Honduras: “Queremos que la comunidad se involucre con los temas de salud y que el centro de salud se involucre con la comunidad”

Tras más de cinco años operando la Clínica Materno Infantil de Choloma, en 2022 Médicos Sin Fronteras reorientamos nuestras actividades para intentar cerrar las brechas de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva desde un enfoque comunitario.

  • ESTÁS AQUÍ
  • Actualidad
  • Honduras: “Queremos que la comunidad se involucre con los temas de salud y que el centro de salud se involucre con la comunidad”
Salud sexual y reproductiva en Honduras
Una de las doctoras del equipo móvil de Choloma brinda una consulta de seguimiento a una usuaria en un salón de la escuela ubicada en la comunidad de Los Caraos. © Laura Aceituno / MSF

Desde 2017, Médicos Sin Fronteras (MSF) trabajamos en Choloma, un municipio al norte de Honduras, brindando atención médica, de salud mental y educación comunitaria en temas de salud sexual y reproductiva (SSR). Hasta 2021, gestionamos la Clínica Materno Infantil de la ciudad. Luego de traspasar las actividades a la Secretaría de Salud (SESAL), desde 2022 MSF reorientamos nuestras actividades para intervenir en diferentes comunidades empobrecidas que tienen altos índices de violencia y donde hay alta incidencia de embarazos en adolescentes.

A través del equipo de educación comunitaria realizamos un trabajo previo para identificar las principales necesidades de las comunidades en temas de salud y atención psicológica. Durante las actividades, las y los profesionales brindan charlas de planificación familiar, estrategias de identificación y manejo de la violencia doméstica y promoción de la salud. En esta entrevista, Karen Zambrana, gestora de promoción de la salud de MSF en Choloma, nos cuenta cómo es la estrategia de trabajo del equipo comunitario en temas de salud sexual y reproductiva.

 

¿Cuáles son las actividades del equipo de educadores comunitarios en Choloma?

Las actividades de educación comunitaria están dividas en tres puntos de atención: la Clínica Materno Infantil (CMI), distintos centros de salud y las clínicas móviles que se desplazan a comunidades rurales aisladas. En estos sitios las educadoras comunitarias platican con las personas y brindan información sobre SSR, las infecciones de transmisión sexual (ITS), la importancia de las citologías y los distintos métodos de planificación familiar.

¿En qué otros espacios buscan hablar sobre salud sexual y reproductiva?

Estamos trabajando con adolescentes, madres y padres de familia de un centro que es parte de la iglesia. También nos acercamos a los centros educativos. Allí brindamos charlas para prevención del embarazo adolescente y sobre los diferentes tipos de violencia, en especial, de la violencia sexual. Otra metodología que hemos elaborado es sobre el reconocimiento del cuerpo, los cambios que tiene y que además nos permite encajarla con temas de salud mental. A través de talleres se identifican grupos pequeños que pueden ser focalizados con salud mental. Una vez nosotros terminamos nuestra intervención, los vinculamos con salud mental y ya este otro equipo identifica otras necesidades.

Mujeres excluidas de la salud sexual y reproductiva en Honduras - 2022
La doctora del equipo móvil, con apoyo de la encargada de las actividades móviles en comunidad, asistiendo a una usuaria en la colocación de un método de planificación familiar en su brazo. © Laura Aceituno / MSF

 

¿Cómo trabajan con las comunidades aisladas que no logran acceder a los servicios que brinda MSF?

Por un lado, buscamos captar la mayor cantidad de pacientes con las clínicas móviles, pero también hacemos tejido comunitario. Además de dar las charlas, intentamos establecer espacios para instalar puntos de información en la comunidad que, por ejemplo, no va frecuentemente o no alcanza a llegar a la atención el día que va la clínica móvil. Además, cuando hay brigadas médicas de la SESAL, el equipo acompaña y brinda la información. Paralelamente, se está trabajando con los comités locales de salud, queremos que la comunidad se involucre con los temas de salud y el centro de salud se involucre con la comunidad. Lo que está haciendo ahora el equipo es promover y motivar la conformación de comités locales de salud y ya se han concretado en cuatro lugares. En esos casos el paso siguiente consiste en brindar apoyo para fortalecerlos.

¿Cuál es el aspecto más crítico de esta intervención?

Hay una brecha grande en términos de acceso a salud sexual y reproductiva para toda la población, pero creo que esta es más grande en los y las adolescentes. Estas personas no tienen un lugar al que puedan acudir y donde les traten sin estigmatización, sin la religión de por medio, sin ese dedo acusador. Si bien el sistema de salud a veces no responde a la población en general, por lo menos las personas adultas sí reciben esa atención. En cambio, los y las adolescentes no tienen un punto de referencia a dónde ir.

¿Qué hacen entonces los adolescentes para recibir atención en este tema?

Ellos y ellas no va a ir a un centro de salud si tienen una relación sexual sin protección y con riesgo de contraer una ITS o un embarazo no deseado, se van a sentir juzgados, se va a sentir discriminados y, sobre todo, hay mucho personal médico que no quiere atender a un menor de edad. Si eres adolescente entre los 12 y 16 años y quieres recibir una atención o una orientación en salud sexual y reproductiva, la única opción es quizá la Internet, si es que se tiene acceso a eso. Estas no son fuentes de información confiables y esa brecha se va agrandando. Entonces ellos tienen acceso a cosas, pero quizá no tienen la información y el acompañamiento que se necesita. Eso debería hacerlo un profesional del sistema de salud.

¿Los equipos están capacitando a personal educativo?

En el caso de las y los profesores, algunas veces nos dan el espacio donde podríamos intervenir con ellos y ellas. Hay centros educativos que sí nos abren los espacios, pero hay otros que tienen otras prioridades porque recién están volviendo a sus clases presenciales. Capacitar a las y los profesores significa que deben suspender un día o unas horas de clases y eso es un poco complicado. En el transcurso del año esperamos que esto mejore un poco. Haremos hincapié en los adultos, pero siempre con enfoque en los y las adolescentes.

Compartir