El sistema médico en el norte de Gaza fue reducido a cenizas

Personas recolectando agua junto a un edificio en riesgo de colapsar en Beit Lahia, en el norte de Gaza.
Personas recolectando agua junto a un edificio en riesgo de colapsar en Beit Lahia, en el norte de Gaza. © Nour Alsaqqa/MSF

Aunque el alto al fuego en Gaza se implementó el 19 de enero de 2025, tras 15 meses de guerra sin cuartel contra la población atrapada allí, todos los componentes de la sociedad quedaron destruidos. Nuestros equipos ya pueden llegar al norte de la Franja, antes asediada por las fuerzas israelíes, para evaluar las necesidades médicas y humanitarias de las personas. La situación es espantosa: no queda nada. Nuestro personal ya no reconoce sus propios barrios, los hospitales fueron arrasados y las personas se están instalando en los escombros de sus hogares sin otro refugio para hacer frente a las condiciones invernales.

Caroline Seguin, coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza, nos compartió sus impresiones desde allá. 

¿Cuál es la situación en el norte de Gaza?

“En la gobernación del Norte, el nivel de destrucción es total. Es una tierra llana. No he visto nada igual en mi vida. Nuestros colegas palestinos ya no son capaces de reconocer sus propios barrios, algunos estaban en estado de shock. Otros literalmente se derrumbaron.En Ciudad de Gaza ya nos había conmocionado el nivel de destrucción, pero luego fuimos al norte, a Jabalia, y no podíamos ni hablar. Ahí ya no hay nada. Solamente ruinas y olor a muerte por todas partes debido a los cadáveres que siguen atrapados bajo los escombros”.

 

¿Qué pasó con el sistema médico en el norte de Gaza?

“En el norte de la Franja ya no hay sistema médico. El Hospital Kamal Adwan fue arrasado, mientras que los hospitales Al Shifa, Al Awda e Indonesio están gravemente dañados y solo funcionan parcialmente. Nos quedamos estupefactos al observar que en el Hospital Indonesio todas las máquinas médicas parecían haber sido destruidas deliberadamente. Las hicieron pedazos, una a una, para asegurarse de que ya no se pudiera prestar atención médica.

Cabe preguntarse cuál es la motivación de semejante acción. Estas máquinas están hechas para salvar las vidas de personas, madres, padres, niñas, niños. Es devastador ver el estado de estos hospitales.

Máquinas destruidas en un hospital del norte de Gaza.
Máquinas destruidas en un hospital del norte de Gaza. © Nour Alsaqqa

 

La prestación de asistencia médica es muy insuficiente en comparación con las necesidades de los cientos de miles de personas que viven en la zona. Por ejemplo, entre el norte de Gaza y Ciudad de Gaza solo hay seis camas de cuidados intensivos pediátricos, en comparación con las 150 que había antes de la guerra, y el número de camas hospitalarias para pacientes se ha desplomado de 2,000 a 350”.

 

Aún faltan artículos básicos

“El flujo de suministros vitales ha mejorado desde el alto al fuego, pero el nivel de necesidades es tan alto que la población sigue careciendo de artículos básicos. La necesidad de alimentos, agua, tiendas y material de refugio en esta zona sigue siendo crítica. La escasez de agua es un verdadero desafío dado el alto nivel de daño en las instalaciones de agua y porque se encuentran en lugares inaccesibles.

Nuestros equipos han empezado a transportar agua en camiones cisterna en Jabalia y Beit Hanoun y reparar los pozos dañados, pero se trata de una solución temporal y no es suficiente para cubrir las necesidades que son masivas. El problema es que, debido a la guerra, hemos localizado nuestras actividades en el sur y ahora lleva tiempo redistribuirlas al norte.

A cuatro semanas desde el alto al fuego, seguimos sin ver el aumento masivo de la ayuda humanitaria que se necesita en el norte de Gaza. La comunidad humanitaria no está brindando servicios vitales a una población que necesita desesperadamente ayuda humanitaria y médica. Tanto Israel como los actores internacionales deben garantizar urgentemente la entrega de suministros vitales, como refugio y alimentos, y aumentar las capacidades para su distribución”.

Pacientes esperando una consulta médica en Sheikh Radwan, un centro médico apoyado por MSF en ciudad de Gaza. © Nour Alsaqqa/MSF
Pacientes esperando una consulta médica en Sheikh Radwan, un centro médico apoyado por MSF en ciudad de Gaza. © Nour Alsaqqa/MSF

 

La realidad a la que se enfrentan las personas

“Las personas viven en condiciones terribles. Intentan asentarse lo mejor que pueden sobre las ruinas de sus hogares, pero es extremadamente difícil hacerlo. Por el clima invernal, tienen que enfrentarse a temperaturas muy bajas, lluvias torrenciales y fuertes vientos, y ni siquiera tienen muros a su alrededor para protegerse. No tienen acceso a atención médica, vivienda digna ni agua.

Sin embargo, las condiciones a las que tuvieron que enfrentarse durante los 15 meses de guerra, siendo desplazadas y viviendo en tiendas de campaña, fueron aún peores. Después de estas penurias, necesitan reunirse con sus seres queridos y quieren quedarse y reconstruir su vida. Muchas de estas personas no tienen intención de marcharse. Es esencial garantizar un suministro constante y seguro de ayuda humanitaria a quienes han sufrido un trauma inimaginable”.

Desde el 1 de febrero, nuestros equipos empezaron a apoyar a la población del norte de Gaza con clínicas móviles para prestar atención médica. © MSF
Desde el 1 de febrero, nuestros equipos empezaron a apoyar a la población del norte de Gaza con clínicas móviles para prestar atención médica. © MSF
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