Gaza se ha convertido en una “fosa común” para la población palestina y quienes les ayudan

Una serie de ataques mortales perpetrados por las fuerzas israelíes han demostrado un flagrante desprecio por la seguridad del personal médico y humanitario en Gaza.

Ingenieros de agua y saneamiento de MSF evalúan un pozo en la ciudad de Beit Lahia, al norte de la Franja de Gaza, Palestina.
Ingenieros de agua y saneamiento de MSF evalúan un pozo en la ciudad de Beit Lahia, al norte de la Franja de Gaza, Palestina. © Nour Alsaqqa/MSF

A medida que las fuerzas israelíes reanudan y amplían su ofensiva militar por aire, tierra y mar en la Franja de Gaza, Palestina, desplazando forzosamente a personas y bloqueando deliberadamente la ayuda esencial, las vidas palestinas vuelven a ser destruidas sistemáticamente, advertimos en Médicos Sin Fronteras (MSF).

Una serie de ataques mortales perpetrados por las fuerzas israelíes han demostrado un flagrante desprecio por la seguridad del personal médico y humanitario en Gaza. Instamos a las autoridades israelíes a que levanten de inmediato el asedio inhumano y mortífero de Gaza, se proteja la vida de la población palestina, del personal humanitario y médico, y a todas las partes que establezcan y mantengan el cese al fuego.

 

Calles y edificios destruidos en Beit Lahia, norte de Gaza.
Calles y edificios destruidos en Beit Lahia, norte de Gaza. Palestina,febrero de 2025. © Nour Alsaqqa/MSF

 

“Gaza se ha convertido en una fosa común de palestinos y de quienes acuden en su ayuda. Estamos presenciando en tiempo real la destrucción y el desplazamiento forzado de toda la población en la Franja”, asevera Amande Bazerolle, coordinadora de emergencias de MSF en Gaza. “Al no haber ningún lugar seguro para las personas palestinas o para quienes intentan ayudarles, la respuesta humanitaria está sufriendo graves dificultades bajo el peso de la inseguridad y la escasez crítica de suministros, dejando a las personas con pocas opciones, si es que hay alguna, para acceder a la atención”.

Más de 50,000 personas han sido asesinadas desde octubre de 2023, casi un tercio de las cuales son niños y niñas, según el Ministerio de Salud. Desde la reanudación de las hostilidades el 18 de marzo, más de 1,500 personas han muerto, según las autoridades locales.

Según Naciones Unidas, al menos 409 trabajadores humanitarios, la mayoría de los cuales eran personal de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), el principal proveedor de ayuda humanitaria en Gaza, han sido asesinados desde octubre de 2023. Once colegas de Médicos Sin Fronteras, algunos mientras estaban de servicio, han sido asesinados desde el comienzo de la guerra, incluyendo dos en las últimas dos semanas.

En el último caso de un ataque despiadado de las fuerzas israelíes contra trabajadores humanitarios, los cuerpos de 15 socorristas y las ambulancias en las que viajaban fueron encontrados en una fosa común el 30 de marzo en Rafah, al sur de Gaza. El grupo fue asesinado por las fuerzas israelíes cuando intentaba ayudar a la población civil atrapada en los bombardeos el 23 de marzo. Recientes pruebas compartidas públicamente han demostrado que los trabajadores y sus vehículos estaban claramente marcados e identificables, desafiando las afirmaciones iniciales de las autoridades israelíes.

“Este horrible homicidio de trabajadores humanitarios es un ejemplo más del flagrante desprecio mostrado por las fuerzas israelíes hacia la protección del personal humanitario y médico. El silencio y el apoyo incondicional de los aliados más cercanos de Israel, como Estados Unidos, envalentona aún más estas acciones”, afirma Claire Magone, directora general de MSF Francia.

Médicos Sin Fronteras consideramos que solo las investigaciones internacionales e independientes pueden sacar a la luz las circunstancias y las responsabilidades de estos ataques contra los trabajadores humanitarios.

 

Una ambulancia de MSF destruida en diciembre de 2023 en la ciudad de Gaza. Palestina, noviembre de 2024.
Una ambulancia de MSF destruida en diciembre de 2023 en la ciudad de Gaza. Palestina, noviembre de 2024. © MSF

 

Aunque la situación ya ha sido catastrófica durante más de 18 meses, en las últimas tres semanas, MSF hemos atestiguado varios incidentes relacionados con el asesinato de trabajadores humanitarios y médicos. La coordinación de los movimientos humanitarios con las autoridades israelíes, conocida como el Sistema de Notificación Humanitaria  (SNP), un mecanismo ya imperfecto, se ha vuelto menos fiable y ahora apenas ofrece garantías de protección.

Los lugares notificados, en los que los trabajadores humanitarios han informado a Israel de su presencia, como los centros de salud donde trabajamos, los recintos de las partes interesadas en la ayuda humanitaria y las oficinas y casas de huéspedes de MSF han sido alcanzados por proyectiles o balas. Las zonas cercanas a los centros de salud han sido objeto de ataques, combates y órdenes de evacuación.

Las instalaciones médicas no están exentas de los ataques y las órdenes de evacuación de las fuerzas israelíes. Los equipos de MSF han tenido que abandonar muchas instalaciones, mientras que otros continúan operando con el personal y los pacientes atrapados en el interior, sin poder salir de forma segura durante horas.

El 7 de abril, los equipos y pacientes de MSF quedaron atrapados en el hospital de campaña de MSF en Deir Al-Balah, en el centro de Gaza. Hamás lanzó cohetes muy cerca de nuestros hospitales de campaña en Deir Al-Balah, lo que puso en peligro tanto a los pacientes como al personal y dio lugar a una orden de evacuación de la zona por parte de las fuerzas israelíes, que también llevaron a cabo ataques cerca de los recintos de los hospitales de Al Aqsa y Nasser. Denunciamos enérgicamente estas acciones de las partes beligerantes y les pedimos que respeten y protejan las instalaciones médicas, los pacientes y el personal médico.

 

Familia palestina desplazada montada en un tuktuk; regresando para establecerse en la ciudad de Beit Lahia, al norte de la Franja de Gaza.
Familia palestina desplazada montada en un tuktuk; regresando para establecerse en la ciudad de Beit Lahia, al norte de la Franja de Gaza. © Nour Alsaqqa/MSF

 

Desde el 18 de marzo, MSF no hemos podido regresar al hospital indonesio en el norte de Gaza, donde nuestros equipos iban a comenzar la atención pediátrica, pero tuvieron que huir del hospital de campaña que se instaló justo al lado del complejo. Las clínicas móviles de MSF en el norte del país fueron suspendidas y en el sur, los equipos no han podido regresar a la clínica de Al-Shaboura en Rafah.

El asedio total de Gaza ha agotado las reservas de alimentos, combustible y medicinas. MSF se enfrenta especialmente a la escasez de medicamentos para el tratamiento del dolor y las enfermedades crónicas, antibióticos y materiales quirúrgicos críticos. La falta de reposición de combustible en toda la Franja provocará la inevitable suspensión de las actividades, ya que los hospitales dependen de los generadores de electricidad para mantener con vida a los pacientes críticos y realizar operaciones que salvan vidas.

“Las autoridades israelíes han bloqueado deliberadamente toda la entrada de ayuda en Gaza durante más de un mes. Los trabajadores humanitarios se han visto obligados a ver a la gente sufrir y morir mientras cargan con la carga imposible de proporcionar socorro con suministros agotados, todo ello mientras se enfrenta a las mismas condiciones potencialmente mortales”, explica Bazerolle. “No hay forma de que puedan llevar a cabo su misión en tales circunstancias. No se trata de un fracaso humanitario, sino de una decisión política y de un ataque deliberado contra la capacidad de sobrevivir de un pueblo, llevado a cabo con impunidad”.

Las autoridades israelíes deben poner fin al castigo colectivo contra la población palestina. Instamos a los aliados de Israel a que pongan fin a su complicidad y dejen de permitir la destrucción de vidas palestinas.

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