Devoluciones y violencia contra las personas en tránsito en la frontera entre Italia y Francia

Documentamos en un informe los rechazos en la frontera y las condiciones de vida de cientos de migrantes y refugiados varados en Ventimiglia tras ser devueltos por Francia.

Documentamos el rechazo en la frontera y las condiciones de vida de cientos de migrantes y refugiados varados en Ventimiglia tras ser devueltos por Francia
Vista de un asentamiento informal a lo largo del río Roia en Ventimiglia, Italia, donde las personas en tránsito encuentran refugio temporal antes de intentar cruzar a Francia. Italia, 17 de mayo de 2023. © MSF/Candida Lobes

Las personas migrantes son rechazadas de forma sistemática en la frontera por la policía francesa —a veces con violencia, tratos inhumanos y detenciones arbitrarias—. Son abandonadas sin un refugio adecuado y con acceso limitado a la asistencia médica en Italia.

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) llamamos a Italia, Francia y otros países europeos a implementar todas las medidas necesarias para prevenir más daño a las personas en tránsito vulnerables. También pedimos que pongan fin a los retornos sistemáticos e indiscriminados.

Lanzamos un nuevo informe titulado ‘Prohibido el paso: el desafío diario de las personas en tránsito rechazadas y bloqueadas en la frontera franco-italiana’. En él documentamos las condiciones denunciadas por cientos de personas que transitan por la ciudad de Ventimiglia, en el noroeste de Italia, desde donde intentan cruzar la frontera hacia otros países europeos.

Entre febrero y junio de 2023, mediante la gestión de una clínica móvil en Ventimiglia para ayudar a las personas en tránsito, proporcionamos tratamiento médico y orientación sobre servicios a 320 pacientes.

De las 1,004 personas que atendimos, el 80 por ciento declaró haber intentado cruzar a Francia con anterioridad, realizando múltiples intentos antes de ser rechazadas en la frontera francesa. Entre ellas hay hombres, mujeres, niñas y niños. Tras huir de sus países de origen y embarcarse en viajes muy peligrosos en busca de seguridad, vuelven a exponerse a violencia, humillaciones, amenazas y condiciones inhumanas en Europa.

Documentamos el rechazo en la frontera y las condiciones de vida de cientos de migrantes y refugiados varados en Ventimiglia tras ser devueltos por Francia
Personal de MSF juega con un niño en Ventimiglia, mientras su madre recibe asistencia médica en la clínica móvil. © Candida Lobes/MSF

 

“Vemos a personas extremadamente vulnerables siendo rechazadas por la policía francesa de forma indiscriminada, sin que se evalúen adecuadamente sus condiciones individuales.  Después terminan en territorio italiano sin la asistencia adecuada por parte de las instituciones”, asevera Sergio Di Dato, coordinador de proyecto de MSF en Ventimiglia.

Muchas de las personas que encontramos denunciaron la existencia infracciones en los procedimientos durante la notificación de la denegación de entrada por parte de las autoridades francesas. Como la transcripción inexacta de datos personales, falta de información o ausencia de mediadores interculturales.

Las personas vulnerables, como menores, mujeres embarazadas y madres recientes, adultos mayores o enfermos graves, no están exentas de esta práctica. Más de un tercio de los 48 menores no acompañados que hemos atendido declararon haber sido devueltos a Italia. Varias personas más nos narraron haber sido detenidas arbitrariamente en contenedores durante la noche, sin ninguna protección específica para mujeres, niñas  y niños.

También relataron que no les suministran alimentos ni agua de forma regular. Dicen que a menudo se les niega la atención médica, las instalaciones sanitarias son inadecuadas las personas se ven obligadas a dormir en el suelo en condiciones de hacinamiento.

Además, durante el periodo que abarca el informe, nuestro personal en Ventimiglia identificó al menos cuatro casos de separación familiar durante las devoluciones. En algunos casos, estas separaciones causaron traumas a las víctimas, incluyendo a niñas y niños.


La policía nos paró en NizaMi esposa está embarazada. La llevaron al hospital porque se desmayó mientras la esposaban. A mi hijo de dos años y a mí nos condujeron a la comisaría fronteriza de Mentón (Francia). Pasamos la noche expuestos al frío. Esta mañana nos han hecho retroceder y nos han llevado a Italia, pero no tenemos noticias de mi esposa, dice Jean*, de Costa de Marfil.

Documentamos el rechazo en la frontera y las condiciones de vida de cientos de migrantes y refugiados varados en Ventimiglia tras ser devueltos por Francia
Un equipo de MSF brinda asistencia médica a personas migrantes en las áreas cercanas a la frontera francesa. También en los asentamientos informales a lo largo del río Roia a través de una clínica móvil. © Candida Lobes / MSF


Sin techo ni atención médica en Ventimiglia

En Ventimiglia, por otra parte, las personas en tránsito tienen un acceso extremadamente limitado a un alojamiento adecuado, atención sanitaria, agua potable o saneamiento, con consecuencias directas sobre su estado de salud. 

De los 320 pacientes que atendimos entre febrero y junio, 215 presentaban problemas dermatológicos, infecciones respiratorias y gastrointestinales, lesiones y dolores articulares —dolencias causadas o agravadas por vivir en la calle—. Mientras que 14 padecían enfermedades crónicas como diabetes y enfermedades cardiovasculares que requerían tratamiento continuo a largo plazo.

A pesar de la reciente apertura de dos nuevos PAD (Punto Assistenza Diffusa) donde las personas migrantes más vulnerables rechazadas por Francia pueden encontrar refugio para pasar la noche, decenas de personas en tránsito siguen viéndose obligadas a dormir en la calle o en campos improvisados.

Dos de los cuatro PAD prometidos por las autoridades locales aún no están en funcionamiento. Los servicios fundamentales, como alojamiento, asistencia sanitaria y apoyo jurídico, corren a cargo de asociaciones locales y de la sociedad civil.

“Es crucial que, a las personas en tránsito -independientemente de su situación legal- se les conceda el derecho a recibir protección integral y servicios que respondan a sus necesidades”, afirma Di Dato.

Documentamos el rechazo en la frontera y las condiciones de vida de cientos de migrantes y refugiados varados en Ventimiglia tras ser devueltos por Francia
Un equipo de MSF trabaja en Ventimiglia desde enero de 2023 proporcionando asistencia médica a las personas migrantes. © Candida Lobes / MSF

 

“El cuello de botella creado en Ventimiglia desde hace años no es un caso aislado. Refleja la orientación de las políticas migratorias europeas que priorizan la contención y el blindaje de las fronteras sobre los derechos fundamentales y la protección internacional“, afirma Sergio Di Dato, coordinador de proyecto de MSF en Ventimiglia.

Basándonos en los testimonios y en los datos médicos recogidos por nuestro equipo en Ventimiglia y en la frontera italo-francesa, instamos a Italia, Francia y otros países europeos a implementar todas las medidas necesarias para evitar más daños a esta población vulnerable, y les pedimos específicamente:

  • El fin de las expulsiones sistemáticas e indiscriminadas y de los tratos degradantes e inhumanos. Tanto en las fronteras interiores como exteriores de la Unión Europea.
  • Terminar con las detenciones arbitrarias de personas en movimiento y el empleo de la violencia en las fronteras.
  • Asegurar un trato humano y digno y el acceso a la asistencia sanitaria y a unas condiciones de vida decentes para las personas que transitan por Ventimiglia, por Italia y por toda Europa.
  • Garantizar y aumentar las vías legales y seguras para las personas que buscan asistencia y protección en Europa.
  • Garantizar el derecho de todos los niños y niñas extranjeros a solicitar asilo en territorio francés y europeo.

 

MSF trabaja en Italia desde 1999, ateniendo a personas migrantes y refugiadas que llegan por mar. Trabajamos en centros de recepción y asentamientos informarles para brindarles asistencia médica y humanitaria en colaboración con las autoridades italianas.

 

*El nombre fue cambiado para proteger la identidad de la persona. 

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