Irak: “Pienso demasiado, me da ansiedad y no puedo dormir”

Amir, IDP camp, northern Iraq

Amir, de 35 años, ha vivido desde hace tres años en un campo para personas internamente desplazadas cerca de la ciudad de Sulaymaniyah, en el norte de Irak. Amir y su familia huyeron de su hogar en Salaheddin cuando el Estado Islámico rodeó su ciudad y cortó el suministro de alimentos. Amir sufre ansiedad e insomnio desde hace tiempo, y está recibiendo apoyo por parte del psicólogo de Médicos Sin Fronteras que se encuentra en el campo en el que vive.

Amir, de 35 años, ha vivido desde hace tres años en un campo para personas internamente desplazadas cerca de la ciudad de Sulaymaniyah, en el norte de Irak. Amir y su familia huyeron de su hogar en Salaheddin cuando el Estado Islámico rodeó su ciudad y cortó el suministro de alimentos. Amir sufre ansiedad e insomnio desde hace tiempo, y está recibiendo apoyo por parte de un psicólogo de Médicos Sin Fronteras que se encuentra en el campo en el que vive. 
 
Mi nombre es Amir* y tengo 35 años. Soy de Salaheddin. Tengo nueve niños entre las edades de 3 y 15 años. Huimos de nuestro hogar y vinimos a este campo debido al Estado Islámico (EI). El grupo EI entró a nuestra ciudad y nos rodeó para que no pudiéramos recibir comida. Nuestra situación se volvió muy mala. 
 
Pasé toda mi vida en Alaheddin. Éramos agricultores, teníamos animales y nuestros hijos iban a la escuela. Nuestra vida era estable y éramos felices hasta que llegó el EI. Después, ya no había seguridad. Viajamos de lugar a otro hasta que llegamos a Sulaymaniyah. Gracias a Dios nos sentimos cómodos aquí y la situación es mejor. Además, muchas organizaciones nos han visitado. 
 
Llevamos tres años en este campo. Tenía 32 años cuando llegamos. Soy un trabajador de la construcción y actualmente trabajo fuera del campo. Vivimos en una tienda de campaña. El único problema es la situación económica. A veces no tenemos comida suficiente y algunos días no hay trabajo de construcción. Pero este lugar es seguro, aquí hemos encontrado seguridad. Nuestros hijos acuden a la escuela aquí, afortunadamente. 
 
Me enteré de la existencia de MSF cuando leí sobre la organización y sus trabajadores visitaron el campo. Nos ayudaron de una forma positiva. 
 
Normalmente pienso demasiado, me da ansiedad y no puedo dormir. Me quedo despierto toda la noche, sentado en un mismo lugar hasta que amanece. Por eso me enfermo. Antes me dolían el pecho y el estómago; fui con varios médicos, pero no me ayudaron. En cambio, cuando fui con médicos enfocados a la salud mental, fue mucho mejor para mi. 
 
Ahora acudo con MSF y me ayuda mucho. Quiero agradecer al psicólogo de Médicos Sin Fronteras. Me dio instrucciones para que realizara ciertas que actividades que en realidad me han ayudado. Me alentó para a salir de mi tienda de campaña todos los días, a visitar a personas conocidas, hacer deporte y evitar quedarme en mi tienda de campaña todo el día. También me recomiendó que esté ocupado y no permanezca en casa. 
 
No sé qué pasará en el futuro. Sólo quiero regresar a casa y tener una vida estable otra vez. Pero nuestra casa fue destruida. Las personas están regresando poco a poco a sus hogares, pero aún no se sienten seguros. Cuando el EI estaba en la ciudad había riesgos, pero aún no creo totalmente que nuestra ciudad sea segura. 
 
*Nombre cambiado para proteger la privacidad de la persona. 
 

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