Enfrentamientos armados vacían aldeas en el norte de Mali

Unas 2, 000 personas internamente desplazadas llegaron a la ciudad de Niafounké procedentes de la región de Gourma, una zona del norte de Mali.

Tras los enfrentamientos en Mali, mujeres desplazadas y sus hijos se huyeron de Mandjebougou para refugiarse en una escuela pública de Niafounke.
Estas mujeres desplazadas y sus hijos se vieron obligados a abandonar la aldea de Mandjebougou para refugiarse en una escuela pública de Niafounke. © Aichata Diakité/MSF

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) proporcionamos agua y atención médica a la población internamente desplazada que llegan a la ciudad de Niafounké desde la región de Gourma, en el norte de Mali. Miles de personas buscaron seguridad tras los enfrentamientos entre grupos armados no estatales y el ejército de Mali.

A finales de abril, unas 2, 000 personas internamente desplazadas llegaron a la ciudad de Niafounké procedentes de la región de Gourma, una zona del norte de Mali.

Hombres, mujeres, niñas y niños huyeron debido a las tensiones entre los grupos armados no estatales y el ejército maliense. Tras su llegada, equipos de MSF instalamos un puesto de salud y distribuimos botiquines con artículos de primera necesidad.

Miles de personas desplazadas internas se ven obligadas a abandonar sus hogares

En junio, unas 4, 000 personas se habían instalado en Niafounké, 613 familias, que habían huido de las aldeas de Dagodji, Fourou, Goundamtouskeli y Mandjebougou bajo la presión de grupos armados no estatales.

Algunas intentaron evitar ser reclutadas, otras fueron acusadas ​​de ser cómplices de partes en conflicto y otras no pudieron escapar a tiempo. Quienes se marcharon no tuvieron tiempo de llevarse consigo ninguna de sus pertenencias. Dejaron a sus familias, y también sus granjas y animales.

Vista exterioro del puesto de salud de Médicos Sin Fronteras en un campo de personas desplazadas en el norte de Mali.
Puesto de salud de MSF en un refugio para desplazados internos en el norte de Mali. Las condiciones de vida,  son factores desencadenantes de la proliferación de ciertas enfermedades. Además de las consecuencias en su salud mental. © Aichata Diakité/MSF

 

Estas experiencias traumáticas han provocado graves problemas psicológicos a las personas desplazadas. Un joven de 23 años de la aldea de Dagodji explica:

“Soy agricultor. Huí de mi pueblo bajo la amenaza de unos hombres armados. Vinieron a reclutar jóvenes y yo les dije que me negaba a unirme. A partir de entonces, querían eliminarme”. 

Me apuntaron con una pistola. Me asusté y me tiré al agua para nadar hacia Niafounké. Dispararon, pero afortunadamente no me alcanzaron.

Aunque las personas internamente desplazadas han encontrado refugio en la ciudad de Niafounké, algunas siguen viviendo con miedo y sienten que todavía les persiguen.

Estas familias, que dependen de la agricultura para su sustento, ya no tienen lo suficiente para vivir. El abandono de sus campos y de sus animales representa una gran pérdida.

Se encuentran solos, sin nadie que los cuide. Tampoco tienen forma de devolver los préstamos que han solicitado, en particular para trabajar en el campo.

 

Enfermedades y brotes en aumento

Las familias desplazadas de Niafounké ahora abarrotadas en salones de clases. Las difíciles condiciones de vida, como el hacinamiento y la falta de higiene, son factores que favorecen la aparición de ciertas enfermedades.

El doctor Baricomo Karambé durante una consulta a un niño desplazado.
Tras los enfrentamientos en Mali, miles de personas han tenido que- huir de sus hogares. Durante las consultas el 66% de los menores examinados  presentan desnutrición aguda. © Aichata Diakité/MSF

 

“Tenemos un aumento de casos de infecciones respiratorias, de 618 personas tratadas, el 51,6% son niños y niñas menores de 5 años. Enfermedades infecciosas de la piel y casos de diarrea, de 158 personas tratadas, 87 eran menores de 5 años”, explica el Dr. Baricomo Karembé, médico clínico en Niafounké.

También hay casos de desnutrición: el 66% de los niños y niñas examinados en nuestras consultas en los campos de personas desplazadas presentan desnutrición aguda.

“Muchas de las personas desplazadas también necesitan asistencia en materia de salud mental, ya que se enfrentan a la pérdida de sus seres queridos y de sus bienes”. 

 

Respuesta de MSF

Tan pronto como la población llegó a Niafounké en abril, MSF establecimos un puesto de salud para brindar atención médica primaria gratuita, instalamos puntos de agua y distribuimos 600 kits con artículos no alimentarios.

De los 4, 000 habitantes, la evaluación de nuestros equipos muestra que entre abril y junio de este año, 1,202 mujeres recibieron atención, incluyendo 96 consultas prenatales y 15 partos.

Aunque en Médicos Sin Fronteras brindamos acceso a agua potable y atención médica, otras necesidades siguen sin cubrirse. Con el comienzo del nuevo año escolar muy cerca y las familias viviendo en los salones, es importante encontrar un sitio adecuado para impartir clases.

Tras los enfrentamientos en Mali, mujeres desplazadas y sus hijos se huyeron de Mandjebougou para refugiarse en una escuela pública de Niafounke.
Estas mujeres desplazadas y sus hijos se vieron obligados a abandonar la aldea de Mandjebougou para refugiarse en una escuela pública de Niafounke tras los enfrentamientos en Mali. © Aichata Diakité/MSF

 

Se necesita urgentemente asistencia en salud mental. Médicos Sin Fronteras insta a otras organizaciones humanitarias locales e internacionales a que intensifiquen su apoyo a estas personas recientemente desplazadas.

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