Decenas de miles de personas refugiadas de Camerún huyen a Chad: “Nos sorprendió la magnitud del desplazamiento”

 

 

 

 

“Los primeros conflictos entre comunidades de pescadores de Mousgoum y pastores árabes comenzaron en agosto de este año. Durante algunas semanas organizamos clínicas móviles para brindar atención médica primaria a 11,000 personas refugiadas en Chad, antes de que la situación se calmara. Pero la violencia se reanudó repentina y brutalmente, como sucedió el 8 de diciembre en Kousseri, una ciudad camerunesa en la frontera con N’Djamena, la capital de Chad, porque las tensiones por los recursos agrícolas, pastorales y pesqueros no se han solucionado. En total, 43 personas fueron heridas con cuchillos, balas o flechas. Debido a la falta de atención adecuada en Kousseri, 25 de ellas fueron hospitalizadas en N’Djamena”, explica Jessie Gaffric, jefa de misión en Chad de MSF. 

 

De acuerdo con la ultima información de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 100,000 personas encontraron refugio en Chad, en unos 50 kilómetros a lo largo de los ríos. Según los primeros testimonios obtenidos, algunos pueblos han sido incendiados en Camerún, forzando a sus habitantes a huir. Mientras que la mayoría de los hombres se quedan para proteger su ganado o cultivo, las mujeres cruzan el río con sus hijas e hijos y se establecen donde pueden. 

 

“Nos sorprendió la magnitud del desplazamiento”, dice Guillemette Tomas, coordinadora médica de MSF. “Algunas personas se alojan directamente en los pueblos, pero la mayoría se refugia bajo de árboles, sin ningún tipo de cobijo. Algunos sitios acogen hasta a 10,000 personas refugiadas que están completamente desamparadas, sin acceso a los recursos básicos. Otros actores y autoridades públicas se han movilizado pero las necesidades son inmensas”.

 

 

 

 

MSF ha decidido intervenir en el sitio de Ngueli, al sur de N’Djamena, y brinda atención a las muchas mujeres embarazadas que han tenido que migrar. Desde el inicio de las actividades, el jueves 16 de diciembre, se han realizado alrededor de un centenar de consultas diarias, en presencia de una partera. Más al sur del área de Mandalia, a unos 50 km de distancia, se ha desplegado una clínica móvil en las aldeas de Malfana y Ambague y se ha instalado un centro de consulta fijo en Djazira, donde actualmente hay unas 10,000 personas. La mayoría de las enfermedades tratadas están relacionadas con las malas condiciones de higiene. También se trata a un importante número de casos de malaria endémica de la región es también tratada, principalmente en niñas y niños menores de cinco años. 

 

“La mayoría de nuestros pacientes tienen miedo de volver a sus hogares. Mientras esperamos el establecimiento de estructuras de recepción más permanentes donde esta población refugiada pueda tener acceso a los servicios básicos, continuaremos nuestras actividades y seguiremos explorando el área para asegurarnos de que los grupos de población no sean olvidados”, concluye Guillemette Thomas.