Gaza: ‘Nos precipitamos al abismo’

Franz Luef, coordinador de Emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza alza la voz de alarma por la situación de la población de la Franja tras más de 50 días de asedio total, desplazamientos masivos y asesinatos de trabajadores médicos y humanitarios. ​

“La población de Gaza está soportando uno de los capítulos más oscuros de la guerra desde su inicio en octubre de 2023. Con la reanudación de las hostilidades el 18 de marzo, las fuerzas israelíes han intensificado sus operaciones militares en toda la Franja, al tiempo que han desplazado por la fuerza a la población en masa con órdenes de evacuación y ataques y asesinatos de trabajadores médicos y humanitarios. Estas acciones, combinadas con el asedio total que sufre la Franja de Gaza desde hace más de 50 días, no son aisladas: representan un esfuerzo sistemático para desmantelar su sistema sanitario y cualquier respuesta humanitaria eficaz y basada en principios.

Médicos Sin Fronteras, como la mayoría de los actores humanitarios que operan dentro de Gaza, nos enfrentamos diariamente a dilemas operativos en un contexto muy volátil e impredecible. ¿Movemos nuestros equipos de un lugar a otro sin recibir la confirmación de las fuerzas israelíes después de habérselo notificado? ¿Seguimos operando en instalaciones médicas que están siendo atacadas continuamente? ¿Cómo ampliamos nuestras actividades si no entran suministros ni combustible en la Franja y se bombardean equipos e infraestructuras claves?

La situación de la población palestina y de quienes intentan ayudarles en Gaza se ha convertido en un infierno. Sin final a la vista, nos precipitamos hacia el abismo. Los ataques israelíes se dirigen también contra vehículos de servicios públicos y de construcción, como excavadoras, vehículos cisterna y camiones de aguas residuales. Sin acceso a estas herramientas esenciales, no podemos garantizar un acceso mínimo al agua limpia y saneamiento.

La forma en que las autoridades israelíes utilizan la ayuda como arma política, junto con la imposición de restricciones arbitrarias a los organismos humanitarios internacionales, al tiempo que mantienen la ilusión del acceso humanitario, está obligando a los trabajadores humanitarios y médicos a comprometer su seguridad y sus principios”.