Ébola: Recuperando la confianza de las comunidades

Building trust with the communities in an Ebola affected region

Helene, Robert y Clément son una trabajadora de salud comunitaria, un promotor de la salud y una higienista de MSF. A medida que la epidemia de Ébola sigue cobrándose más víctimas, su trabajo diario consiste en recuperar la confianza de las comunidades

Helene, Robert y Clément son una trabajadora de salud comunitaria, un promotor de la salud y una higienista de MSF. A medida que la epidemia de Ébola sigue cobrándose más víctimas, su trabajo diario consiste en recuperar la confianza de las comunidades

Es mediodía en Lubero, en el este de la República Democrática del Congo, y Diallo, un trabajador de salud comunitaria de Médicos Sin Fronteras, camina apresuradamente por la pequeña pendiente que conduce a la casa de una familia que acaba de conocer. "Mi tía ha tenido una hemorragia nasal durante 3 días, pero tengo miedo de llevarla al hospital", le dice el padre de la familia. "No quiero que la lleven por la fuerza al centro de tratamiento de Ébola".

El miedo y los rumores son algo a lo que se enfrentan diariamente los trabajadores como Diallo, que llegan a las comunidades para informarles sobre la disponibilidad de tratamiento gratuito para todas las afecciones médicas en los centros de salud y hospitales que reciben apoyo de MSF.

“Ha disminuido la cantidad de pacientes que acuden a nuestro hospital desde que llegó el Ébola. Lo que más les asusta son los edificios de triaje recién instalados porque no tienen idea de cómo funcionan. Algunas personas piensan que se contagiarán de Ébola allí, pero eso no es verdad,” se lamenta Helene, su colega.

Todos los días, Helene y otros 20 trabajadores comunitarios se esfuerzan por restaurar la confianza de las personas. Les explican que a pesar de la epidemia en curso que está causando dificultades al sistema de salud, todos pueden recibir atención médica para sus problemas de salud, no solo para el Ébola.

‘No dejes que tus amigos y familiares mueran en casa cuando el tratamiento gratuito está disponible en los centros de salud locales’, es el mensaje que siguen repitiendo. “Las medidas de higiene, que pueden parecer bastante aterradoras, están destinadas principalmente a proteger a las personas de enfermedades infecciosas. En pocos días, podemos evaluar a un paciente para detectar las más comunes como el cólera, el sarampión y la malaria. Los pacientes que pueden estar infectados de Ébola son derivados a un centro especializado en Butembo ", comenta el Dr. Kanouté, que trabaja en el proyecto de MSF en Lubero.

 

 

Mejorando la higiene en los centros de salud

Se hicieron algunos cambios recientemente al Hospital Lubero, y son muy notorios. Las medidas implementadas para prevenir y controlar las infecciones han llevado a la contratación de numerosos higienistas y, además, se ha establecido una zona "roja" para pacientes con enfermedades infecciosas. El personal sanitario que trabaja en la zona "roja" usa equipo de protección personal y guantes, y es especialmente cuidadoso al momento de lavarse las manos. La gestión de residuos también es una cuestión vital en el centro.

Los pacientes con síntomas similares a los del Ébola son admitidos en la zona roja mientras esperan ser examinados adecuadamente para saber si tienen el virus, y se hacen los arreglos necesarios para transportarlos a una instalación adecuada en caso de ser necesario. Hasta el momento, se ha sospechado que 14 personas estaban infectadas con el Ébola en el distrito de salud de Lubero desde el inicio de la epidemia, y tres de ellas murieron sin recibir el tratamiento adecuado.

Afortunadamente, el área aún no ha visto un caso positivo de la enfermedad. Además de brindar apoyo al Hospital de General de Referencia de Lubero, MSF también asiste a los centros de salud del área con la implementación de medidas de prevención y control de infecciones, a la vez que les equipa progresivamente con puntos de lavado de manos con agua clorada y termómetros para verificar la temperatura de las personas.

Sin estos cambios, sin la capacitación de los trabajadores de la salud (la mayoría de los cuales nunca se ha encontrado con el Ébola) y la participación de las comunidades, cualquier estrategia adoptada para contener la epidemia estaría condenada al fracaso. El número total de personas infectadas con Ébola desde el comienzo de la epidemia es de más de 2,000 y, de ellas, más de 1,200 murieron. Casi la mitad de las muertes han ocurrido fuera de los centros de tratamiento del Ébola, ya sea en los hogares de los pacientes o en centros de salud. El brote de Ébola actual es el segundo más letal en la historia, y el más grande jamás visto en la República Democrática del Congo.

 

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