Gaza: “Seguir con vida es sólo cuestión de suerte”

Gaza: “No sabemos el número de personas que están muriendo en Gaza; son incontables”
Los restos de un vehículo de MSF, estacionado fuera de las instalaciones de MSF, tras su destrucción deliberada por las fuerzas israelíes. Ciudad de Gaza, Palestina, 24 de noviembre de 2023. © MSF

Ricardo Martínez es coordinador logístico de nuestra Unidad de Emergencias y estuvo un mes en el sur de Gaza.

En esta entrevista explica lo que vio en el terreno, y lo que le decía la población gazatí que conoció.

 

Sabemos que la situación en Gaza es horrible. ¿Qué presenciaste personalmente?

En primer lugar, se necesita un alto el fuego inmediato y sostenido en Gaza. Pero también insisto en dar la alarma sobre la falta de agua y saneamiento en Gaza. En este punto, estoy bastante seguro de que, a largo plazo, podría ser tan peligroso como los bombardeos y mataría a  muchas personas.

El sistema de agua ya no funciona: está completamente colapsado. La gente está siendo empujada al límite y tiene que luchar por su sobrevivencia. La gente dispone como máximo de un litro de agua al día, para beber, lavar y cocinar.

Sólo hay una ducha para 500 personas. Quienes pueden ducharse se consideran afortunados. En el sur de Gaza, nuestros equipos distribuyen entre 50 y 60 metros cúbicos de agua al día, pero es sólo una gota de agua en este océano de necesidades.

En el sur de Gaza, los lugares están tan abarrotados que uno se siente como si estuviera en un estadio de fútbol totalmente lleno. Con tanta gente usando los mismos pocos baños y sin combustible para bombear el agua, he visto aguas residuales fluyendo hacia las calles donde trabajan los vendedores, donde los niños juegan y chapotean en el agua negra y sucia.

Cualquier cosa que la gente quiera hacer, tiene que planificarla con antelación: debes pensar, planificar y organizar, y luego descubrirás si tienes suerte o no. ¿Quieres ir al baño? ¿Cuándo y dónde vas cuando hay cientos de personas haciendo cola para ir al baño?

Gaza: “No sabemos el número de personas que están muriendo en Gaza; son incontables”
La gente en Gaza recoge combustible, que es desesperadamente bajo en toda la Franja. 29 de noviembre de 2023, Zona Media, Gaza.
© Mohammed Abed

 

¿Las personas en Gaza tienen combustible o electricidad?

En algunos lugares no hay combustible ni electricidad. Está impactando todo. Sin combustible, los molinos no funcionan, por lo que nadie tiene trigo: ni trigo, ni comida. Los camiones procedentes de Egipto están descargando ayuda a camiones en Gaza, pero sin combustible estos camiones no pueden moverse ni distribuir la ayuda.

Hemos visto la devastadora pérdida de vidas causada por la falta de combustible en los hospitales, con los generadores que no funcionan y los médicos incapaces de salvar vidas. Los hospitales se han convertido en aldeas, hay viviendo en los pasillos.

 

El 3 de diciembre, en MSF tuvimos que cerrar nuestra clínica en la ciudad sureña de Khan Younis tras recibir la orden de evacuar la zona. ¿Puedes describir lo que pasó?

Las fuerzas israelíes anuncian órdenes de evacuación a través de un sitio web militar que lanzaron el 1 de diciembre. Un día, un área del mapa será declarada como “zona roja”, lo que significa que será un objetivo. Tengamos en cuenta que apenas hay electricidad en Gaza, lo que significa que no hay internet. ¿Cómo puedes saber si tienes que irte?

Sabíamos que era sólo cuestión de tiempo antes de que el área en la que estábamos trabajando recibiera una orden de evacuación. Lo habíamos discutido apenas dos o tres días antes. Luego, el 3 de diciembre, nos vimos obligados a cerrar nuestra clínica y salir de Khan Younis.

Esa mañana me encargué de la logística para trasladarnos unos kilómetros hacia el oeste. Para mí, este fue el día más doloroso que experimenté durante mi estancia en Gaza.

Fue desgarrador: huir y tener que mirar a colegas y vecinos palestinos que habían estado con nosotros todo el tiempo, ayudándonos en todo, y sabiendo que lo más probable es que nunca los volvería a ver. No hubo tiempo para agradecerles a todos por las cosas buenas que habían hecho por nosotros.

A decir verdad, me daba vergüenza.

Ningún lugar es seguro en Gaza. Recuerdo haber visitado un lugar con mi colega Omar, un supervisor de logística palestino. El lugar había sido destruido tras nuestra visita, solo un día antes. Me dijo: ‘Mira esto, Ricardo, justo ayer estuvimos aquí y mira los escombros ahora’.

¿Quién nos podría haber dicho que no fuéramos allí porque lo bombardearían? Nadie. Mantenerse con vida es sólo cuestión de suerte.

Este fue uno de los seis lugares diferentes que fueron destruidos justo después de que los visitáramos: seis lugares demolidos hasta volverse escombros. Escuelas: destruidas. Oficinas: destruidas. Casas particulares: destruidas. Plantas de agua: destruidas.

 

¿Cuál fue la reacción de la población de Gaza ante la tregua temporal del 24 al 30 de noviembre?

Recuerdo muy bien cuando empezó la pausa del bombardeo. Esa mañana, en el momento en que el reloj dio las siete, comencé a escuchar cánticos y vítores de alegría. Ese día finalmente lloré. Lloré porque vi que la gente estaba muy feliz.

Pero eso sólo duró unos pocos días. La tregua terminó a las 19.00 horas y a las 19.03 se desató de nuevo el infierno.

Durante un breve periodo de tiempo, la gente pudo visitar a sus familias. Esto era lo más importante para todas las personas. Algunas fueron al norte de Gaza y se tomaron el tiempo para pasar varios días con sus seres queridos.

Al mismo tiempo, la situación no había terminado del todo: otras personas aprovecharon la oportunidad para enterrar a los muertos. Muchas más fueron a recoger los cadáveres de personas cuyos cuerpos se estaban pudriendo en las calles, algunos cuerpos llevaban ahí casi dos meses. ¿Te imaginas el olor y el dolor?

 

MSF responde ala crisis en la Franja de Gaza
Los restos destruidos de la unidad de Cirugía Reconstructiva de Extremidades del hospital de Al-Awda, en el norte de Gaza, tras un ataque el 21 de noviembre en el que murieron tres médicos, entre ellos dos miembros del personal de MSF. Franja de Gaza, Palestina, 23 de noviembre de 2023. © MSF

 

Desde MSF estamos brindando atención médica de emergencia y donando suministros médicos. ¿Cómo proporciona ayuda la organización en estas circunstancias?

Cuando llegué a Gaza, quedó muy claro que cualquier impacto que estemos teniendo se debe únicamente a nuestro dedicado personal palestino. Desde el primer día han estado haciendo todo lo posible para seguir salvando vidas. Realmente son un rayo de esperanza en medio de esta pesadilla.

La mayoría de nuestro personal ha sido desplazado de sus hogares y ha perdido a sus seres queridos. Trágicamente, la brutalidad que está ocurriendo ahora no es nueva para ellos: la han experimentado antes. Saben que podrían morir en cualquier momento, pero aun así te saludan cada mañana con una sonrisa. Y cuando les preguntas cómo están, te responden: “Estoy bien, sigo vivo”.

Nunca olvidaré cuando todavía trabajábamos en nuestra clínica de Khan Younis. Me levantaba a las 6 de la mañana para ir a la clínica. Cada mañana, Ishaq, miembro de nuestro personal, abría la puerta y me saludaba con una gran sonrisa en su rostro. Le pedía disculpas por haberlo despertado pero siempre me aseguraba: ‘No, no, Ricardo, me desperté hace media hora. ¡Bienvenido! Te estaba esperando.’

Al igual que Ishaq, muchos integrantes de nuestro equipo se están asegurando de que aquellos de nosotros que venimos de fuera de Gaza tengamos todo lo que necesitamos, desde ayudarnos a cargar nuestras lámparas hasta tener comida y sentirnos bienvenidos.

No sólo se preocupan por sus pacientes, sino también por todas las personas que les rodean. Te dicen: “Quiero ayudarte, debo ayudarte porque quiero ayudar a mi pueblo”.

Al mismo tiempo, siguen preguntando: ‘¿Por qué? ¿Qué hicimos para merecer este castigo? ¿Por qué el mundo nos ha olvidado?

 


En Médicos Sin Fronteras hemos pedido repetidamente un alto el fuego inmediato y sostenido para evitar más muertes en Gaza. Tamabién hemos pedido a las autoridades israelíes que levanten el asedio para permitir un flujo incondicional y continuo de trabajadores humanitarios y suministros humanitarios hacia Gaza, incluidos artículos esenciales como agua y combustible.

Los ataques indiscriminados e implacables deben parar. Los desplazamientos forzosos deben parar. Los ataques a hospitales y personal médico deben parar. Las restricciones a la ayuda deben parar.

 

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