En el campo de fútbol: una historia de participación comunitaria y diversidad en Abyei

El equipo de fútbol de Médicos Sin Fronteras en Abyei
El equipo de fútbol de Médicos Sin Fronteras en Abyei. © MSF

En el Área administrativa especial de Abyei, en África, hay una atmósfera eléctrica que rivaliza con la de cualquier partido de una Copa del Mundo. Sin embargo, este campo de fútbol es testigo del compromiso de la comunidad, llevado a la vida por el equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF). 

Abdulrahman Khaleel llevaba dos meses como coordinador de proyecto de MSF en Abyei cuando encontró una oportunidad de fortalecer el compromiso entre la organización y la comunidad local, que hace apenas un año estaba desgarrada por la violencia entre comunidades. 

La idea era sencilla: un torneo de fútbol que ayudaría a unir a las personas a lo largo de varios días. 

El equipo de fútbol de Médicos Sin Fronteras fue creado pocas semanas antes. La participación en este equipo no era exclusiva de deportistas o personas con grandes habilidades. Estaba abierta a todos los integrantes del personal para crear un sentido de pertenencia.  

“Al llegar al proyecto, vi una oportunidad de fortalecer las relaciones entre el personal que trabaja en el proyecto”, dice Abdulrahman. 

“Quería crear algo que atrajera la atención de todas las personas y nos reuniera en un mismo lugar. Por lo tanto, propuse la idea de formar un equipo de MSF para jugar fútbol juntos, compuesto por personal de nuestra organización, personal del Ministerio de Salud y jornaleros. Este evento elevó el ánimo de la gente y cerró la brecha entre el personal que trabaja en el proyecto. Nos aseguramos de que la participación en el equipo de fútbol estuviera abierta a todos. De esta forma brindamos un espacio en el que todo el personal podía sentirse afiliado a algo”, termina de explicar. 

Desde Médicos Sin Fronteras brindamos atención médica en el Área Administrativa Especial de Abyei desde 1997. En 2006 intensificamos nuestro trabajo allí para brindar diversos servicios que incluyen atención de emergencia, cirugía, atención materna y pediátrica, vacunación y tratamiento de diversas enfermedades.  

Torneo de fútbol de Médicos Sin Fronteras en Abyei

 

En 2008 abrimos un hospital en Agok. Tras la violencia entre comunidades que estalló en febrero de 2022, que provocó el desplazamiento de unas 70,000 personas de sus hogares, trasladamos las operaciones de Agok al Área Administrativa Especial de Abyei y al condado de Twic para brindar apoyo a la comunidad desplazada. 

La idea de organizar un torneo de fútbol entre el nuevo equipo de MSF y la comunidad local se materializó con la ayuda de las autoridades locales y los representantes juveniles. En el torneo participaron 12 equipos locales, todos jugando en un mismo campo. 

Desde MSF organizamos el torneo. Aseguramos el terreno de juego, contratamos jueces de línea y árbitros e invitamos a los equipos locales. El evento se realizó durante varios días en junio y contó con la presencia de la población local y líderes comunitarios.  

Fue una oportunidad única para que el personal de MSF se relacionara con la comunidad más allá de sus actividades médicas diarias. La escala de participación de la comunidad superó todas las expectativas. La emoción alcanzó su punto máximo cuando el equipo de MSF salió al campo, reflejando una conexión que trascendió el apoyo médico. 

“Nos sorprendió la cantidad de gente de la comunidad que vino a ver cada partido, especialmente cuando jugaba el equipo de MSF”, afirma Khaleel. “Al partido final asistió una gran audiencia, incluyendo el jefe del gobierno local en Abyei. Nos sorprendió la atención que recibió el torneo de fútbol y su impacto en la comunidad”. 

Para Reena Sattar, que dirige el área de recursos humanos de MSF en Sudán del Sur, asistir al torneo no se trataba solo de fútbol: fue un ejemplo de participación comunitaria en su máxima expresión.  

“Estuve aquí en febrero de 2022, justo después de la violencia entre comunidades en Agok”, dice Reena. “Regresé un año después para ver el progreso de la respuesta de emergencia a los proyectos regulares tanto en Abyei como en Mayen Abun. En mi segundo día aquí, Abdelrahman, el coordinador del proyecto, dijo: ‘Hoy hay un partido de fútbol después del trabajo, ¿quieres venir? Es un torneo de MSF que organizamos’. ¡Por supuesto, dije que sí!”, cuenta Reena. 

Abdulrahman recuerda cómo un integrante del equipo le dijo que, después del torneo, la población local hablaba de los partidos de fútbol y no de las tensiones relacionadas con el reciente conflicto. Esto muestra el impacto positivo que una iniciativa de este tipo puede tener en la moral y el enfoque de las personas. 

“Este tipo de actividad nos hace avanzar mucho en nuestros esfuerzos por acercarnos a la comunidad y los jóvenes”, dice Abdulrahman. “Al organizar este torneo, enviamos un mensaje directo a la comunidad sobre quiénes somos. No olvidaré el momento en que un miembro del equipo se me acercó y me dijo: ‘Esta fue una gran idea. Las personas ahora hablan del torneo, no de la guerra ni del conflicto'”. 

En los últimos años, el equipo de MSF en Abyei también se ha centrado en la diversidad, la equidad y la inclusión dentro del proyecto. Esto ha llevado a un cambio en los roles de género y a la promoción de personal contratado localmente a puestos directivos mediante programas de formación y desarrollo. 

En Sudán del Sur ahora tenemos mujeres conductoras y hombres parteros. Esto suena como algo pequeño pero es algo que no existía hace 10 años. Gracias a la capacitación en el puesto de trabajo, a los cursos de gestión de personal y a la formación técnica, logística y médica de nuestro personal, también hemos visto progresar al personal desde puestos básicos hasta puestos directivos. Espero que avancemos hacia una toma de decisiones más integradora, que se involucre más a nuestro personal contratado localmente en las decisiones operativas, dado que conocen la historia del proyecto y el contexto”, concluyó Reena. 

El torneo de fútbol de Abyei no fue solo una serie de partidos. Fue una manifestación de la integración, el trabajo en equipo y la diversidad, y un ejemplo positivo de cómo el compromiso humanitario basado en la comunidad puede unir a las personas. 

 

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