Líbano: “Había fuego por todas partes tras los ataques aéreos”

Tras los bombardeos israelíes a gran escala en Líbano, miles de familias libanesas se han visto obligadas a abandonar sus casas y empujadas a buscar desesperadamente un lugar seguro. Nuestra compañera Maryam es una de ellas.

Vista de los ataques aéreos en el sur de Beirut.
Ataques aéreos en el sur de Beirut © MSF

Maryam es nuestra gestora de comunicaciones de terreno en Beirut, Líbano. Escribió esto desde un auto mientras huía de los bombardeos isarelíes en Líbano, describiendo escenas de caos en los suburbios del sur de Beirut tras los bombardeos israelíes.

 


Ayer (el viernes 27/09/2024), escuchamos y sentimos una gran serie de explosiones mientras estábamos en reuniones en la oficina. Terminamos el trabajo y nos quedamos atrapados en el tráfico. Acababa de mudarme a un lugar más seguro desde que los bombardeos en Beirut y en todo el país se intensificaron el lunes. Cuando lleg0ué a mi nuevo hogar alrededor de las 10 p.m., mis parientes ya se habían unido a nosotros, dejando sus hogares, pensando que sería más seguro donde estábamos. 

Desde mi balcón, vi a decenas y decenas de personas caminando por las calles cargando lo que podían: bolsas de plástico, mochilas o nada. Los habitantes de los suburbios del sur, alrededor del nuestro, habían recibido órdenes de evacuación de las fuerzas armadas israelís. Vimos gente huyendo a pie, algunas caminando con bastones, jóvenes y ancianos. Algunas personas iban en autos.

No estábamos en el vecindario atacado, pero escuchamos drones y aviones. Los sentíamos cerca. De repente, había oscuridad y los bombardeos comenzaron por todas partes. Había una gran cantidad de humo y la gente en las calles tosía. Estaba con mi mamá, mi hermana y mi hermano, tratando de averiguar qué hacer.

¿Las carreteras son seguras? ¿A dónde vamos? 

 

Los bombardeos israelíes en Líbano han dejado a miles de personas desplazadas de sus hogares.
Vista de personas huyendo después de una noche de agresivos bombardeos israelíes en áreas densamente pobladas al sur de Beirut. © MSF

 

Me mudé y llegamos aquí porque hace unos días dejé mi casa en Dahieh – el suburbio sur en Beirut – a causa de bombardeos intensos. Pensamos que estaríamos más seguros aquí. Ahora tenemos que irnos de nuevo. Tomé una bolsa con artículos esenciales que tenía a la mano. Nos dijeron que era mejor llevar colchones, así que acomodamos dos en nuestro auto y llevamos un paquete de botellas de agua. No sabía qué hacer. Había incendios en todos lados después de los ataques aéreos, y escuché una gran explosión. Escuchamos, sentimos y vimos los golpes. Nuestro edificio temblaba. Hubo una gran explosión en un lugar sin previo aviso de evacuación.  

Rodeada de fuego y humo, me repetía a mí misma: “todo los que necesitamos es un plan y tomar acción, un plan y tomar acción; no esperes aquí”. Salimos del lugar tan pronto como pudimos. No sé qué pasó con mi propia casa, ni con la nueva casa.

Continuamos llamando y conduciendo por un par de horas antes de saber a dónde ir. Alrededor de las 5am, encontramos un lugar al otro lado de las montañas. 

 

 

Personal de Médicos Sin Fronteras en un camión cisterna pra distribuir agua a la población desplazada.
MSF distribuye 86,000 de agua en 24 horas a las personas que huyen de sus hogares a refugios colectivos. © MSF

 

Tuvimos mucha suerte de habernos ido cuando lo hicimos, porque los incendios después de los ataques aéreos seguían arrasando donde habíamos estado. Solo necesitábamos un lugar para descansar un poco, para ver a dónde ir después, y aún no hemos dormido. Algunas personas todavía están en autos. Ahora estamos viendo las noticias y las impactantes imágenes de lo que está sucediendo. Sé que mis colegas, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF), están sobre el terreno, suministrando agua en camiones a refugios y escuelas en Beirut y Monte Líbano, donde se alojan las familias desplazadas.  

Algunas personas están acostadas en las aceras. MSF logró proporcionar 86,000 litros de agua en 24 horas, y también está distribuyendo kits que contienen artículos básicos de higiene y ayuda, así como colchones a las personas desplazadas.

Nuestros equipos de salud mental están en las calles brindando primeros auxilios psicológicos a las personas traumatizadas y a las personas que buscan refugio en las escuelas. Estoy acostumbrada a ser una trabajadora humanitaria, pero ahora también soy una persona desplazada por los ataques aéreos en mi propio país.

Estamos en un lugar seguro, por ahora. 

 

 

 

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