Etiopía: El milagro de la segunda vida de la pequeña Alegría

Jo with her Mother.

Y cómo encontró una familia en el hospital de Gambella

Hasta en los lugares más inverosímiles pueden darse pequeñas bendiciones. A principios de febrero, se encontró a una recién nacida a primera hora de la mañana tendida sobre una pila de basura en una calle lateral junto a la iglesia de San Miguel, en la ciudad de Gambella.
 
La niña estaba desnuda y sufría una grave hipotermia y un nivel muy bajo de azúcar en sangre. La llevaron apresuradamente al hospital general de Gambella, donde el equipo pediátrico de MSF se hizo cargo de su cuidado.
 
“Creemos que su madre podría haber dado a luz en la calle y solo podemos suponer que hubo algún tipo de problema familiar o social. Si no hubiéramos estado allí para cuidarla, no habría sobrevivido. Se encontraba en muy mal estado, pero la unidad neonatal de cuidados intensivos fue capaz de estabilizarla”, destaca el Dr. César Pérez Herrero, asesor de proyectos médicos de MSF en el hospital. “La llegada de la niña fue muy emotivo para el personal, ya que su situación nos conmovió a todos. Dedicamos nuestros mejores esfuerzos para garantizar que estuviera bien atendida, especialmente porque carecía de madre, padre o tutor legal. Uno de nuestros colegas, Abang Ochudo Gilo, traductor en la sala de maternidad y el departamento neonatal, se vio especialmente afectado por su difícil situación. Preguntaba por ella constantemente”.
 
El director médico del hospital llevó el caso ante el Departamento de Mujeres e Infancia en Gambella, siguiendo el procedimiento estándar en estos casos. Para entonces, Abang había tomado una decisión muy importante: quería adoptar a la niña. Inmediatamente presentó una solicitud a las autoridades y logró su autorización.
 
“Me enamoré de la bebé y quería protegerla. Sentí una enorme felicidad cuando la vi, y por eso desde el primer momento decidí llamar Alegría, o Metech en lenguaje anuak. No tengo más hijos y vivo con mi madre y mis tres hermanas. Al principio tenía dudas sobre cómo cuidaría a la bebé mientras estaba en el trabajo. Mi madre me dijo que no me preocupara, porque ella estaría encantada de cuidar a la bebé. Mi hermana pequeña también se ofreció a ayudar por las tardes después de sus clases”.
 
El procedimiento habitual es que el Departamento de Mujeres e Infancia intente localizar a la familia de los niños abandonados. Si no tienen éxito o si la reunión resulta imposible, hay dos organizaciones locales que pueden asumir la responsabilidad del bienestar del niño, pero esto nunca es lo ideal. También hay grupos eclesiásticos que pueden hacerse cargo si es necesario. La adopción es posible pero no es muy común.
 
Alegría siempre sonríe a todo el mundo. Estamos muy felices con la pequeña recién llegada que ha cambiado nuestra vida familiar”.
 
La unidad neonatal de cuidados intensivos en el hospital de Gambella está formada por personal nacional y personal internacional, e incluye a un pediatra itinerante, un administrador de las actividades de enfermería, un médico, un supervisor nacional de enfermería y seis enfermeras. El equipo también tiene asignados a un médico de la oficina regional de salud y seis enfermeras que trabajan junto a sus colegas de MSF. El equipo ofrece atención a muchos bebés prematuros, infecciones neonatales, meningitis y malformaciones durante el embarazo.
 
Desde que MSF comenzó a trabajar en el departamento de maternidad, el número de pacientes ha aumentado sustancialmente y se ha convertido en uno de los departamentos con mayor ocupación del hospital de Gambella. En marzo de 2018, dieron a luz más de 270 madres e ingresaron más de 40 recién nacidos en la unidad neonatal. Alegría fue uno de los bebés que pasaron sus primeros días bajo el cuidado de nuestro personal. 
 
Aunque el hospital trata a pacientes de la comunidad de refugiados de Sudán del Sur y de la comunidad etíope local, sus problemas de salud pueden ser bastante diferentes. Los refugiados que llegaron desde Sudán del Sur, un país devastado por la guerra, han recorrido un largo camino hasta llegar aquí. A menudo están desnutridos y sufren cuadros graves de diarrea. Otros llegan con graves problemas respiratorios. 

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