Honduras: nuestro equipo sigue brindando atención en el norte del país a dos años del paso de los huracanes Eta e Iota

Dos años después del paso de los huracanes Eta e Iota sobre la zona norte de Honduras, que afectaron gravemente aquellas comunidades ubicadas en los bajos del río Chamelecón, las necesidades de atención en salud aún son evidentes. Es el caso de la aldea La Montañuela, que se encuentra a 40 minutos de Choloma, donde se perdió un 50% de la infraestructura de la localidad luego de este evento climático extremo.

Dos años después del paso de los huracanes Eta e Iota sobre la zona norte de Honduras, que afectaron gravemente aquellas comunidades ubicadas en los bajos del río Chamelecón, las necesidades de atención médica aún son evidentes. Es el caso de la aldea La Montañuela, que se encuentra a 40 minutos de Choloma, donde se perdió un 50% de la infraestructura de la localidad luego de este evento climático extremo.  

Las necesidades fueron evidentes durante la emergencia y persisten hasta la fecha. Esta comunidad cuenta con un centro de salud que actualmente no presta servicios médicos y tiene escasez de medicamentos esenciales. Nuestro equipo móvil se moviliza dos veces al mes a esta comunidad para evaluar la situación. Durante las actividades se han identificado necesidades urgentes en términos de atención en salud sexual y reproductiva. 

“Se identificó en esta comunidad que había muchos adolescentes, jóvenes y adultos, que es la población con la que trabajamos, y que requieren de atención médica enfocada en salud sexual y reproductiva. El centro de salud tiene mayores dificultades y los demás están lejos de la comunidad, por eso consideramos importante movilizarnos y priorizar en estas atenciones”, señala Maura Laínez, médica comunitaria del equipo móvil de MSF en Choloma.   

Esta aldea dio buen recibimiento al equipo y se han captado embarazadas a quienes se les brinda control pre y post natal, anticoncepción, tratamiento a infecciones de transmisión sexual (ITS), atenciones a casos de violencia, psicología, entre otros. “Estamos tratando de brindarles información para que puedan prevenir enfermedades, también evaluamos si hubo una relación sexual de riesgo y en esos casos hacemos exámenes de sífilis y VIH, y tenemos nuestros kits para profilaxis post-exposición para que inicien su tratamiento de prevención”, remarca Laínez.  

En los últimos meses, nuestras actividades en Choloma se han reorientado hacia el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva a nivel comunitario, con énfasis en la población más vulnerable: mujeres en edad reproductiva, niñas, niños y adolescentes. Las atenciones también tienen un fuerte componente en salud mental, el abordaje en atención integral a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual, seguimiento de trabajo social y enfoque en promoción de la salud.