Esperanza inquebrantable frente a las adversidades en Sudán del Sur

MSF traslada a paciente para recibir tratamiento médico. Sudán del Sur
Nyamal Duop Gatluak regresa en un vuelo de MSF a Old Fangak, después de recibir tratamiento por una fractura en el hospital de MSF en Bentiu. Le acompaña su hermano Jal Duop Gatluak. © Florence Miettaux
  • Médicos Sin Fronteras (MSF) cumplimos 40 años de servicios en la región que hoy constituye Sudán del Sur. En las últimas cuatro décadas, hemos estado en la primera línea de la ayuda humanitaria, brindando asistencia médica vital a las personas afectadas por conflictos, enfermedades y desplazamientos en la nación más joven del mundo. 
  • Colaboramos con las autoridades y comunidades locales para mejorar el impacto de nuestro trabajo y abordar mejor los complejos retos a los que se enfrenta la población. En nuestros 40 años en Sudán del Sur hemos atestiguado la resiliencia del pueblo sursudanés y el compromiso inquebrantable de nuestros equipos. 
  • El país sigue enfrentándose a inmensas necesidades, crisis continuas como el conflicto y el desplazamiento, y nuevos retos como el cambio climático.  
  • En Médicos Sin Fronteras mantenemos nuestro compromiso de responder a las emergencias y abordar las carencias sanitarias; sin embargo, es necesario el apoyo sostenido de los demás grupos humanitarios. 

  

El conflicto y las hostilidades entre las partes enfrentadas en la vecina Uganda impulsaron a Médicos Sin Fronteras (MSF) a poner en marcha nuestro primer proyecto en Yei (Equatoria Central). En 1983, un equipo de MSF, formado por personal médico y de apoyo del entonces sur de Sudán y de otros países, proporcionó atención médica de emergencia a las comunidades de acogida y a las personas refugiadas que huían de los disturbios civiles de Uganda. Una región sumida en el conflicto se convirtió en refugio y hogar para miles de personas. 

A medida que aumentaban las necesidades de las personas refugiadas y las comunidades de acogida, las actividades de MSF evolucionaron a lo largo de los años para responder a los desplazamientos provocados por conflictos, hambrunas y brotes de enfermedades. Lo hicimos brindando tratamiento médico y llevando a cabo campañas de vacunación, actividades de agua y saneamiento, y distribución de artículos no alimentarios.  

Con una de las huellas operativas más importantes de la organización, que abarca 13 proyectos en todo el país, las actividades de MSF han dejado una huella notable en las vidas de miles de personas. 

Bentiu, Sudán del Sur © Sean Sutton

 

 

Independencia y guerra civil 

Después de una larga y terrible guerra civil, en 2011 el sur de Sudán alcanzó la autonomía y una relativa calma. Sin embargo, esto duró poco. En diciembre de 2013 estalló un conflicto entre el gobierno y las fuerzas de la oposición, dando lugar a una guerra civil que causó la muerte de decenas de miles de personas y obligó a una de cada tres personas a huir de sus hogares. 

“Cuando el país consiguió su independencia en 2011, había mucha esperanza”, dice Andrew Dak, coordinador de apoyo hospitalario, que trabaja con MSF desde 2004. “La gente creía que no habría más guerra y se invertiría mucho en la infraestructura sanitaria del país. Pero dos años después, ya había combates en el país. Todo retrocedió, regresamos a cero”  

Desde entonces, además de los conflictos recurrentes, el país ha seguido sufriendo emergencias simultáneas, como inseguridad alimentaria, brotes de enfermedades y graves inundaciones. 

Miles de personas han sido desplazadas por brotes de violencia en la Región Administrativa Especial de Abyei, Sudán del Sur
Maarten, enfermero de MSF se ofreció a llevarles al hospital en Abyei, a más de 2 horas de distancia, para que Hoth recibiera tratamiento. ©Christina Simons

  

Enfrentando las consecuencias del cambio climático 

Recientemente, cuatro años consecutivos de inundaciones dejaron el año pasado alrededor de dos tercios de Sudán del Sur bajo el agua, y la mayoría de los estados sufrieron inundaciones catastróficas.   

“A lo largo de los años, la gravedad de las inundaciones ha aumentado en escala, niveles de agua y su impacto en la población”, afirma Mohammad Ibrahim, jefe de misión de MSF en Sudán del Sur. “Más de dos tercios del país quedaron bajo el agua durante la última temporada de lluvias. Hemos visto inundaciones que no sólo desarraigaban a las personas de sus hogares, sino que también han destruido tierras de cultivo, matado ganado y dañaban casas, escuelas e instalaciones sanitarias. Para un país que ya ha sido afectado por años de violencia, que tiene un sistema sanitario frágil y que presenta altos niveles de desnutrición, las inundaciones están agravando enormemente una situación humanitaria ya de por sí grave”. 

Severas inundaciones en Sudán del Sur
Vista aérea sobre el estado de Unity afectado por la inundación. © Njiiri Karago/MSF

  

Superando los obstáculos a la atención médica 

En todo Sudán del Sur, las y los pacientes se enfrentan a importantes obstáculos cuando intentan acceder a la atención médica. Las inundaciones son uno de ellos, al combinarse con una falta general de instalaciones y la inseguridad. 

“Muchas madres y mujeres embarazadas viven en zonas muy remotas y no pueden llegar a los centros médicos”, afirma Harriet Wikoru, responsable de actividades de partería de MSF en Old Fangak. “La mayoría sólo puede acudir a parteras tradicionales de su aldea. La falta de acceso a los servicios de salud pone a las mujeres en peligro tanto durante el embarazo como durante el parto”. 

Para superar estos obstáculos, MSF hemos estado apoyando a las comunidades en mayor riesgo mediante la gestión de clínicas, actividades de divulgación y prevención, y capacitación de trabajadores de salud comunitarios en áreas remotas. 

  

La importancia de desarrollar la capacidad médica 

Después de décadas de conflicto y falta de inversión, la grave escasez de infraestructura sanitaria y de profesionales médicos cualificados sigue planteando grandes retos para el desarrollo de un buen sistema de salud en Sudán del Sur. 

“MSF lleva más de 15 años atendiendo a pacientes aquí en Bentiu, pero la organización no estará aquí para siempre, y sólo debería estar para brindar atención de emergencia”, afirma John Puok, médico de MSF. “Si el gobierno de Sudán del Sur hiciera algo con respecto a la situación aquí, MSF podría trasladar estos servicios a otras personas necesitadas. Quizá no en Sudán del Sur, pero sí en otras partes del mundo”.  

Para tener un impacto a largo plazo en la calidad de la atención en el país, la Academia de Salud de MSF está capacitando a personal sursudanés contratado localmente en varios estados para fortalecer las competencias y mejorar la calidad de la atención.  

 Graduación de la Academia MSF para la Salud en Lankien
Participantes en la iniciativa de la Academia MSF para la Enfermería, la Salud y la Partería durante su graduación en Lankien. © Alicia González/MSF

 

Urge garantizar el acceso de las poblaciones vulnerables a una atención que puede salvarles la vida    

Doce años después de su independencia, Sudán del Sur sigue enfrentándose a inmensas necesidades, crisis constantes como conflictos y desplazamientos, y nuevos desafíos como el cambio climático. Estas crisis y desafíos están amplificando y acelerando las enfermedades ya existentes y la deplorable situación humanitaria.  

Según las Naciones Unidas, dos tercios de la población, es decir, unos 9,4 millones de personas, necesitan asistencia humanitaria, atención sanitaria y protección. El país, que ya se encuentra en una de las peores crisis del mundo, experimenta necesidades adicionales con la llegada de personas repatriadas y refugiadas de Sudán, que la respuesta humanitaria actual no puede absorber.   

Respuesta de emergencia para los retornados y refugiados de Sudán
Respuesta de emergencia para los retornados y refugiados de Sudán. © Nasir Ghafoor/MSF

 

A pesar de ello, en Médicos Sin Fronteras hemos observado una reducción progresiva de la financiación internacional para la salud en el país. Esto se traduce en un mayor riesgo de graves impactos sanitarios y sociales en la población. El gobierno de Sudán del Sur y los socios del sector de desarrollo internacional deben invertir, involucrarse y apoyar el sistema sanitario del país. Se necesita una inversión sostenida y consistente para evitar un deterioro continuo de la situación y cualquier otra crisis potencial. 

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