Enfermedad del sueño: una puerta a la esperanza

Cholera vaccination in Tanzania

Nuevos diagnósticos y tratamientos abren una puerta a la esperanza para la enfermedad del sueño, pero el acceso a ellos es una incógnita. La falta de financiación sostenible pone en peligro los programas nacionales de control contra esta enfermedad.

Nuevos diagnósticos y tratamientos abren una puerta a la esperanza para la enfermedad del sueño, pero el acceso a ellos es una incógnita. La falta de financiación sostenible pone en peligro los programas nacionales de control contra esta enfermedad.

Los avances en el desarrollo de nuevas pruebas diagnósticas y tratamientos son un buen presagio para la lucha contra la tripanosomiasis humana Africana (THA), sin embargo, las actividades de control nacional en el terreno se ven amenazadas por una falta de financiación sostenible, advierte Médicos Sin Fronteras (MSF).

La THA o enfermedad del sueño, tal como se la conoce, se transmite a través de la picadura de la mosca tsé-tsé y es mortal si no se trata. Afecta a algunas de las personas más pobres del mundo que viven en zonas rurales remotas del África subsahariana; se estima que 70 millones de personas corren el riesgo de contraerla. Tras años de olvido, la marea podría estar a punto de cambiar. El año que viene se podrán utilizar dos nuevas pruebas rápidas de detección y dos nuevos tratamientos orales que ahora están en fase de ensayo clínico. No obstante, todos los esfuerzos para avanzar podrían irse al traste debido a la falta de recursos para actividades nacionales de control.

“Hoy por hoy nos enfrentamos a un enorme reto médico y logístico. Se necesita personal muy cualificado para realizar las pruebas de detección, así como equipamiento de laboratorio muy sensible, que pueda transportarse a zonas rurales. Por si fuera poco, muchas de esas zonas se encuentran en situación de conflicto permanente. Las herramientas nuevas y adaptadas contribuirán a simplificar el proceso, y eso ayudará tanto a los pacientes como al personal sanitario a afrontar la crisis”, afirma la Dra. Anja De Weggheleire, coordinadora médica de MSF en Kinshasa. “Sin embargo, justo cuando es más necesario hacer un esfuerzo conjunto, las actividades nacionales de control carecen de los fondos y recursos que necesitan. Si esto no cambia de inmediato, corremos el riesgo de que el problema vuelva a surgir y podríamos perder la batalla y la oportunidad histórica de eliminar la enfermedad como un problema de salud pública”.

En la República Democrática del Congo (RDC), donde se registran las tres cuartas partes de todos los casos reportados, el número de personas que se someten a la prueba de detección de la THA ha disminuido significativamente en los últimos meses. Y en junio de 2013, está previsto que se ponga fin a la principal fuente de financiación externa para el programa de control. Sin estos mecanismos, el país corre el peligro de ver un resurgimiento de la enfermedad del sueño. Esto ya ha ocurrido varias veces en el pasado al disminuir significativamente el monitoreo, incluso durante periodos de tiempo muy cortos. Si se da el caso, RDC puede que se encuentre rápidamente en una situación parecida a la de sus vecinos, la República Centroafricana y Sudán del Sur, donde las actividades nacionales de control son extremadamente limitadas.

Las nuevas pruebas de detección de casos, que se espera salgan al mercado en 2013, han sido desarrolladas con el apoyo de la Fundación para Diagnósticos Innovadores y el Instituto de Medicina Tropical de Amberes. Son fáciles de utilizar y no requieren de una cadena de frío para su conservación. Con ellas, más personas podrán tener acceso a pruebas de detección en las zonas donde la enfermedad es más común. Aunque seguirán necesitándose otras pruebas complicadas para confirmar casos sospechosos de infección, las nuevas pruebas acabarán con muchos de los problemas logísticos a los que se enfrentan hoy por igual los equipos móviles de lucha contra la THA y los centros de salud.

Los dos nuevos medicamentos orales desarrollados con el apoyo de la Iniciativa sobre Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (Drugs for Neglected Diseases initiative o DNDi), el oxaborol y el fexinidazol, se encuentran en la fase 1 y en la fase 2/3 (testados en condiciones de terreno) de sus respectivos ensayos cínicos. Podrían, en un futuro próximo, ofrecer una buena alternativa a las actuales inyecciones múltiples que se requieren para tratar la fase avanzada de la enfermedad del sueño.

“Aunque dispongamos de nuevas y excelentes herramientas para abordar la enfermedad del sueño, si no se garantiza pronto una financiación sostenible, en un futuro no muy lejano no se llevarán a cabo actividades naciones de control donde aplicarlas” advierte el Dr. Manica Balasegaram, director ejecutivo de la Campaña de MSF para el Acceso a Medicamentos Esenciales (CAME), “Los próximos meses serán decisivos para superar las incertidumbres a las que ahora nos enfrentamos a la hora de abordar la enfermedad del sueño en RDC y otros países endémicos donde hacen falta de forma apremiante una financiación sostenible y recursos suficientes”.

Desde 1986, MSF ha sometido a más de 3 millones de personas a pruebas de detección de THA y ha tratado a más de 50,000 pacientes. MSF gestiona programas de enfermedad del sueño en Sudán del Sur, RCA y RDC. Recientemente, MSF desplegó un equipo móvil de lucha contra la THA. Hasta la fecha, el equipo móvil internacional de MSF para combatir la enfermedad ha trabajo en RCA, Chad, la República del Congo, Sudán del Sur y pronto trabajarán también en RDC

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