: el agua sube a la superficie y el lodo, más denso, se deposita en el fondo. Luego, tratamos cada capa por separado.  

Para la salida del agua, la drenamos a otro tanque donde reposa durante varios días hasta que el pH se vuelve neutro. Desde allí, fluye hacia zanjas de infiltración revestidas con grava y piedras para facilitar su filtración en el suelo. Para evitar el encharcamiento, hemos plantado bananos alrededor del terreno, que absorben hasta 200 litros de agua al día. Estos árboles pronto producirán plátanos aptos para el consumo humano. 

 

Nuestros equipos plantaron plátanos encima de las zanjas de filtración para ayudar al proceso de filtración, estos plátanos se pueden consumir. Chad.
Plantamos bananos alrededor del terreno, que absorben hasta 200 litros de agua al día. Estos árboles pronto producirán plátanos aptos para el consumo humano. © Djann Jutzeler/MSF

 

Para el lodo, nos centramos en su secado mediante un proceso de dos pasos. Primero, lo esparcimos en lechos de secado de arena y grava, que permiten que el agua drene por gravedad. Una vez que el lodo está semiseco, lo transferimos a un segundo lecho de secado de hormigón para eliminar la humedad restante.  

Por último, estamos probando un tercer paso: la incineración. La incineración del lodo seco garantiza la destrucción de cualquier patógeno restante, especialmente parásitos intestinales (helmintos). El incinerador está construido sobre un pozo, lo que nos permite desechar fácilmente las cenizas. Una vez lleno el pozo, podemos vaciar y enterrar las cenizas en otro lugar o trasladar el incinerador a una nueva ubicación.  

 

¿Se pueden reutilizar los residuos tratados mediante este proceso? 

Los desechos humanos secos son ricos en nitratos y fosfatos, nutrientes valiosos para la agricultura. En teoría, podrían reutilizarse como fertilizante para los agricultores locales. Sin embargo, en esta etapa de nuestro trabajo, se requieren más análisis para confirmar su seguridad antes de su uso generalizado, y actualmente carecemos de la capacidad para realizar dichas pruebas. 

 

Un miembre de MSF observa la planta de tratamiento de lodos fecales. Chad.
Esta planta de tratamiento de lodos fecales procesa los residuos de 932 letrinas construidas por MSF. Ayuda a cumplir la norma de 50 personas por letrina en contextos de emergencia. Campo de Aboutengue, Chad. © Djann Jutzeler/MSF

 

  

Este es un nuevo enfoque para MSF. ¿Qué es lo mejor del mismo? 

Es la primera vez que construimos un centro de tratamiento de este tipo en un contexto donde no hay una epidemia y, a esta escala, tiene capacidad para gestionar los residuos de más de 45,000 personas. El centro de tratamiento de lodos fecales cuenta con un equipo de 11 personas, incluyendo cuatro higienistas. 

A pesar de que otras organizaciones han utilizado métodos similares anteriormente, este proyecto nos ha enseñado muchas lecciones vitales. Por ejemplo, tuvimos que redimensionar partes del centro de tratamiento y reconstruir los lechos de secado de hormigón para mejorar el flujo de agua. 

Este proyecto destaca porque no solo se centra en el saneamiento, sino también en la sostenibilidad ambiental. Requiere un consumo mínimo de energía para su funcionamiento, salvo el combustible necesario para las motobombas. En el futuro, podríamos explorar el uso de bombas solares para que el sistema sea aún más ecológico. 

 

¿Quieres saber más de nuestros proyectos en Chad? Haz click aquí. 

 

¹ El lodo fecal es una mezcla de materia orgánica, excrementos humanos, y aguas residuales que se acumula en sistemas de saneamiento como letrinas de pozo o fosas sépticas.

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