Honduras: MSF cumple un año atendiendo a la comunidad LGBTIQ+ y personas trabajadoras del sexo

Una foto del equipo de MSF en la entrada de la clínica en San Pedro Sula
El equipo de MSF frente a la clínica © MSF

En Honduras es evidente la inexistencia de derechos y garantías para las personas trabajadoras del sexo e integrantes de la comunidad LGBTIQ+. Ellas enfrentan múltiples limitaciones para acceso a servicios médicos sin discriminación, estigma y violencia. La falta de oportunidades laborales dignas y de programas que les brinden apoyo social, hacen que ellos y ellas a diario se encuentren con diferentes situaciones de vulnerabilidad.

Tras identificar las diversas situaciones que dificultan el acceso a la salud para estas personas, y en concordancia con el trabajo que por años Médicos Sin Fronteras (MSF) ha realizado en Choloma en materia de salud sexual y reproductiva; el equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) decidió extender sus actividades hacia San Pedro Sula. En julio de 2021 abrimos una clínica que es un espacio seguro para brindar asistencia médica, psicosocial y de trabajo social a esta población de manera confidencial y gratuita.

En este espacio también se ofrece un servicio prioritario para atender de manera integral a quienes han sido víctimas y sobrevivientes de violencia sexual. Donde se hace énfasis en la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS), el VIH y la aplicación de vacunas como la del Virus del Papiloma Humano.

“Hace 10 años tuve mi primera experiencia de trabajo con mujeres que ejercen el trabajo sexual. En este tiempo he visto las dificultades que enfrentan para acceder a servicios de salud. En esta clínica hemos logrado desarrollar un espacio en donde ellas pueden venir, que se sienten confiadas y agradecen el trato que les damos y quedan satisfechas con los servicios que reciben”, agrega Jenny Argüello, socióloga y educadora comunitaria de la Clínica de San Pedro Sula.

 

Primer año en cifras

En San Pedro Sula, como en cualquier otra ciudad de Honduras, los servicios de salud para las personas trabajadoras del sexo son escasos. Los horarios de atención en los centros asistenciales no son adaptados debido a que coinciden con las horas donde ellas y ellos ejercen el trabajo sexual. En cuanto a la comunidad LGBTIQ+, es común que se discrimine a sus integrantes y sufran violencia psicológica y física, situaciones que no les permiten realizar una primera visita médica con facilidad.

“Las consultas médicas son solo una pequeña parte de toda la atención que brindamos. La mayoría de las pacientes vienen a la consulta médica para hacerse exámenes, pero nosotros intentamos detectar otras situaciones de riesgo que deben ser tratadas. También identificamos si hay alguna necesidad de atención psicológica o si se requiere algún apoyo social para lograr dar a los y las pacientes un manejo integral y que sientan que en la clínica tienen un apoyo”, comenta Krisia Banegas, médica de la Clínica de San Pedro Sula.

Durante el primer año de atención se realizaron más de 400 consultas médicas, donde en el 54% de los y las usuarias atendidas ha presentado afectaciones como hipertensión, diabetes, así como otras enfermedades gastrointestinales. El 25% de los y las pacientes han presentado infecciones de transmisión sexual, un 8% presentó infecciones respiratorias superior, y un 6% presentó infecciones del tracto urinario y enfermedad aguda renal.

En Honduras, la cotidianidad de la violencia provoca en muchas ocasiones que las personas no atiendan las consecuencias que esta genera. La normalización de la violencia no permite que quienes han sido víctimas o sobrevivientes reconozcan el impacto que puede tener en sus vidas, tanto a corto como a largo plazo. En el caso de la violencia sexual, es importante que se conozca que dentro de las primeras 72 horas se pueden prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS), el VIH, embarazos y situaciones que afecten la salud mental y emocional. En este primer año, se han realizado 28 consultas de servicio prioritario, es decir, consultas a víctimas de violencia sexual que están dentro de las 72 horas posteriores a los hechos.

Respecto a la planificación familiar, los equipos han realizado 83 consultas. Y en este tiempo también se han implementad más de 300 pruebas del VIH, aplicado 61 vacunas del Virus del Papiloma Humano, y se han alcanzado 2,824 personas beneficiarias por las actividades comunitarias. Además, se han realizado 155 consultas de trabajo social.

© MSF

 

La importancia de la salud mental

A través del equipo de psicología, a estas poblaciones se les da un acompañamiento psicoeducativo donde, además de la sensibilización de la importancia de la salud mental, se trabaja con pacientes mecanismos, técnicas o herramientas de afrontamiento que les permita la resolución de conflictos y adaptarse a la situación para que esta no empeore.

“Nosotros desde la Clínica de San Pedro Sula estamos sensibilizando a la población que atendemos, sean estas víctimas y sobrevivientes de violencia sexual, sean trabajadoras o trabajadores sexuales, o sean de la comunidad LGBTIQ+. Les sensibilizamos en la importancia de entender qué es la salud mental, derribando los mitos con el objetivo de ir en pro del bienestar, tanto emocional como social de las usuarias y usuarios que nos visitan en la clínica”, remarca Silia Barahona, psicóloga de la Clínica de San Pedro Sula.

En este primer año hemos realizado 394 consultas de salud mental. La depresión es uno de los principales diagnósticos identificados debido a que el 33% de las personas atendidas lo presenta. Un 26% de casos que llegaron a la Clínica no tuvo diagnóstico debido a que no necesitaron seguimiento clínico. El 22% de las personas ha presentado síntomas por afectaciones por duelo, trastorno bipolar, psicosis crónica y trastorno de estrés postraumático. El 13% de los pacientes han sido diagnosticados con ansiedad y el 6% ha presentado reacción aguda al estrés.

“Ha sido un proceso importante, hemos ido tejiendo el compromiso con nuestros beneficiarios y beneficiarias. También agradecemos el apoyo de las contrapartes, de los colectivos, cada persona que nos visita porque se vuelven nuestros embajadores y embajadoras. Como equipo estamos viendo importantes resultados, estamos ganando el reconocimiento gracias al soporte de cada integrante de nuestro equipo, es un logro bastante satisfactorio en este primer año de actividades”, concluye Daniela Gómez, referente médico del proyecto de MSF en Choloma.

Como organización, MSF está comprometida desde hace 48 años con brindar apoyo médico y humanitario a la población hondureña. Desde la primera intervención en 1974, hemos brindado atención de manera independiente, neutral e imparcial, a la población en respuesta a múltiples crisis que han afectado al país. Hacemos énfasis en dar acceso a servicios de salud primaria, mental, sexual y reproductiva de manera confidencial y gratuita, sin estigmas, ni discriminación.

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