Honduras: Celebramos la inclusión de la PAE para la atención integral a víctimas de violencia

Desde MSF Honduras, celebramos la decisión de levantar la prohibición de la PAE para víctimas de violencia
Las mujeres víctimas de una violación sexual se enfrentaban al riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS) y un embarazo no deseado. Además de cargar con profundas afectaciones mentales y emocionales que tienen consecuencias a largo plazo. ©MSF/Laura Aceituno

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) celebramos la decisión del gobierno de Honduras de incluir la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE) dentro del Protocolo de Atención integral a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual. Como organización médico-humanitaria, celebramos este paso importante para la atención de calidad e integral de las víctimas y sobrevivientes de violencia sexual. 

Este martes, la SESAL presentó una buena noticia para las mujeres hondureñas. Con la socialización del Protocolo de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual en Honduras que incluye la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE), el país da un paso importante para mejorar la respuesta a quienes sufren de esta violencia. 

Por más de una década, hemos reiterado que una violación sexual es una emergencia médica y que el vacío en el acceso a los servicios de salud fundamentales para las víctimas de violencia sexual podría reducirse con la existencia de un Protocolo nacional que incluya la anticoncepción de emergencia como componente esencial del mismo.  

Nuestro trabajo de incidencia se ha basado en la experiencia de más de 10 años respondiendo a las necesidades médicas y psicosociales de las víctimas y sobrevivientes de la violencia sexual en Tegucigalpa, San Pedro Sula y Choloma. Desde el 2016 junto con la Secretaría de Salud (SESAL), organizaciones de la sociedad civil hondureña, entidades públicas, y otras organizaciones no gubernamentales participamos en la Mesa de Trabajo para la redacción y aprobación del Protocolo de Atención Integral a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual. 

Los vacíos en el sistema de salud hondureño a falta de este Protocolo traían consigo graves consecuencias a nivel físico y de salud mental. Con la ausencia de este documento, las mujeres víctimas de una violación sexual se enfrentaban al riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS) y un embarazo no deseado. Además de cargar con profundas afectaciones mentales y emocionales que tienen consecuencias a largo plazo. 

“Honduras es el único país del continente americano que tiene prohibida la PAE. Con el levantamiento de la prohibición para casos específicos de violencia se contribuye a reducir la barrera a la que se enfrentaban miles de hondureñas. Creemos que es una victoria y esperamos que en un futuro cercano este medicamento sea puesto al alcance de todas las mujeres. Además, es importante que también se incluyan otros métodos alternativos para la prevención del embarazo”, señala Tess Hewett, oficial de asuntos humanitarios de MSF en Honduras. 

El trabajo de MSF en los últimos años ha consistido en sensibilizar a las diferentes comunidades y al gobierno sobre la respuesta a las consecuencias médicas de la violencia sexual, subrayando la problemática de salud pública y enfatizando la necesidad de asegurar una respuesta pública. En este aspecto, ha sido fundamental la promoción de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, y la incidencia con enfoque médico y técnico sobre el uso de la PAE. 

Desde entonces, MSF se ha pronunciado de diferentes maneras mostrando la urgencia del levantamiento de la prohibición de la PAE. Esta decisión implica destrabar la aprobación del Protocolo en mención, que se ha diseñado como una importante herramienta para derribar las barreras de acceso y que mejorará la respuesta a las víctimas y sobrevivientes de violencia sexual en el país.  

Ahora MSF insta a las autoridades sanitarias a enfocarse en la capacitación de los recursos humanos en la atención integral humanizada a las víctimas y sobrevivientes de violencia sexual en los circuitos de atención.  

“También es urgente luchar contra la estigmatización de las víctimas y sobrevivientes de violencia sexual. Es su derecho de buscar atención médica inmediata y que incluya la prevención del embarazo no deseado. En este sentido, la PAE debe estar disponible para todas aquellas que la necesiten”, resalta Hewett.  

 

 

Médicos Sin Fronteras (MSF) sigue comprometida desde hace 48 años en brindar atención médico-humanitaria a la población hondureña. La primera intervención de MSF en Honduras fue en 1974, en el contexto del huracán Fifí y desde entonces, hemos brindado atención de manera independiente, neutral e imparcial, a la población en respuesta a variadas crisis que han afectado al país. Actualmente en Tegucigalpa brinda atención médica integral (médica, psicológica y de trabajo social) a víctimas y sobrevivientes de violencia y violencia sexual. En Choloma, además de esta atención médica integral, también brinda atención en salud sexual y reproductiva a nivel comunitario. Y en San Pedro Sula brinda atención integral a personas trabajadoras del sexo y comunidad LGBTIQ+.

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