Haití: la violencia pone en riesgo a los pacientes, las actividades médicas y el personal

Health at risk in Haiti as crisis and violence worsen

Una escalada de la violencia en la capital de Haití está poniendo en peligro las actividades médicas, dijo hoy la organización médico humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF), y advierte que la atención médica no podrá mantenerse mientras los enfrentamientos armados y los robos afectan a las instalaciones médicas, los vehículos, los pacientes y el personal sanitario.

Una escalada de la violencia en la capital de Haití está poniendo en peligro las actividades médicas. Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) advertimos que la atención médica no podrá mantenerse mientras los enfrentamientos armados y los robos afectan a las instalaciones médicas, los vehículos, los pacientes y el personal sanitario.
 
En la primera semana de junio, los enfrentamientos en el barrio de Martissant y otros distritos de Puerto Príncipe causaron muchas personas heridas y desplazaron a más de 1,000 personas, incluyendo a pacientes y personal de MSF. Del 2 al 4 de junio, nuestro centro de emergencias en Martissant recibió a 42 pacientes con heridas de bala, y los casos más graves fueron trasladados al hospital de traumatología que tenemos en el barrio de Tabarre. Durante el mismo periodo, el hospital de Tabarre recibió 42 pacientes en total, incluyendo a 38 con heridas de bala, obligándonos a a aumentar la capacidad de 50 a 68 camas.
 
"Estamos atestiguando un deterioro extremadamente preocupante en la situación de seguridad", afirma Alessandra Giudiceandrea, jefa de misión de MSF. "Algunos enfrentamientos armados ocurrieron cerca del centro de emergencias y las oficinas de MSF en Martissant, donde el personal tuvo que protegerse de las balas perdidas. Personas armadas robaron a dos conductores de ambulancia de MSF que se encontraban en medio de otros vehículos que viajaban desde Martissant. Para proteger a nuestro personal, hemos tenido que reducir nuestras actividades comunitarias, pero seguimos tratando emergencias de acuerdo con nuestros criterios de admisión."
 
Del 15 al 31 de mayo también se produjeron enfrentamientos en los barrios de Cité Soleil y Bel Air, durante los cuales el hospital de Tabarre atendió a 41 pacientes, incluidas 32 víctimas de la violencia, agotando la capacidad del hospital. En otro incidente, un miembro del personal del hospital de MSF en Tabarre fue asesinado a tiros el 25 de mayo mientras regresaba a casa del trabajo.
 
El incremento de violencia crónica se está produciendo en medio de una crisis política y económica más generalizada en Haití que afecta a las personas de muchas maneras. Los sistemas de salud se ven afectados no solo por la inseguridad, sino también por el aumento actual de casos de COVID-19, los desafíos económicos y grandes necesidades médicas.
 
"En un momento en el que deberíamos estar escalando las actividades debido a la COVID-19 y otras necesidades, estamos luchando por mantener abiertas nuestras instalaciones existentes debido a la inseguridad", explica Giudiceandrea. "Pedimos a todos que respeten la necesidad de que continúen las actividades médicas".
 
En Martissant, la inseguridad y el desplazamiento pueden estar obstaculizando la capacidad de las personas para acceder a los servicios médicos. Si bien nuestro centro de emergencias en Martissant informó sobre una afluencia de pacientes con heridas de trauma después de los mayores incidentes de violencia la semana pasada, el número de pacientes ahora ha caído por debajo del promedio normal del centro.
 
Médicos Sin Fronteras también brindamos atención a sobrevivientes de violencia sexual y basada en género en Puerto Príncipe y Gonaïves, pero el personal de la clínica ahora está atendiendo a menos pacientes, pues las personas pueden temer salir de sus hogares para buscar atención médica. En MSF nos preocupa que el aumento general de la violencia en el país esté afectando la capacidad de las sobrevivientes de violencia sexual para buscar la atención que tanto necesitan.
 
 
MSF ha brindado atención médica vital a comunidades en Haití durante 30 años, pero para continuar brindando dichos servicios en cualquier comunidad, debe poder garantizar la seguridad de los pacientes y el personal en el camino hacia las instalaciones médicas y dentro de ellas. 
 
MSF exige que todos los grupos e individuos involucrados en incidentes de violencia en Haití respeten la seguridad del personal de la salud, pacientes, suministros médicos y las instalaciones; y pide que los vehículos de atención médica tengan un paso seguro sin riesgo de ataque.
 
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