En El Salvador, población afectada por violencia no recibe la atención necesaria: Informe MSF 2019

La organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) ha publicado su informe de labores del 2019. En este, afirma que la población que es víctima de los impactos de violencia resultantes del conflicto entre pandillas y fuerzas de seguridad del Estado no recibe atención necesaria ni adecuada a las posibilidades de acceso. Además, recuerda que la prestación de servicios médicos de forma segura en áreas estigmatizadas como zonas rojas es posible y, empero de la reducción de homicidios, las dinámicas de violencia continúan afectando la salud física y mental de la población civil.

La organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) ha publicado su informe de labores del 2019. En este, afirma que la población que es víctima de los impactos de violencia resultantes del conflicto entre pandillas y fuerzas de seguridad del Estado no recibe atención necesaria ni adecuada a las posibilidades de acceso. Además, recuerda que la prestación de servicios médicos de forma segura en áreas estigmatizadas como zonas rojas es posible y, empero de la reducción de homicidios, las dinámicas de violencia continúan afectando la salud física y mental de la población civil.

El Salvador es un país ubicado en Centroamérica con una población de aproximadamente unos 6.5 millones de habitantes. La violencia entre pandillas rivales, sus enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y la violencia contra la población civil generan estigma en los segmentos poblacionales que residen en estas áreas y dificultan el acceso de las instituciones a prestar los servicios. Debido a la violencia, muchas personas se ven obligadas a huir de sus hogares y entrar en situaciones de necesidad de protección y asistencia, mismo escenario que encuentran aquellas personas expulsadas por países como Estados Unidos y México.

Desde el inicio de nuestras intervenciones en 2018, hemos evidenciado la falta de atención de víctimas de amenazas, extorsión, violencia física, violencia sexual, desplazamiento forzado, torturas y violencia doméstica, testigos de violencia, entre otras. Otro aspecto preocupante es la desprotección de las personas víctimas de migración forzada por amenazas o deportaciones desde Estados Unidos y México que no encuentran redes de apoyo sostenibles y se enfrentan, en muchas ocasiones, a la violencia de la cual huyeron. 

“La población víctima de violencia no solo vive invisibilizada y con muchas barreras de acceso, sino que tiene poca información o voluntad en involucrarse en formas de asistencia médica o de cualquier otra forma. Es cierto que es complicado llegar a estas personas, pero lo es aún más cuando las instituciones discriminan o dan la espalda a estas situaciones”, afirma Luis Romero Pineda, Coordinador de Proyecto de Médicos Sin Fronteras en El Salvador.  “En el caso de aquellos que huyen de sus hogares o son forzados a regresar al país, existe una doble afectación. No es cierto que El Salvador tenga la capacidad de acoger a personas retornadas o desplazadas y menos aun cuando estas han enfrentado situaciones de violencia”, añade.

El informe incluye hallazgos de un estudio, realizado en conjunto con la Unidad Médica Brasileña (BRAMU) de MSF en las comunidades Las Margaritas, Reparto Campanera, Comunidad 22 de Abril, Comunidad 1 de Diciembre de Soyapango y comunidad Concepción, de San Salvador, donde evidencia un impacto directo de la violencia y migración forzada en la salud. Este estudio, realizado con 813 personas entrevistadas estas, destacamos que:

 

  • El 10% de las mujeres y 3% de hombres fueron víctimas de una violación sexual.
  • El 62% de las mujeres y el 32% de hombres han sido víctimas de alguna forma de agresión sexual.
  • El 62,4% ha cambiado de residencia, de los cuales, 38,6% lo hizo forzadamente en el interior del país.
  • Únicamente el 8,7% de las personas que son víctimas de violencia buscaron asistencia médica.
  • El 42,1% que fueron amenazadas, expresaron pensamientos suicidas. Solamente el 7,9% recibieron asistencia psicológica.

 

Romero Pineda concluye que “el trabajo de MSF no solo nos permite confirmar las lamentables consecuencias de la violencia en la salud física y mental. También nuestras acciones, realizadas junto a las comunidades, y a veces junto al Ministerio de Salud y otras instituciones, nos permite afirmar que la prestación de servicios médicos a población afectada por la violencia es posible”. MSF no ha presentado ningún incidente de seguridad que interrumpa el servicio médico-humanitario.

 

Proyecto MSF En El Salvador

MSF brinda atención de emergencias médicas 24/7 gratis y confidencial para facilitar la referencia hospitalaria a pacientes que viven en los barrios de Soyapango más hostigados por la violencia, brigadas médicas móviles en zonas que han tenido un acceso limitado o nulo a los servicios de salud, junto con instituciones y organizaciones, garantizamos atención médica y psicológica a víctimas de la violencia, violencia sexual y del desplazamiento forzado a causa de la violencia, atención en salud mental en unidades de salud, albergues y comunidades, y desarrollamos actividades de educación y promoción de la salud en actividades grupales e individuales en comunidades etiquetadas como zonas rojas.

En 2019 alcanzamos 11 comunidades (en el municipio de San Salvador y Soyapango) y facilitamos a los equipos del Ministerio de Salud reanudar los servicios y actividades.

 

Lee el Informe Anual 2019 de Médicos Sin Fronteras en El Salvador 

 

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