El personal sanitario de Gaza en primera línea, frente al estrés

Psicólogos de MSF en una sesion de "Cuidar a quienes cuidan" un proyecto en Gaza.
Mahmoud y Hana, psicólogos de MSF, dirigen al grupo a través de una serie de actividades energéticas para romper el hielo. © Claire Robbins

En una sala de formación de la ciudad de Gaza, se reúne un grupo de personal sanitario de diversas partes de la Franja de Gaza. Se presentan como personal médico, de enfermería, de administración, técnico y de otras profesiones médicas. Mahmoud y Hana, profesionales de psicología de Médicos Sin Fronteras (MSF), reparten el material y explican el programa de la jornada: se trata de una sesión del proyecto ’Cuidar a quienes cuidan’ , un programa de formación sobre temas de salud mental para los profesionales sanitarios que trabajan en la Franja de Gaza, organizado por MSF con el apoyo del Ministerio de Salud.

Los últimos tres años han sido agotadores para este grupo de profesionales, especialmente como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. También han estado en primera línea de respuesta durante dos escaladas de violencia, en mayo de 2021 y agosto de 2022, atendiendo a pacientes afectados por los bombardeos israelíes y el trauma de la guerra.

La formación ’Cuidar a quienes cuidan’ para la que se ha reunido este grupo pretende iniciar el diálogo, en un espacio seguro, sobre la importancia de la salud mental para el personal sanitario. Las sesiones de formación durante la jornada incluyen temas como: control de la ira, gestión de las situaciones estresantes, el autocuidado y la comunicación de malas noticias a los pacientes.

Según Antonella Pozzi, responsable de actividades de salud mental de MSF en Gaza, “Médicos Sin Fronteras decidió desarrollar esta actividad porque en Gaza el personal médico y no médico trata con una población que ha sufrido y sigue sufriendo circunstancias traumáticas. Este personal se enfrenta a situaciones difíciles y a la exposición indirecta a posibles traumas que, si no se canalizan adecuadamente, pueden acumularse y generar graves consecuencias psicológicas, como el agotamiento”.

MSF brinda tratamiento a las lesiones infantiles en Gaza
Una enfermero vigila los signos vitales a su paciente de cuatro años, en la sala de recuperación de la unidad de reconstrucción de extremidades del hospital Al-Awda. © Virginie Nguyen Hoang

 

Nessma, doctora de un hospital de la ciudad de Gaza, dice: ”Todos los días tratamos con personas físicamente enfermas que están cansadas, que quieren que alguien esté a su lado y se ocupe de sus problemas“. Dice que las y los pacientes necesitan personal médico que sea consciente del impacto mental de estas crisis, y que dicho personal debe estar en sintonía y poder sobreponerse a sus propios factores de estrés.

Hoy, Nessma y otras 11 personas se reúnen para realizar una sesión completa, de una jornada, dirigida por los profesionales de psicología de MSF Mahmoud y Hana, donde debatirán sobre las dificultades y los retos a los que se enfrentan como proveedores de atención sanitaria en Gaza, y aprenderán técnicas para hacer frente a estos retos.

Durante la pandemia de la COVID-19, se amplificó la presión cotidiana que experimenta el personal sanitario de todo el mundo, y aumentó la conciencia sobre la necesidad de apoyar a estas personas dedicadas al cuidado de otros. Sin embargo, no se ha incluido en estas conversaciones la triple carga que el personal sanitario de lugares como Gaza ha soportado además de la pandemia: entornos con pocos recursos y una población empobrecida, y operaciones en zonas de conflicto donde a menudo llegan muchos pacientes traumatizados.

En Gaza, los profesionales sanitarios trabajan en un entorno extremadamente difícil. Los 15 años de bloqueo de Gaza y los recurrentes estallidos de violencia siguen menoscabando el sistema sanitario. Esta combinación de factores ha provocado una disminución de las camas hospitalarias operativas y ha afectado a la disponibilidad de recursos humanos, como personal médico y de enfermería. Además, las restricciones impuestas a las importaciones por parte de las Autoridades israelíes, que se refuerzan durante los periodos de violencia, suelen provocar escasez de medicamentos en los hospitales de Gaza.  En agosto de 2022, el cierre de los pasos transfronterizos durante varios días dificultó el ingreso de medicamentos y suministros médicos esenciales y provocó una grave escasez de combustible, que afectó al funcionamiento de la infraestructura sanitaria de Gaza.

Para una de las participantes de la sesión, una radióloga de la ciudad de Gaza, la incertidumbre de la guerra aumenta su ansiedad y repercute en su propia salud mental. También lo nota en sus pacientes. ”Los pacientes experimentan presión psicológica debido a una situación política y de seguridad inestable que cambia día a día. En Gaza, siempre estamos pendientes de si hoy va a haber guerra o no, siempre pendientes de si va a caer una bomba o un misil, y cosas por el estilo. En nuestro día a día, hay incendios y ambulancias en las calles“.

Para atender mejor a sus pacientes, dice, ”tenemos que aprender a lidiar con todas estas cosas”.

MSF brinda una sesión proyecto ’Cuidar a quienes cuidan’en Gaza
Trabajadoras y trabajadores sanitarios de Gaza trabajan en un ejercicio para identificar los síntomas físicos del estrés. © MSF/Claire Robbins

 

Por supuesto, el personal de los hospitales de Gaza también experimenta muchos de los mismos problemas a los que se enfrentan sus colegas de todo el mundo, incluso en contextos pacíficos. Mahmoud, uno de los facilitadores de la sesión, afirma que las largas jornadas de trabajo, la escasez de personal y la presión ejercida por los superiores y las familias de los pacientes pesan mucho sobre los participantes que asisten a sus sesiones de este programa.

Las sesiones que imparte sobre autocuidado pretenden aliviar esas presiones, enseñando al personal a identificar los síntomas del agotamiento y el malestar mental que puedan estar sintiendo, y las estrategias para establecer límites personales y pedir ayuda. Con estas sesiones, que se realizan dos veces por semana, MSF quiere llegar a cientos de personas que trabajan en el sector sanitario.

Mahmoud subraya que el programa es solamente el comienzo de un debate sobre la salud mental y que debe continuar. Quienes participan se comprometen a contribuir a dicho debate y a compartir con sus colegas las nuevas habilidades que han aprendido hoy.

La responsable de un departamento de fisioterapia de un hospital pediátrico de Gaza afirma: ”Estas sesiones nos han hecho pasar de un vacío psicológico, de la fatiga, del agotamiento y de la rutina a otra cosa, y hemos aprendido nuevos conceptos, conceptos documentados y soluciones para algunos de los problemas a los que nos enfrentamos como cualquier otro ser humano, ya sea en casa, en el trabajo, con los compañeros o con los pacientes”.

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