Día Internacional de la Mujer: Pakistán

Con motivo del Día Internacional de la Mujer lanzamos seis historias contadas por mujeres desde seis países en los que MSF trabaja.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer lanzamos seis historias contadas por mujeres desde seis países en los que MSF trabaja.

Médicos Sin Fronteras (MSF) trabaja en Pakistán desde principios de la década de los 80 y hoy sigue proporcionando atención médica urgente a las poblaciones vulnerables, incluidos refugiados afganos y personas desplazadas.

Sarah Dina, responsable de salud mental de MSF en Pakistán: “Para muchas personas, contar su historia supone parte de su curación. No podemos eliminar por completo su dolor, pero podemos estar a su lado; acompañarles en su tristeza, su culpa y su miedo.

Imagina tener que tomar la decisión de abandonar tu casa, tu lugar de nacimiento, tu infancia, tu gente, tu tierra… Imagina tener que cerrar tu casa y dejar todas tus pertenencias dentro, cajas y maletas, todas aquellas cosas que no puedes llevarte contigo. Y no las puedes llevar contigo porque huyes a pie. No se puede viajar por las montañas en coche. Imagina que te vas porque tienes miedo. Miedo de que te maten. Miedo de que violen a tu hermana o acaben con la vida de tu hermano de un disparo.

Imagina que, antes de irte, viste los cadáveres de muchos de tus familiares. Hazte a la idea de que esos cuerpos no estaban completos. Estaban destrozados. Una pierna, a metros de distancia del cuerpo al que pertenece; un brazo en otra dirección. Imagina el miedo que sentirías si tuvieses que quedarte. Imagina la culpa que sientes al marcharte. Imagina viajar a pie durante todo un mes por las montañas en busca de seguridad sin apenas agua ni comida. Con ampollas en los pies casi desde el mismo momento en el que te pusiste en marcha; y cortes de tanto andar descalzo al final. Imagina caminar por la nieve, subiendo cuestas, escondiéndote en la maleza cuando escuchas una explosión. Solo por un segundo imagina que en tu camino ves a un niño que ha sido abandonado por sus padres porque era imposible acarrear con él durante más tiempo por un terreno tan difícil y en unas condiciones tan duras. Intenté imaginar cómo se sentían esos pacientes, pero no pude. Es demasiado doloroso pensar en su sufrimiento.”

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