Los obstáculos para ingresar la ayuda humanitaria a Gaza agravan la crisis médica y humanitaria

Las instalaciones donde Médicos Sin Fronteras proporcionamos atención básica no son inmunes a la escasez. 

Una madre prepara comida para sus hijos y familia, vertiendo una lata de judías verdes en agua hirviendo sobre un fuego que ella misma enciende. La cantidad de ayuda humanitaria que entra en Gaza alcanza su nivel más bajo en meses.
La cantidad de ayuda humanitaria que entra en Gaza alcanza su nivel más bajo en meses. © Ibrahim Nofal

Mientras que la cantidad de ayuda humanitaria que entra en Gaza alcanza su nivel más bajo en meses, desde Médicos Sin Fronteras (MSF) advertimos que la atención a las y los pacientes se ve gravemente comprometida. Todo esto mientras se espera que las condiciones médicas relacionadas con la escasez de alimentos, agua y materiales de refugio aumenten con la llegada del invierno. 

“La escasez de suministros esenciales ha alcanzado tales niveles, que ahora nos vemos obligados a rechazar a pacientes en algunas instalaciones”, explica Caroline Seguin, coordinadora de emergencias de MSF en Gaza. “Las restricciones y los obstáculos para la entrada de ayuda por parte de las autoridades israelíes siguen obstaculizando gravemente nuestra capacidad de proporcionar atención. Mientras tanto, el saqueo de los camiones de ayuda dentro del enclave está dificultando que la pequeña cantidad de ayuda permitida por las autoridades israelíes llegue a las personas necesitadas. En última instancia, son los pacientes quienes sufren las consecuencias de esta situación”. 

Una vista de tiendas de campaña superpobladas en la zona de Attar de Khan Younis, en el sur de Gaza
Vista del campo Attar de Jan Yunis, en el sur de Gaza, donde las familias desplazadas viven en condiciones de hacinamiento y se enfrentan a la escasez de ayuda humanitaria. © Ibrahim Nofal

Según las Naciones Unidas, octubre de 2024 fue el peor mes en cuanto a la llegada de ayuda humanitaria a Gaza desde que comenzó el conflicto, y noviembre no parece ser mucho mejor. El número de camiones que entran en Gaza se ha cuadriplicado desde julio de 2024. Esto equivale a que entren 40 camiones humanitarios al día, en comparación con los 500 camiones que entraban al día antes del 7 de octubre de 2023. 

Escasez de medicamentos y vendajes básicos 

Las instalaciones donde MSF proporciona atención básica no son inmunes a esta escasez. 

“Nuestros pacientes son cada vez más vulnerables a infecciones graves”, asevera Seguin. “En las unidades de pacientes con quemaduras que apoyamos en el hospital Nasser, en Jan Yunis (Khan Younis), incluso los suministros básicos para el cuidado de heridas, como gasas y vendajes, se están agotando. Esto obliga a nuestros equipos a ampliar los intervalos entre los cambios de apósitos, lo que aumenta el riesgo de infecciones para los pacientes que necesitan desesperadamente una atención adecuada”, concluye. 

En Deir al-Balah, en el centro de Gaza, el hospital de campaña que establecimos desde MSF para realizar actividades ambulatorias y brindar servicios de hospitalización pediátrica se está quedando sin antibióticos y analgésicos para los niños y niñas. Esta escasez está obstaculizando el tratamiento de enfermedades como las infecciones de las vías respiratorias bajas e impide un manejo adecuado del dolor en pacientes jóvenes.  

Una madre prepara comida para sus hijos y familia, vertiendo una lata de judías verdes en agua hirviendo sobre un fuego que ella misma enciende. La cantidad de ayuda humanitaria que entra en Gaza alcanza su nivel más bajo en meses.
La cantidad de ayuda humanitaria que entra en Gaza alcanza su nivel más bajo en meses. © Ibrahim Nofal

 

También faltan medicamentos para la hipertensión, una enfermedad común pero potencialmente mortal si no se trata. Esto deja a muchos pacientes sin tratamiento y en riesgo de sufrir complicaciones agudas, incluyendo los accidentes cerebrovasculares (ACV). 

En el Hospital Nasser, en el sur de Gaza, nuestros equipos no pueden instalar un laboratorio de bacteriología clínica que es muy necesario (un equipo clave para el diagnóstico y la administración de los antibióticos adecuados) porque los agentes israelíes abren y dañan constantemente la cadena de frío necesaria para su funcionamiento en el paso fronterizo.  

Más allá de los medicamentos y las herramientas médicas, los equipos de MSF también se enfrentan a desafíos cada vez mayores para proporcionar alimentos suficientes a los pacientes hospitalizados. Existe una grave escasez de suministros alimentarios en toda la Franja de Gaza 

Varias panaderías han cerrado, y otras luchan por permanecer abiertas debido a la falta de harina y combustible. Nuestros equipos comenzaron a realizar exámenes nutricionales sistemáticos a los niños y niñas de nuestra clínica de la ciudad de Gaza y en nuestros hospitales de campaña, ya que la desnutrición es una preocupación creciente. 

Aumentar los servicios de agua y saneamiento es otro desafío creciente para nuestra organización, pues nuestros equipos aún no han recibido autorización de las autoridades israelíes para importar unidades de desalinización o generadores. 

“En pocas palabras, esto quiere decir que no hay suficiente agua potable para la población. La única alternativa a las unidades de desalinización es transportar agua en camiones cisterna, que MSF realiza, pero es extremadamente caro, especialmente debido al costo del combustible, que también está estrictamente racionado por Israel. La semana pasada, nuestro equipo tuvo que reducir a la mitad las actividades de transporte de agua en camiones cisterna debido a este problema”, dice Seguin.

En el interior de una frágil tienda de campaña hecha con mantas y láminas de plástico finas cuelgan dos túnicas con ropa secándose sobre ellas. enfrentándose a la escasez de ayuda humanitaria.
Durante meses, la población de Gaza ha intentado sobrevivir a pesar de la escasez masiva de productos básico. © Ibrahim Nofal

 

Es imperativo tener un flujo masivo y seguro de ayuda 

El grave deterioro de la situación en Gaza es consecuencia directa de las extensas restricciones y obstrucciones impuestas por Israel a la ayuda durante el año pasado. Que siguen siendo el principal obstáculo para la entrega de suministros esenciales.  

Estas restricciones han creado un ambiente de desesperación e inestabilidad. Contribuyen a un aumento de los saqueos y la criminalidad que dificulta aún más las labores de ayuda. En las últimas semanas, varios camiones, incluyendo los que transportaban suministros de MSF, han sido atacados y despojados de sus suministros. Mientras tanto, otros bienes autorizados para entrar siguen estancados en la frontera, a la espera de que las condiciones sean lo suficientemente seguras para continuar. 

“Cada minuto que las autoridades israelíes retrasan o niegan la entrega de medicamentos o suministros vitales como kits de higiene, láminas de plástico para tiendas de campaña y medicamentos que salvan vidas, o cuando los artículos no se entregan a quienes los necesitan debido a los saqueos, nuestros pacientes son quienes sufren las consecuencias”, afirma Seguin. 

Durante meses, la población de Gaza ha intentado sobrevivir a pesar de la escasez masiva de productos básicos como harina, jabón y huevos. El invierno, el frío, el hambre, las fuertes lluvias y las inundaciones, están aumentando las necesidades médicas. A nuestros equipos les preocupa la posibilidad de que esto pueda llevar a la población al límite. 

“Las organizaciones humanitarias llevan meses advirtiendo de que el suministro lamentablemente inadecuado de ayuda empeoraría la situación ya de por sí terrible en Gaza. Ahora hemos llegado a un punto de inflexión”, continúa Seguin.  

“Es imperativo que haya un flujo masivo y seguro de ayuda para empezar a satisfacer las necesidades de la población de Gaza que, de lo contrario, se enfrentará a consecuencias mortales en los próximos meses de invierno. Además de eso, es necesario un alto al fuego inmediato y sostenido en toda Gaza para evitar más muertes, sufrimiento y un colapso social”. 

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