“Espero que podamos volver a nuestras casas, si es que hay casas a las que volver”

Vista de personas huyendo después de una noche de agresivos bombardeos israelíes en áreas densamente pobladas al sur de Beirut.
Vista de personas huyendo después de una noche de agresivos bombardeos israelíes en áreas densamente pobladas al sur de Beirut. © MSF

Tras los bombardeos israelíes a gran escala de la semana pasada en Líbano, cientos de miles de familias libanesas se han visto obligadas a abandonar sus casas y se han visto empujadas a las carreteras, en una búsqueda desesperada de un lugar seguro.

Médicos Sin Fronteras (MSF) brinda apoyo a las personas desplazadas en refugios, como escuelas, en el sur del país, así como en Beirut y sus alrededores. Nuestros equipos transportan agua en camiones cisterna; proporcionan primeros auxilios psicológicos y consultas médicas, y donan artículos esenciales como colchones, mantas, agua potable y kits de higiene.

 

Testimonio del 25 de septiembre en una escuela de Barja, en Monte Líbano

Alia* está sentada en la acera del humilde jardín de la escuela de Barja, una pequeña ciudad situada en el Monte Líbano, con el rostro perplejo, como si no supiera qué hacer. Su suegra, que acaba de ser operada de la vista, intenta evitar los fuertes rayos del sol.

La escuela en la que se refugia Alia* está abarrotada de personas desplazadas como ella. El sonido de los niños y niñas jugando llena el aire, pero no puede ocultar las explosiones de los ataques aéreos que caen sobre las colinas circundantes y sacuden el edificio.

“Somos de la ciudad fronteriza de Khiam, al sur del país. Nos vimos obligados a abandonar nuestro hogar hace aproximadamente un año cuando comenzaron los enfrentamientos. Y ahora, nos vimos obligados a abandonar nuevamente la casa en la que nos refugiábamos. Apenas habíamos comenzado a adaptarnos, inscribimos a nuestros hijos en una escuela cercana y todo desapareció”, afirma Alia*.

Antes de verse obligada a abandonar su casa en octubre de 2023, Alia* trabajaba como enfermera. Desde entonces, no ha podido trabajar y la familia ha perdido su fuente de ingresos.

En el último trimestre de 2023, pasó dos meses tratando de encontrar un hogar seguro para ella, su esposo y sus dos hijos. Se mudaban casi cada diez días de una ciudad a otra, tratando desesperadamente de encontrar un lugar más permanente donde quedarse. Finalmente, un antiguo compañero le encontró una casa en la ciudad de Kfartebnit, al sur del país, a 20 kilómetros de su ciudad natal.

El lunes 23 de septiembre de 2024, comenzó un bombardeo israelí a gran escala en el sur del Líbano, que pronto se extendió a diferentes zonas densamente pobladas del país. Alia* solo tuvo tiempo de recoger algunas cosas y la familia se puso en marcha.

“Salimos de casa a la 1:30 de la madrugada bajo un intenso bombardeo a nustro alrededor. El tráfico en el sur era una locura. Primero fuimos a dos ciudades, pero sus escuelas estaban llenas hasta los topes. Esa noche terminamos durmiendo en nuestro coche. A la mañana siguiente, llegamos a esta escuela y, afortunadamente, encontramos un aula donde alojarnos. Pero no teníamos nada para dormir. Pero logré conseguir dos mantas”.

La magnitud del desplazamiento en Líbano no tiene precedentes y supera la capacidad del país para albergar a la población desplazada. Las principales necesidades urgentes que expresan las personas son colchones, almohadas, mantas y productos de higiene, además de atención médica.

Este desplazamiento es mucho más duro que el primero. Mis hijos me dicen que preferirían morir bajo los bombardeos que vivir así. La escuela tembló toda la noche. Nos consideramos seguros aquí por ahora, pero ¿qué pasa si Israel decide atacar las escuelas?

La última vez que Alia* visitó su casa en Khiam, hace tres meses, estaba muy dañada, con todas las ventanas destrozadas, pero al menos seguía en pie. Teme que, con los últimas ataques israelíes, su casa haya quedado reducida a escombros.

“Espero que algún día podamos volver a nuestras casas -a nuestras casas originales-, si es que hay casas a las que volver”.

 

* Nombre cambiado a petición de la persona para proteger su identidad.

 

Compartir