Desechando las mascarillas desechables para proteger a nuestros pacientes y el planeta 

Equipo de Médicos Sin Fronteras lava las mascarillas reutilizables.
Las mascarillas reutilizables se pueden lavar hasta 40 veces y son mucho mejores para el medio ambiente que las mascarillas desechables. © Raushan Kermalieva/MSF

¿Cómo se puede atender a las y los pacientes sin dañar el medio ambiente? Esta es una pregunta que desde Médicos Sin Fronteras (MSF) tratamos de resolver, en un momento en que los efectos devastadores de la emergencia climática se sienten cada vez más en todo el mundo. El sector médico es responsable de alrededor del 5% de las emisiones de carbono en todo el mundo, por lo que quienes brindan servicios médicos deben encontrar formas de reducir su impacto medioambiental. 

Por este motivo, desde MSF pusimos en marcha una iniciativa para encontrar alternativas a las mascarillas quirúrgicas desechables. Este es uno de los artículos más utilizados por nuestro personal médico alrededor de nuestros proyectos en todo el mundo. Los artículos médicos de un solo uso constituyen una parte importante de las emisiones generadas por el sector médico en general. En el caso de MSF, representan casi el 12% de las emisiones de los productos adquiridos para nuestras actividades médicas. También generan una gran cantidad de residuos que deben eliminarse de forma segura. 

Un enfermero de MSF usa una mascarilla reutilizable en lugar de una mascarilla desechable, durante una consulta en Mozambique.
Un enfermero de MSF usa una mascarilla reutilizable durante una consulta en el norte de Mozambique. © Lourino Pelembe/MSF

“Pasamos de utilizar alrededor de cincuenta mil mascarillas en 2011 a más de quinientas mil en 2023”, explica la doctora Mónica Rull, directora médica del centro operativo de MSF en Ginebra, que supervisa proyectos médicos en 30 países. “Sabíamos que nuestras propias prácticas contribuyen a dañar el medio ambiente. Por lo tanto, también a las personas a las que queremos ayudar, así que éramos muy conscientes de que tendríamos que encontrar otra forma de abordar esta situación”. 

En junio de 2023, nuestros equipos médicos en Mozambique y Kirguistán iniciaron un programa piloto para sustituir las mascarillas quirúrgicas de un solo uso por mascarillas lavables. Mismas que se pueden utilizar hasta 40 veces.  

El objetivo era comparar el impacto medioambiental de las mascarillas de un solo uso frente a las lavables. Así, determinar si las mascarillas reutilizables pueden funcionar logísticamente en los diferentes entornos en los que MSF trabajamos. Se hizo una evaluación del ciclo de vida en colaboración con la Universidad Técnica de Berlín, que evaluó las mascarillas “de la cuna a la tumba”. Es decir, desde el material utilizado para crear la mascarilla, el transporte a las instalaciones de fabricación, la producción y el envasado de la mascarilla, así como el transporte hasta el punto de uso. Incluyendo cualquier posible reprocesamiento y la eliminación final de las mascarillas.  

Esta evaluación mostró que la mascarilla lavable superó significativamente a la de un solo uso. El personal de MSF también prefirió en general la mascarilla lavable, ya que afirmó que era más cómoda de llevar. 

 

A diferencia de las mascarillas desechables, las que son reutilizables se pueden lavar hasta 40 veces. © Raushan Kermalieva/MSF

 

La experiencia de este piloto en Kirguistán y Mozambique demostró que es factible reducir el uso de mascarillas quirúrgicas desechables. Y también probó que tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Se reducen las emisiones de carbono, sin comprometer la calidad de la atención ni la seguridad de los pacientes y el personal médico.  

La ambición a largo plazo es reemplazar una proporción significativa de mascarillas desechables con alternativas más sostenibles en todos los proyectos médicos que MSF tenemos en el mundo. Con estos resultados en la mano, el siguiente paso es implementar las mascarillas lavables lo antes posible. 

Nelson Domingos Nuvunga, enfermero de MSF en Mozambique, dice que está animando a sus colegas a utilizar estas mascarillas, “porque como trabajadores de la salud, entendemos muy bien los impactos del cambio climático. Pero también creo que es nuestro deber como seres humanos salvar nuestro planeta”. 

Todo esfuerzo cuenta. Cambiar una sola mascarilla no hará la diferencia, pero cambiar muchas sí. 

 

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