Filipinas: Cinco años de atención médica a sobrevivientes del asedio de Marawi

Cinco años de atención médica de MSF a sobrevivientes del asedio de Marawi
La supervisora de promoción de la salud Sarah Ambor informa a los pacientes de que no pueden entrar en la clínica sin llevar una mascarilla. Mientras los pacientes esperan para entrar en la clínica, les enseña a lavarse las manos correctamente. ©MSF/Regina Layug Rosero

Han pasado cinco años desde que el asedio de Marawi desplazó al 98 % de la población de esta ciudad del sur de Filipinas (1). Desde que comenzó el conflicto, Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos brindado atención a la población de Marawi, adaptado nuestras actividades a las necesidades cambiantes de las comunidades. 

En diciembre de 2022, una vez finalizadas las fases aguda y post emergencia de nuestra respuesta médica, en MSF decidimos cerrar el proyecto y traspasar nuestras actividades a los actores sanitarios locales. 

A medida que las actividades llegan a su fin, las y los pacientes y el personal de MSF recuerdan cómo fueron los cinco años del proyecto de MSF en Marawi. 

MSF traspasa su proyecto de atención a sobrevivientes del asedio de Marawi, Filipinas
El equipo médico en el puesto de salud de Olo-Ambolong. ©MSF/Regina Layug Rosero

 

La vida bajo décadas de conflicto y el asedio de Marawi 

En el sur de Filipinas se encuentra Mindanao, una gran isla cuya historia se ha visto afectada por el conflicto durante más de 50 años. Los enfrentamientos entre los grupos armados y el ejército filipino han dado lugar a frecuentes actos de violencia. La ciudad de Marawi se encuentra en la provincia de Lanao del Sur en la Región Autónoma Bangsamoro del Mindanao Musulmán (BARMM). La región lleva mucho tiempo luchando con los indicadores económicos y de salud más débiles del país. 

En mayo de 2017, dos grupos afiliados al Estado Islámico tomaron Marawi, provocando un conflicto con las Fuerzas Armadas de Filipinas (AFP, por sus siglas en inglés). Los combates duraron cinco meses y obligaron a más de 350,000 habitantes de Marawi y municipios cercanos a huir de sus hogares. Los enfrentamientos destruyeron por completo el centro de la ciudad.  

“El centro de la ciudad de Marawi, llamado ‘Zona Cero’, se parecía a las imágenes de las noticias de Mariúpol o Mosul”, explica Aurélien Sigwalt, jefe de misión de MSF en Filipinas. 

“Solo me enfermé después del asedio de Marawi debido a nuestros problemas y miedos”, recuerda Rasmia Magompara, paciente de MSF. “Habíamos evacuado durante el asedio de Marawi, sin pertenencias, sin dinero. Todo lo que teníamos era lo que llevábamos puesto. Con todos nuestros miedos y problemas, cada vez que escuchaba una motocicleta, pensaba que era un helicóptero. Lo siguiente que supe es que era por la mañana, había salido el sol y no había podido dormir”. 

MSF cierra su proyecto en Marawi, Filipinas
El líder de la comunidad del refugio de Boganga, Haji Malik Lomala, dice: “Tras el asedio de Marawi, es aquí donde nos reunimos, nos dieron un refugio temporal”. ©MSF/Regina Layug Rosero

 

Apoyando a la población desplazada por el asedio 

En julio de 2017, en MSF iniciamos un proyecto para ayudar a las personas que se habían visto obligadas a huir de sus hogares en los combates. Brindamos apoyo con agua y saneamiento y primeros auxilios psicológicos a un total de 11,000 personas que vivían en centros de evacuación en Marawi y la región circundante. 

La Dra. Natasha Reyes era entonces la responsable de apoyo a la respuesta de emergencias. “La primera parte de la respuesta de MSF fue asegurarnos de que las personas tuvieran acceso a agua limpia y gratuita”, explica. “Distribuimos bidones y tabletas de purificación de agua, reparamos tuberías e inodoros, instalamos duchas y construimos depósitos para que las comunidades pudieran almacenar el agua”. 

“Otra de nuestras prioridades era apoyar los servicios de salud mental. Organizamos actividades psicosociales para las niñas y niños. El estrés de sus padres también les afectaba: nuestros equipos organizaron terapias de juego para que se sintieran como niñas y niños de nuevo. También realizamos sesiones individuales para personas adultas e infantes que lo necesitaban”. 

 

De observadora a promotora de la salud 

Amelia Pandapatan fue una de las personas desplazadas que recibió apoyo de MSF en 2017. “Vi a MSF yendo a los albergues, haciendo un programa de salud mental, repartiendo kits de higiene”, recuerda. 

MSF cierra su proyecto en Marawi, Filipinas
Amelia Pandapatan. ©MSF

 

Cuando escuchó que MSF estaba contratando personal, se postuló de inmediato para ser promotora de la salud. Recuerda los desafíos que enfrentaron en 2017: El equipo médico comenzó con un pequeño grupo de personal local. Teníamos un médico, un farmacéutico, dos enfermeras y un promotor de la salud. Pudimos hacer nuestras actividades diarias en la clínica, pero fue un poco complejo. El equipo de promoción de la salud ayudaba con el registro, revisando los signos vitales de las personas. Me convertí en una traductora entre el personal médico y sus pacientes”. 

Teniendo en cuenta el historial de indicadores de salud débiles de la región, el trabajo de un promotor de la salud es fundamental, y esto es algo de lo que Pandapatan puede estar orgullosa. “Como promotores de la salud, brindamos educación sanitaria a nuestros pacientes y la comunidad. Creo que ese es uno de los logros obtenidos, ver a nuestros pacientes con la capacidad de manejar su propia salud”. 

 

Vidas alteradas y necesidades sanitarias después del conflicto 

Poco a poco, la situación se estabilizó en Marawi. Las personas desplazadas se trasladaron de tiendas de campaña a centros de evacuación y refugios temporales, y las últimas familias se mudaron a refugios en enero de 2020. Dadas las dificultades para reconstruir la ciudad, muchas personas residentes de Marawi no han podido regresar al centro de la ciudad y, aún ahora, permanecen en refugios. A muchas no se les ha otorgado un permiso para regresar a casa, o se enfrentan a dificultades para reconstruir o reparar sus hogares debido a limitaciones financieras. 

De los 39 establecimientos de salud en Marawi y sus alrededores, 15 funcionaban en 2020; los otros habían sido destruidos o no pudieron reabrir. Desde MSF apoyamos la rehabilitación de las instalaciones y clínicas de la Unidad de Salud Rural (RHU) y la Oficina de Salud de la Ciudad (CHO) de Marawi, así como las clínicas en los tres refugios de la ciudad. 

En 2018, MSF comenzamos a trabajar en clínicas en tres refugios transitorios, así como en la CHO principal, brindando consultas gratuitas y medicamentos gratuitos para atención primaria. 

A medida que disminuían las necesidades de emergencia, resurgieron los problemas de salud que persistían mucho antes del asedio. Desde entonces, la hipertensión y la diabetes se encuentran entre las 10 principales causas de mortalidad en la región de Lanao del Sur, por lo que en MSF iniciamos en 2019 un programa centrado en enfermedades no transmisibles. 

MSF cierra su proyecto en Marawi, FIlipinas
Said Abdullah. ©MSF/Regina Layug Rosero

 

Además de brindar consultas y medicamentos, nuestro personal de promoción de la salud también realizó sesiones de educación para pacientes, en las que los pacientes aprendieron sobre enfermedades no transmisibles y lo que podían hacer para mantenerse saludables. 

“Cuando MSF comenzó a trabajar en la clínica del refugio de Rorogagus, mi esposa y yo estábamos muy agradecidos porque nos quedaba cerca y recibíamos medicamentos gratuitos”, cuenta Said Abdullah, un paciente de 76 años. “Seguimos los consejos que nos dieron. He estado haciendo ejercicio y evitando alimentos que no se recomiendan para personas con hipertensión, y ahora estoy mucho mejor. Los mareos diarios han desaparecido”. 

Entre 2018 y 2022, nuestros equipos realizaron 30,000 consultas de atención médica primaria y más de 10,000 consultas para enfermedades no transmisibles en Marawi. 

 

Traspaso de las actividades médicas a los agentes de salud locales 

“Cinco años después del asedio, la fase aguda y la post emergencia han terminado. Las autoridades de salud de Marawi tienen una mejor capacidad para manejar a los pacientes con enfermedades no transmisibles y brindar atención médica primaria a la población de Marawi”, afirma Sigwalt. 

 Anticipándose al cierre del proyecto, MSF hemos trabajado en estrecha colaboración con la CHO de Marawi para mejorar la capacidad local para apoyar las necesidades de salud y donamos medicamentos para seguir atendiendo a las y los pacientes. 

Los pacientes que han estado bajo el cuidado de programa de enfermedades no transmisibles que tenemos enMSF han sido transferidos gradualmente a la CHO en los últimos meses. Sarah Ambor, supervisora ​​de promoción de la salud de MSF, explica: “Llevamos a cabo reuniones mensuales con la CHO para proporcionar actualizaciones sobre las y los pacientes, su medicación y sus necesidades para que continúen recibiendo la atención que necesitan”. 

En 2021 y 2022, MSF también implementamos un programa de tutoría para 67 integrantes del personal de RHU en la provincia de Lanao del Sur para transferir habilidades técnicas y conocimientos sobre el manejo de enfermedades no transmisibles. 

MSF cierra su proyecto de atención a sobrevivientes del asedio de Marawi, Filipinas
Al sur de Filipinas se encuentra Mindanao, una gran isla cuya historia ha estado marcada por el conflicto durante más de 50 años. ©MSF/Ely Sok

 

Cinco años después del asedio, la ciudad de Marawi todavía lleva las cicatrices que causó. Muchas estructuras permanecen en ruinas en la “Zona Cero”. El deseo del paciente Said Abdullah es simple: “Todo lo que puedo decir es que esperamos que el asedio de Marawi nunca vuelva a ocurrir y que Marawi sea un lugar pacífico”. 

Médicos Sin Fronteras seguimos en Filipinas, con un programa de tuberculosis en Manila, y continuaremos evaluando las necesidades de apoyo de otras organizaciones médicas en el país en 2023. 

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