Crecen los ataques con víctimas masivas en Sudán

En los últimos días, nuestros equipos han atendido a una gran cantidad de pacientes heridos de guerra en Jartum, Darfur Norte y Darfur Sur tras la intensificación de la guerra.

Un paciente del Hospital Universitario Nyala, que apoyamos, tras los ataques aéreos del 3 de febrero de 2025.
Un paciente del Hospital Universitario Nyala, que apoyamos, tras los ataques aéreos del 3 de febrero de 2025. MSF © MSF

En los últimos días, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) han atendido a una cantidad masiva de heridos de guerra en tres partes diferentes de Sudán, resultado de varios ataques en los estados de Jartum, Darfur Norte y Darfur Sur. Los incidentes se enmarcan en la guerra entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), unos enfrentamientos que se caracterizan por el poco respeto hacia las vidas de la población civil.

El ataque más reciente se produjo el pasado 4 de febrero, en Nyala, Darfur Sur. 21 pacientes heridos fueron trasladados al Hospital Universitario de Nyala, apoyado por MSF, después de que los ataques aéreos de las Fuerzas Armadas Sudanesas alcanzaran una fábrica de aceite de cacahuate. Algunos balances apuntan a que murieron 25 personas. El 3 de febrero, varios ataques aéreos impactaron en zonas residenciales de Nyala, destruyendo casas de la población civil. Los bombardeos tuvieron lugar por la tarde, cuando había mucha gente alrededor. Según algunos informes, murieron 32 personas y decenas resultaron heridas. Muchas fueron trasladados al Hospital Universitario de Nyala.

“El bombardeo tuvo lugar cerca del hospital. Sentimos temblar el edificio. Cuando fui a Urgencias, la situación era horrible. Había sangre por todas partes, algunos pacientes tenían fracturas, a otros les habían tenido que amputar extremidades. Mientras recorría la sala de urgencias, vi a dos niños. Uno tenía cuatro años y el otro dos. Su tía nos dijo que habían perdido a tres de sus hermanos y que su madre había muerto. Solo habían sobrevivido ellos y su padre, porque estaba en el trabajo”, relata un médico de MSF que estaba en el hospital después del ataque.

La violencia también se ha intensificado en el estado de Jartum desde principios de febrero. De hecho, el pasado 4 de febrero, durante el bombardeo de Omdurman por parte de las Fuerzas de Respuesta del Sudán, se produjeron explosiones a menos de 100 metros del hospital Al Nao, apoyado por MSF. El Ministerio de Salud informó de que 38 personas resultaron heridas y seis murieron, entre ellas un voluntario del hospital.

Esta es la segunda vez en los últimos días que los médicos que trabajan en el hospital han tenido que atender a un gran número de pacientes heridos. El 1 de febrero, un ataque de las RSF en un mercado mató a 54 personas, según el Ministerio de Salud. Desde que comenzó la guerra en Sudán, el hospital Al Nao ha sido golpeado por explosiones en tres ocasiones: en agosto de 2023, octubre de 2023 y junio de 2024.

 

Aumenta la violencia en El Fasher

También han muerto civiles en El Fasher, en Darfur Norte, escenario de intensos enfrentamientos. En los últimos días, los equipos de MSF han estado atendiendo a civiles heridos en el campo de Zamzam después de que el recrudecimiento de los combates provocaran decenas de bajas. El 2 de febrero, el hospital de campaña de MSF en el campo de Zamzam recibió a 21 pacientes heridos. La mitad de ellos eran niños y niñas. Resultaron heridos mientras huían de Shagra, una aldea de la localidad de El Fasher.

El hospital de campaña de MSF en Zamzam brinda atención médica pediátrica y materna y no está equipado para atender lesiones traumáticas que requieran cirugía. Los únicos servicios quirúrgicos que quedaban operativos en la región se encontraban a unos pocos kilómetros de distancia, pero la gente no podía utilizar la carretera entre Zamzam y El Fasher debido a los continuos combates.

Los pacientes en estado crítico quedaron atrapados en el campo de Zamzam sin acceso a cuidados vitales. Cuatro de ellos fallecieron. En cambio, cinco pacientes pudieron ser trasladados con éxito a El Fasher el 3 de febrero, donde el hospital saudí sigue funcionando en cierto grado a pesar de los incesantes ataques —el último, un bombardeo que tuvo lugar el pasado 24 de enero en el que murieron 70 personas—.

“Esta violencia sigue arruinando vidas, dificulta el acceso de las personas a la atención médica y pone en peligro a los trabajadores sanitarios”, alerta Ozan Agbas, coordinador de emergencias de MSF.

Miles de personas que huyen de Shagra han llegado a Zamzam en los últimos días, dejando todo atrás en una búsqueda desesperada de seguridad. Han sido testigos de una violencia terrible en la zona, según han relatado a los equipos de MSF. Unas 60 familias de Shagra también llegaron a Tawila, donde la organización lleva a cabo un programa de emergencia que proporciona atención sanitaria de emergencia, nutricional, pediátrica y materna. Contaron a los equipos de MSF que la gente fue robada y atacada mientras huían por la carretera.

“La violencia que las SAF y RSF están infligiendo sobre la población civil en todo Sudán es trágica y espantosa”, asevera Ozan Agbas, coordinador de emergencias de MSF. “Esta violencia sigue arruinando vidas, dificulta el acceso de las personas a la atención médica y pone en peligro a los trabajadores sanitarios. Instamos a las partes beligerantes a que protejan la vida de los civiles y los salven de esta guerra contra las personas”, concluye.

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