Honduras: MSF iniciamos proyecto de emergencia para prevención del dengue en Tegucigalpa

El equipo de MSF en Tegucigalpa. Las fumigaciones se realizan dentro y fuera de las casas © Laura Aceituno / MSF

En los últimos días en Tegucigalpa, la capital de Honduras, se decretó una alerta epidemiológica debido al aumento de casos de dengue. La Secretaría de Salud (SESAL) señaló que durante la última semana de julio, en todo el país se registraron más de 12,000 contagios por esta enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Una de las causas de este aumento es que entre 2020 y 2021 hubo una falta de control vectorial asociado a la pandemia de la COVID-19, aunque las epidemias de dengue son comunes en la ciudad y el país entero.

Debido a esta situación, Médicos Sin Fronteras (MSF) en Tegucigalpa desarrollamos una estrategia de intervención de emergencia con un equipo multidisciplinario para reducir y controlar el dengue en diferentes zonas de la capital hondureña. Se trata de los barrios El Reparto, Manchén y La Estanzuela, entre otros, que en las últimas semanas reflejaron altos índices de contagios.

En estos barrios, las personas se ven obligadas a recolectar agua por los racionamientos de agua en la zona, lo que aumenta las posibilidades de que se generen criaderos de mosquitos en los depósitos. Debido a esta situación, el primer componente de nuestra intervención consiste en el trabajo a nivel comunitario con visitas diarias a las viviendas para educar sobre cómo prevenir los criaderos de mosquitos.

Además, el equipo de promoción, compuesto por más de 30 personas, también orienta a la población sobre cuáles son los pasos a seguir si ellos, ellas o alguien de su familia presenta síntomas de alarma por la enfermedad del dengue y se hace énfasis en que no se debe recurrir en la automedicación. Asimismo, el equipo hace uso de larvicidas como el BTI para prevenir la propagación de las larvas en los depósitos de agua de uso domiciliarios como pilas y barriles.

 

La prevención es clave

El segundo componente consiste en la fumigación dentro y fuera de las casas con un insecticida a base de agua y más amigable con el medio ambiente. Con esta práctica, que la realizamos con un equipo 12 fumigadores, garantizamos la reducción de la presencia de mosquitos adultos. Este químico puede presentar hasta un 90% de efectividad para la eliminación del mosquito transmisor del dengue.

“Estamos respondiendo ante el pico epidemiológico del canal endémico del mosquito en la capital, el más alto en los últimos años que ha tenido Tegucigalpa. Además, estamos preocupados porque algunas personas se están automedicando, o siguiendo un mal tratamiento que en ocasiones llegan a agravar los signos de alarma” explica Stavros Dimopoulos, coordinador del proyecto de emergencia.

La reducción de la transmisión de esta enfermedad es un trabajo en conjunto entre las entidades de la SESAL y la población hondureña. Médicos Sin Fronteras recomendamos a las personas en Tegucigalpa que limpien y cepillen semanalmente sus pilas o recipientes donde recolectan agua, con cloro y detergente. También que mantengan aseadas sus casas y sus predios libres de criaderos y maleza. Y que vigilen que el agua no quede estancada en los distintos sitios que puedan ser espacios para la formación de criaderos de este mosquito.

Es importante mantener fuera de sus casas el mosquito. Si presentan fiebre, dolor de cuerpo, zarpullido, malestar general, deben remitirse a un centro de salud para asegurarse de que no sean síntomas causados por el dengue. También es importante que nos sigan dando acceso a sus hogares, y que presten atención a los mensajes que estamos transmitiendo para prevenir el dengue. Así, juntos, luchamos contra el dengue para bajar los índices que hay actualmente”, resalta Dimopoulos.

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