Guerra en Ucrania: Las necesidades de la población se agravan cada día

La guerra ha generado una necesidad abrumadora de rehabilitación temprana y apoyo en salud mental.

Personal s de MSF responde a la afluencia de pacientes heridos por la guerra en Ucrania
Nunca había sufrido una guerra y dice: “Nadie puede entenderlo antes de que le suceda”. Ucrania 2022. © Adrienne Surprenant/MYOP

Tres años después de que las fuerzas rusas invadieran Ucrania, intensificando drásticamente una guerra que comenzó en 2014, la población sigue soportando una enorme devastación con pérdida de vidas, personas heridas y destrucción de hogares. Las necesidades médicas y humanitarias resultantes son más evidentes que nunca. La presión sobre los servicios médicos de Ucrania no ha hecho más que aumentar, agravada por los frecuentes ataques a hospitales, ambulancias e infraestructuras médicas.

 

Ihor, paciente herido en una explosión. Guerra en Ucrania. Agosto, 2024. © Olexandr Glyadyelov
Ihor, paciente herido en una explosión. Agosto, 2024. © Olexandr Glyadyelov

 

Desde 2022, Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos atendido un número creciente de pacientes con traumatismos relacionados con la guerra que necesitan rehabilitación temprana, concretamente fisioterapia posamputación. También ha aumentado el número de pacientes que requieren tratamiento para el trastorno de estrés postraumático. En las zonas cercanas a la línea del frente, los bombardeos diarios limitan enormemente el acceso a la atención médica de algunos de los grupos más vulnerables, como las personas mayores y los enfermos crónicos.

Gestionamos un proyecto de rehabilitación con centros en Cherkasy y Odesa, donde las personas reciben fisioterapia postoperatoria temprana, apoyo en salud mental y atención de enfermería tras incidentes de trauma violento. Tratamos a 755 pacientes en 2023 y 2024. De un año a otro, hubo un aumento del 10% en el número de pacientes que necesitaron atención postoperatoria por amputación de piernas.

En 2024, a la mitad de los pacientes del proyecto se les diagnosticó trastorno de estrés postraumático o depresión. La necesidad de apoyo en salud mental en Ucrania es significativa. Además de los centros de Cherkasy y Odesa, hemos creado un proyecto de estrés postraumático en Vinnytsia.

 

Urgencias en un hospital en Donetsk. Febrero, 2023.
Urgencias en un hospital en Donetsk. Febrero, 2023. © Colin Delfosse

 

“La ferocidad de esta guerra no ha disminuido, y las necesidades médicas y humanitarias no han hecho más que aumentar. Incluso si la guerra terminara mañana, cientos de miles de personas necesitarían años de fisioterapia a largo plazo, o apoyo para el trastorno de estrés postraumático. Garantizar esta atención requiere un compromiso humanitario permanente”, afirma Thomas Marchese, nuestro coordinador general en Ucrania.

Hoy, el sistema sanitario ucraniano se enfrenta a una inmensa presión. Por un lado, la respuesta a las emergencias y, por otro, cubrir las necesidades continuas de los pacientes afectados por la guerra. Durante tres años, los ataques con drones y misiles han sido cotidianos, y en algunos casos han golpeado ciudades situadas a más de 1,000 kilómetros de la línea del frente. Los centros y sistemas médicos se han visto obligados a adaptarse a tratar a los pacientes en búnkeres o sótanos, así como a sufrir frecuentes cortes de electricidad por los ataques a las infraestructuras energéticas.

En respuesta a esta situación, operamos ambulancias que trasladan a pacientes de hospitales sobrecargados cerca de la línea del frente a centros médicos del centro y oeste de Ucrania con mayor capacidad. En los últimos tres años, nuestras ambulancias han trasladado a más de 25,000 pacientes, más de la mitad de ellos con heridas causadas por traumatismos violentos.

En 2024, los equipos de nuestras clínicas móviles y ambulancias que trabajan cerca de la línea de frente registraron un aumento significativo de las derivaciones de pacientes con enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares, diabetes y cáncer. En 2023, estos casos representaron el 24% de todas las derivaciones, y aumentaron al 33% en 2024. Sin embargo, los bombardeos y ataques regulares hacen que el acceso de nuestros equipos no esté garantizado. Muchas de las personas con enfermedades crónicas son mayores y tienen menos movilidad; en algunas zonas, la gente ha empezado a vivir en sus sótanos o en búnkeres, debido a los intensos bombardeos.

 

Oficina de MSF destruida en Donetsk. Abril, 2024.
Oficina de MSF destruida en Donetsk. Abril, 2024. © Yuliia Trofimova/MSF

 

“Para algunas de las personas más vulnerables, reubicarse no es una opción. No todo el mundo puede abandonar su hogar y empezar su vida de nuevo, pero los continuos combates hacen que estas personas queden frecuentemente aisladas de la atención médica, del mismo modo que los equipos médicos de MSF a veces no pueden desplazarse a determinadas zonas debido a los continuos bombardeos”, explica Thomas Marchese.

Cuando la guerra a gran escala en Ucrania entra en su cuarto año, nuestros equipos son testigos de cómo la crisis médica humanitaria médica se agrava. La fortaleza del sistema sanitario ucraniano frente a la violencia extrema es evidente, pero la necesidad de atención médica sostenida y de apoyo a la salud mental es mayor que nunca. Aunque la guerra terminara mañana, los efectos a largo plazo sobre las personas -físicos y psicológicos- perdurarán durante años. Las infraestructuras ucranianas también han sufrido daños abrumadores, y los hospitales han sido objeto de ataques directos. Cientos de miles de personas necesitarán atención, rehabilitación y terapia mucho después de que caiga la última bomba. Seguimos trabajando en Ucrania, cerca y lejos de los frentes de guerra, pero se necesita más apoyo.

Compartir