Emergencia en Filipinas: siete prioridades sanitarias para MSF

Una vez implantadas las actividades médicas de Médicos Sin Fronteras en Leyte, Samar y Panay, empieza a dibujarse el panorama de las consecuencias médicas del tifón. La doctora Natasha Reyes, coordinadora de Emergencias de MSF en Filipinas, describe las principales lesiones físicas y problemas de salud mental que presentan los supervivientes que están siendo atendidos.

Una vez implantadas las actividades médicas de Médicos Sin Fronteras en Leyte, Samar y Panay, empieza a dibujarse el panorama de las consecuencias médicas del tifón. La doctora Natasha Reyes, coordinadora de Emergencias de MSF en Filipinas, describe las principales lesiones físicas y problemas de salud mental que presentan los supervivientes que están siendo atendidos.

1-Heridas por culpa de los fuertes vientos
Los casos más graves vistos por los equipos en Guiuan corresponden a personas con heridas directamente causadas por el impacto del viento. Unos 60 pacientes han necesitado cirugía menor: procedimientos que necesitan anestesia local para realizar la sutura, limpieza de heridas infectadas y fracturas. Hemos visto pacientes con heridas muy feas en la cabeza; algunas habían sido cosidas pero se habían infectado y tuvimos que empezar desde cero, limpiándolas y suturando de nuevo. También hemos atendido a pacientes con diabetes que presentaban heridas muy infectadas: debido a la diabetes, las heridas no se curan igual, y tenemos al menos un paciente al que probablemente tendremos que practicarle una amputación porque la infección ha avanzado peligrosamente.

2-Heridas a consecuencia de andar sobre escombros
Solo en la ciudad de Santa Fe (cercana a Tacloban, Leyte) hemos atendido a unos 150 pacientes con este tipo de lesiones. Son cortes en la planta, heridas en las uñas, sufridas al pisar los escombros. Por eso la vacunación contra el tétanos es una prioridad.

3-Víctimas indirectas: pacientes crónicos
Han muchísimas personas que son víctimas indirectas. Conozco el caso de un anciano con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que es una enfermedad respiratoria grave. No estaba nada bien cuando le atendimos: había perdido su inhalador, lo cual es muy peligroso. Los pacientes crónicos lo pasan muy mal. Hemos visto por ejemplo niños con epilepsia que han perdido su medicación.

4-Enfermedades relacionadas con la contaminación del agua
Estamos viendo niños con infecciones gastrointestinales y diarrea, derivadas casi seguramente de beber agua en malas condiciones, que es la única que han tenido disponible. El vivir expuestos, a la intemperie, bajo la lluvia y la humedad, también ha agravado las infecciones respiratorias, que son muy comunes. Pero nuestros equipos comentan que estas enfermedades aún no están en niveles alarmantes.

5-Alerta ante brotes de enfermedades mortales
Estamos muy alertas ante enfermedades muy peligrosas que son endémicas en esta región, como las fiebres tifoideas, la esquistosomiasis, el cólera y la leptospirosis. Aún no hemos detectado ningún caso, pero nos preocupa el que las condiciones en que la gente subsiste a consecuencia del tifón pueda provocar un brote de alguna de ellas.

6-La salud materna, una prioridad
En Guiuan, nos consta que antes del tifón el ritmo de partos en el hospital era de unos 10 o 15. En estos momentos, las mujeres con partos complicados no tienen dónde dar a luz de forma segura o por cesárea, así que una de nuestras prioridades es establecer servicios de maternidad, obstetricia y ginecología. En esta ciudad, el equipo de MSF asistió su primer parto el pasado lunes.

7-Dolores misteriosos que apuntan a causas psicológicas
El desastre tiene unas inevitables consecuencias psicológicas y por eso la salud mental es parte esencial de la respuesta de MSF. En Panay, hay personas que vienen a la clínica con síntomas físicos que pueden tener una causa psicológica subyacente: describen misteriosos dolores, y además padecen pesadillas y desórdenes del sueño. Estos síntomas son una respuesta normal, pero ellos no lo saben. Tenemos que salir y decir a todo el mundo que esta es una reacción absolutamente normal. En Guiuan por ejemplo ya hemos iniciado las consultas de salud mental, tanto para pacientes como para el personal filipino con el que estamos trabajando. El problema es que ahora hay mucha gente muy ocupada como para tener tiempo de absorber lo que ha ocurrido. He conocido a una mujer que ha perdido a su hija y a su madre, y me lo contó con total normalidad; me dijo que lloró cuando ocurrió pero que desde entonces ya no ha llorado más. Muchos de los efectos del desastre llegarán con retraso y los equipos de MSF van a tener bastante trabajo en este sentido.

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