Irak: Entrevista a Will Harper, coordinador de proyecto de MSF, Erbil

Los recientes enfrentamientos entre combatientes del Estado Islámico (EI) y las fuerzas del Kurdistán en el norte de Irak ha provocado el desplazamiento de unas 250.000 personas desde el pasado 3 de agosto, muchos de los cuales han huido al Kurdistán.

Los recientes enfrentamientos entre combatientes del Estado Islámico (EI) y las fuerzas del Kurdistán en el norte de Irak ha provocado el desplazamiento de unas 250.000 personas desde el pasado 3 de agosto, muchos de los cuales han huido al Kurdistán.

La semana pasada MSF fue la primera organización humanitaria en llegar al desolado campo de Bharka, situado en la provincia de Erbil. Allí se han instalado unas 2.500 personas, la mayoría de ellos suníes y chiitas iraquíes provenientes de Mosul. En un primer momento muchos de ellos se refugiaron de las altas temperaturas en un cobertizo abandonado que hay en el campo, a unos 10 kilómetros de las afueras de Erbil. Ahora ya se han instalado en otros lugares del campo.

“Hay unos 250.000 desplazados. Con tantos, el reto es centrar nuestro trabajo en los más vulnerables”
El 12 de agosto, MSF abrió una clínica móvil junto al hangar para proporcionar asistencia médica mientras se instalaban las tiendas y las infraestructuras necesarias. Desde entonces, un equipo de dos doctores y una enfermera han atendido alrededor de 400 consultas. Con temperaturas abrasadoras y fuertes ráfagas de viento que levantan el polvo en todo el campo, el poder disponer de agua y de lonas es esencial para sobrevivir. MSF ha instalado un área de hidratación en la clínica para poder ofrecer a los residentes en el campo tratamientos específicos y seguimiento médico.

La organización médico humanitaria está preparando el traspaso de la clínica a otras ONG y a las agencias de Naciones Unidas, que ya han llegado al campo, para poder desplegar sus equipos hacia otros lugares donde hay necesidades urgentes y donde la población no tiene aún acceso a la atención médica.

En esta entrevista, Will Harper, coordinador del proyecto de MSF, describe la situación en el terreno, la respuesta de MSF, y los retos a los que se enfrentarán durante los próximos días.

¿Cuál ha sido la magnitud de los últimos desplazamientos a Erbil desde Sinjar y otras áreas del oeste del Kurdistán desde el pasado 3 de agosto?

Comparado con el anterior desplazamiento de población, que tuvo lugar desde Mosul el pasado mes de julio, este otro ha sido un desplazamiento masivo y muy rápido. Algunas personas llegaban solo con lo puesto. Y muchos de los que llegaban a Erbil, ya se habían desplazado en dos, tres o incluso cuatro ocasiones antes de instalarse en su ubicación actual, después de haber estado en Mosul y sus alrededores. En cada uno de estos desplazamientos se acumulan los riesgos y las dificultades, lo que deja a las personas más vulnerables y con grandes necesidades.

Tanto las comunidades como las autoridades están haciendo todo lo que pueden y priorizando en aquello que consideran más importante. Hay que recordar que el Kurdistán ya está acogiendo alrededor 230.000 refugiados sirios y destinando esfuerzos que no estaban previstos a nivel de presupuestos y de recursos. Con la llegada de los desplazados, estos recursos se han visto reducidos aún más, provocando que haya más carencias. Y aquí es donde MSF está intentado ayudar.

¿Qué está haciendo MSF en las áreas donde se encuentran los desplazados?

En las pasadas semanas, ante la previsión de que se dieran nuevos ataques, los equipos de MSF han estado dando respuesta a las necesidades médicas a través de una clínica móvil, que se ha movido a lo largo de las áreas de desplazados entre Erbil y Mosul. MSF ha reubicado a su equipo para dar respuesta a las necesidades existentes en el extenso campo de Bharka, construido por las autoridades de Erbil. MSF está presente diariamente en este campo desde el pasado 12 de agosto, dando respuesta médica de primer nivel de forma continuada. Algunos médicos y enfermeros que se encontraban entre los desplazados se han unido a nuestros equipos móviles, ayudándonos a crear un fuerte vínculo con la comunidad.

¿Cuál es la situación en el campo de Bharka?

Las dificultades para vivir en el campo de Bharka son grandes, especialmente para aquellas personas que han llegado sin nada y que han sufrido diversos incidentes en el desplazamiento. Actualmente hay más de 2.500 personas en este campo y hay previsiones de que ese número aumente en los próximos días. Las temperaturas rondan los 40 grados y tenemos serias preocupaciones por las condiciones de agua y saneamiento que nos estamos encontrando, así que tenemos previsto mucho trabajo.

¿Cuáles son las principales necesidades de los desplazados en el campo?

Los pacientes que estamos atendiendo en nuestra clínica del campo de Bharka nos cuentan que han tenido que dejarlo todo y atravesar caminando los límites del Kurdistán hacia la provincia de Erbil. La gente necesita de todo: agua limpia, productos de higiene, comida, un refugio y asistencia médica. La población desplazada no solo está viviendo en campos y refugios colectivos, sino que también han sido acogidos por las comunidades locales.
¿Cuáles son los principales retos de la asistencia médica?
Para nosotros el principal reto es conseguir un equilibrio entre lo que es posible y lo que es necesario. En cada lugar trabajamos para ofrecer una asistencia médica adecuada. Es posible que lleguen nuevos grupos de personas a instalarse aquí y también hay muchos otros que continúan desplazándose. Tenemos que tratar de ofrecer asistencia a todos y hacer un seguimiento de cuál es la situación en la que se encuentran. Con tantos desplazados, nuestro reto ahora mismo es orientar nuestro trabajo a los más vulnerables.

¿Cómo está compaginando MSF su trabajo con los refugiados sirios y los desplazados iraquíes?

Trabajando más duramente aún y echándoles más horas de las que ya de por sí echamos. El personal de MSF que trabaja en los campos de refugiados sirios en el Kurdistán está haciendo un gran trabajo para mantener nuestros estándares de atención sanitaria a pesar de que hemos tenido que trasladar a algunos de nuestros equipos hacia otras zonas. Es fundamental que organizaciones y donantes no olviden a los 230.000 sirios que están refugiados en Kurdistán. Su situación sigue igual a pesar de que el foco de la información internacional se centre ahora en Irak.

¿Cuáles son los próximos pasos para MSF?

MSF tiene la capacidad de intervenir en situaciones de emergencia y de trabajar en los diferentes niveles del sistema de salud en los que otras organizaciones se podrían sentir menos cómodas. Por lo tanto, nuestra estrategia es mantener la capacidad de reaccionar rápidamente, al mismo tiempo que traspasar actividades estables a otros actores de salud en cuanto sea posible. Dado que hay otros actores con capacidad para hacerse cargo de ofrecer atención médica primaria en el campo de Bharka, traspasaremos la clínica y nos dedicaremos a dar respuesta a las otras necesidades urgentes de aquellos desplazados internos que aún no tienen acceso a la atención médica.

A pesar del actual conflicto en Irak, que ha provocado que el trabajo para las organizaciones humanitarias en el país sea muy difícil, MSF se esfuerza en brindar atención médica a la población iraquí. MSF ha trabajado continuamente en Irak desde 2006. Con el fin de garantizar su independencia, MSF no acepta fondos de ningún gobierno, comité religioso o agencia internacional para sus programas en Irak, y lleva a cabo su trabajo en el país únicamente con las donaciones privadas que recibe de sus socios y colaboradores de todo el mundo. En Irak, MSF cuenta actualmente con más de 300 trabajadores.

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