En Yemen, las madres también sufren desnutrición

MSF preocupada por el aumento de la desnutrición entre las madres en Yemen en los últimos dos años
Mayasa cuida de su hijo Mohammad, de dos años. © Salam Daoud / MSF

Estos testimonios fueron facilitados por madres yemeníes en el hospital de Abs, que Médicos Sin Fronteras apoyamos en la gobernación de Hajjah. Dos de cada tres mujeres ingresadas en la maternidad de Abs durante el último mes padece desnutrición.

Estas son sus historias.

 

Vine al hospital con el estómago vacío

Mayasa, una madre con su hijo en el centro de nutrición terapéutica

Mi nombre es Mayasa Yehya Ali. Traje a mi hijo Mohammad al hospital de Abs cuando enfermó. Va a cumplir dos años el próximo mes. No está comiendo nada. Trato de darle leche, pan, papas, jugo, cualquier cosa, pero no acepta ninguna comida.

Soy de la aldea de Al-Marabee’, que está a unas dos a tres horas de Abs. Queda en el límite entre las gobernaciones de Hajjah y Al-Hudaydah. Primero lo llevé al centro de salud y allí nos refirieron al hospital de Abs. Para venir aquí, fui parando coches en el camino y les pedía a los conductores que me acercaran. Tuve que endeudarme para poder cubrir los costos de transporte. Era la única manera en la que podía buscar atención médica para mi hijo, cuya condición sigue empeorando.

MSF preocupada por el aumento de la desnutrición entre las madres en Yemen en los últimos dos años
Mayasa cuida de su hijo Mohammad, de dos años. © Salam Daoud/MSF

 

Esta no es la primera vez de Mohammad en el hospital de Abs, es la séptima. Ha estado enfermo desde que nació. Tenía una fiebre muy alta, su piel se puso amarilla y luego negra. Lo traje aquí y pasó una semana en neonatología con oxígeno. Al cumplir los seis meses no estaba comiendo, por lo que pasó un tiempo hospitalizado. Cuando tenía once meses, lo ingresaron en la unidad de aislamiento ya que tenía sarampión. Cuando está en el hospital se pone mejor, pero luego cuando regresamos a casa vuelve a enfermar. Lo atendieron en el centro de nutrición terapéutica otras tres veces, parece que enferma cada unos pocos meses. Y aquí estamos ahora, ha vuelto a tener desnutrición y neumonía.

Yo estoy embarazada de cuatro meses ahora. No tengo dinero para hacerme los controles de embarazo. Apenas si tengo dinero para comprar comida. No tenemos ingresos ni recibimos ayuda alimentaria. Mi esposo encuentra trabajo en la construcción siempre que puede, pero eso sólo funciona una vez cada tanto.

Mohammad fue ingresado esta mañana. Vine al hospital con el estómago vacío mientras que mis otros dos hijos fueron a desayunar con su tío. Comemos lo que haya disponible, y a veces nuestros vecinos nos dan comida.

 

Nos alimentamos con té y pan,

Saada, una embarazada ingresada en la maternidad

Mi nombre es Saada Hussein Borghoshi. Estoy embarazada de nueve meses. Vine al hospital de Abs debido a un sangrado y una obstrucción intestinal. Tengo seis hijos, el más pequeño tiene 18 meses.

No hago ningún seguimiento de mi embarazo, sólo lo hice con mi primer hijo. Simplemente no tengo dinero para visitar los centros de salud, y los hospitales quedan muy lejos.

Yo vengo de Washha, en la gobernación de Hajjah. Mi pueblo natal está muerto. No hay trabajo ni ninguna fuente de ingresos. Me llevó mucho tiempo de viaje poder llegar al hospital. Tuve que gastar todo lo que tenía para venir. No tenemos ingresos, mi esposo solía arar campos pero ahora está enfermo y no puede trabajar.

Nos alimentamos con té y pan, no podemos comprar carne ni pescado. Solíamos recibir asistencia alimentaria, una bolsa de harina y una botella de aceite solamente, pero hace ya cinco meses que se interrumpió.

MSF preocupada por el aumento de la desnutrición entre las madres en Yemen en los últimos dos años
Madres y abuelas con sus bebés en brazos a las puertas de la maternidad de MSF en el hospital materno-infantil de Al-Qanawis. © Jinane Saad/MSF

Nunca recibimos ayuda alimentaria

Aisha, paciente en la maternidad

Mi nombre es Aisha Mohammad Ali Saeed. Vine al hospital de Abs porque había estado sangrando durante cuatro días. Este es mi segundo aborto espontáneo.

Mi familia tuvo que desplazarse de Bani Hassan, en la gobernación de Hajjah, hace cinco años. Ahora vivimos en Maddah del Este, en la gobernación de Al-Hudaydah, que es un pueblo a una hora de Abs. Cuando llegamos, construimos una pequeña casa con hojas de plátano. No era sostenible durante la temporada de lluvia, pero conseguimos construir una casa de barro.

Mi esposo tiene insuficiencia renal por lo que no puede trabajar. Mi hijo trata de encontrar trabajo día a día en donde sea que pueda. Casi no podemos conseguir ingresos para alimentar a nuestra familia. Nunca recibimos ayuda alimentaria. Si lo hiciésemos yo no la rechazaría. Mis vecinos solían recibir ayuda, pero eso se interrumpió hace cinco meses.

A veces me endeudo para comprar arroz o trigo en el comercio local para alimentar a mi familia. Sólo comemos lo que ingresa a nuestra casa, y el resto queda en la voluntad de Dios.

 

Compartir