Haití no está preparado para hacer frente a un resurgimiento del cólera

Tras la llegada de la estación de lluvias, siguen aumentando los casos de cólera en Haití. Médicos Sin Fronteras (MSF) amplía la capacidad de sus centros de tratamiento en Puerto Príncipe y Léogâne, al tiempo que advierte que el país no está debidamente preparado para combatir una eventual epidemia de esta mortífera enfermedad.

Tras la llegada de la estación de lluvias, siguen aumentando los casos de cólera en Haití. Médicos Sin Fronteras (MSF) amplía la capacidad de sus centros de tratamiento en Puerto Príncipe y Léogâne, al tiempo que advierte que el país no está debidamente preparado para combatir una eventual epidemia de esta mortífera enfermedad.

Aunque el Ministerio de Sanidad y Poblaciones haitiano afirma tener la situación bajo control, las estructuras de salud de muchas regiones del país siguen siendo incapaces de responder a las fluctuaciones de la epidemia de cólera. El sistema de vigilancia, que se supone debe seguir y controlar la situación para hacer sonar la voz de alarma, todavía no funciona, según han podido constatar los equipos de MSF en el país. El número de personas tratadas por la organización solamente en Puerto Príncipe se ha cuadruplicado en menos de un mes, llegando a los 1,600 casos en abril. MSF ha aumentado su capacidad de tratamiento en la capital y en la ciudad de Léogâne, y está preparando la apertura de más centros de tratamiento en el país.

“Las estación de lluvias dura desde mayo hasta octubre y hay que recordar que el año pasado se reportaron casi 200,000 casos durante ese periodo. Lamentablemente, se ha hecho demasiado poco para pensar que el cólera no iba a volver a hacer acto de presencia en 2012”, explica Gaëtan Drossart, coordinador general de MSF en Haití. “Resulta preocupante que las autoridades sanitarias no estén mejor preparadas y que se aferren a mensajes tranquilizadores que nada tienen que ver con la realidad. Se están celebrando muchas reuniones entre el Gobierno, Naciones Unidas y sus contrapartes humanitarias, pero se han tomado muy pocas soluciones concretas”, añade.

Un estudio de MSF en la región de Artibonite, donde se ha reportado aproximadamente un 20% de los casos de cólera, ha revelado una clara reducción de las medidas de prevención contra esta enfermedad desde 2011. Más de la mitad de las organizaciones que trabajaban en la región el año pasado ya se han ido, y en los centros de salud escasean los medicamentos. Además, algunos de estos centros llevan desde enero sin pagar los sueldos de su personal.

“La alta pluviosidad durante la temporada de lluvias es uno de los muchos factores de riesgo con los que hay que contar a día de hoy en Haití, pero no el único. Cuando terminan las lluvias, el cólera disminuye y todo el mundo deja de destinar fondos para combatirlo hasta que llega la siguiente estación de lluvias. Esto es un error, ya que durante esos meses lo que habría que hacer es invertir en actividades de prevención. La consecuencia de estas decisiones equivocadas es que la población sigue siendo muy vulnerable cuando el cólera reaparece”, explica Maya Allan, epidemióloga de MSF.

La mayoría de haitianos carece de acceso a letrinas y conseguir agua limpia supone un reto diario. Del medio millón de supervivientes del terremoto de enero de 2010 que siguen viviendo en campos, menos de una tercera parte recibe agua potable limpia y solo un 1% ha recibido jabón recientemente, según una investigación realizada el pasado mes por la Dirección Nacional de Suministro de Agua y Saneamiento de Haití.

“Los consejos sobre medidas de higiene sirven de muy poco, si la gente no puede ponerlos en práctica”, manifiesta Drossart. ”La población necesita con urgencia medios para protegerse del cólera”.

Aunque la vacuna del cólera se utiliza en algunas partes de Haití para ayudar a controlar la enfermedad, no es una solución infalible. Dicha vacuna confiere una inmunidad de aproximadamente tres años y se estima que solo resulta efectiva en un 70% de los casos.

“Las soluciones duraderas a la epidemia pasan por hacer mejoras sustanciales en los sistemas de agua y saneamiento de Haití, pero a día de hoy todavía queda mucho por hacer en este ámbito. Por eso la prioridad sigue siendo salvar vidas”, concluye Drossart. “Todos los agentes de salud en Haití tienen que empezar a trabajar de inmediato para conseguirlo”.

Desde que apareció el cólera en Haití en octubre de 2010, unas 535,000 personas han contraído la infección y más de 7,000 han muerto, según cifras del Ministerio de Sanidad y Poblaciones haitiano. Hasta la fecha, MSF ha tratado a más de 170.000 personas en todo el país.

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