Irak: Seis años sanando heridas en Al-Wahda

Médicos Sin Fronteras traspasamos nustras actividades en el hospital del este de Mosul, Irak
"Los médicos estuvieron hablando conmigo hasta el momento de la cirugía. Cuando desperté, todo estaba hecho, y los analgésicos no me hicieron sentir dolor". Aimán,paciente de MSF. © Bawar Mohammed Rasul/MSF

Médicos Sin Fronteras (MSF) traspasamos nuestros servicios médicos en el hospital Al-Wahda para cirugías ortopédicas y cuidados postoperatorios integrales en el este de Mosul a la Dirección de Salud. Tras seis años de brindar atención quirúrgica durante la guerra en Mosul, Irak.

Esta decisión ocurre mientras Mosul avanza en su proceso de recuperación después de años de combates mortales.

“Cuando comparo Mosul hoy con lo que vi durante mi última visita, veo que la ciudad se está recuperando: las carreteras, los hospitales, las escuelas, sus barrios. Aunque es lento, está ocurriendo”, dice Gilberta Jayros, responsable médica de MSF en Mosul. Gilberta llegó por primera vez a Mosul como enfermera de quirófano en medio de la guerra.  

Médicos Sin Fronteras traspasamos nustras actividades en el hospital del este de Mosul, Irak
Enfermeros de MSF en el hospital Al-Wahda llevan a un paciente a su habitación para que se recupere de la operación. © Bawar Mohammed Rasul/MSF

 

Sanando las cicatrices de la guerra 

MSF abrimos el hospital Al-Wahda en abril de 2018 en respuesta a la urgente necesidad de atención quirúrgica y posquirúrgica para las personas heridas durante la guerra. La instalación comenzó con un quirófano quirúrgico móvil y un departamento de hospitalización de 40 camas donde los pacientes podían permanecer hasta que se recuperaran lo suficiente como para regresar a casa. En aquel entonces, la capacidad de Mosul para satisfacer las necesidades sanitarias de la comunidad era muy baja, tanto por el número de personas que necesitaban atención como por los graves daños sufridos por las principales instalaciones sanitarias de la ciudad, que las dejaron fuera de servicio.

“Durante la guerra, fuimos desplazados muchas veces, nuestros días eran oscuros y tristes. Cuando finalmente regresamos a casa después de la guerra, nada era como antes. No se salvó nada. El sector de la salud fue uno de los más afectados en la ciudad“, Taha Hussein, promotor de salud de MSF en Al-Wahda. 

Poco después de que el hospital comenzara a recibir a los primeros heridos de guerra, las necesidades médicas de las personas se hicieron evidentes. En respuesta, MSF decidimos ampliar la capacidad de camas del hospital y los criterios de admisión para recibir a más pacientes.  

“No podía mantenerme de pie durante mucho tiempo y mi estado de salud seguía empeorando. Vine aquí y recibí todo el tratamiento que necesitaba de forma gratuita. La atención fue integral y ahora me siento mucho mejor que antes”, afirma Saddam Abdul-Munim, que comenzó a recibir tratamiento en el hospital Al-Wahda en 2019. 

 

Trabajando en dos frentes: construcción y pandemia  

Los trabajos de construcción para ampliar el hospital ya habían comenzado cuando la pandemia de COVID-19 surgió como un nuevo desafío para el ya debilitado sistema de salud de la ciudad. Mientras continuaba la construcción, MSF convertimos las 40 habitaciones individuales recién construidas destinadas a albergar a pacientes para su recuperación de fracturas en unidades de aislamiento para personas con sínromas leves a moderados por COVID-19. 

Cuando el impacto de la COVID-19 comenzó a disminuir, Al-Wahda abrió nuevamente como un hospital de cirugía ortopédica con dos quirófanos totalmente equipados para realizar una amplia variedad de operaciones quirúrgicas a personas con heridas en brazos y piernas.

Las infecciones resistentes a los antimicrobianos se encontraban entre los principales desafíos que complicaron la curación y recuperación de los pacientes heridos durante la guerra. Las salas de aislamiento individuales fueron cruciales para evitar la propagación de estas infecciones de un paciente a otro.  

Médicos Sin Fronteras traspasamos nustras actividades en el hospital del este de Mosul, Irak
Vista exterior del hospital Al-Wahda, gestionado por MSF, en el oeste de Mosul. © Bawar Mohammed Rasul/MSF
Bawar Mohammed Rasul/ MSF

 

Rahma fue una de las pacientes tratados en el hospital. Ikram, su madre, recuerda los días difíciles que atravesó Rahma debido a la infección. “Hubo un momento en el que pensamos que habíamos perdido el brazo de Rahma (no podía moverlo) y la infección era muy grave. No podía llevarla al extranjero para recibir tratamiento, pero cuatro cirugías y 40 días después, su brazo se salvó”.  

En los primeros seis años, el hospital no sólo atendió las necesidades médicas más urgentes, también contribuyó a la infraestructura sanitaria a largo plazo de Mosul. Al ofrecer capacitación especializada y apoyo a los trabajadores sanitarios locales, el hospital pretendía mejorar sus habilidades y capacidades, para garantizar que la comunidad siguiera teniendo acceso a una atención médica de calidad. Incluso después de la salida de Médicos Sin Fronteras.  

Seguimos presentes en Mosul, brindando atención de salud mental, maternidad, pediatría y neonatal muy necesaria en los barrios de Al-Nahrawan y Nablus, en el oeste de Mosul, donde los equipos dirigen el hospital de campaña de Nablus y la clínica de maternidad Al-Amal. También ampliamos recientemente nuestras actividades en el barrio de Al-Aboor, para aumentar el acceso de la población a la atención primaria. 

  

El hospital Al-Wahda en cifras  

  • Operaciones quirúrgicas 4,914  
  • Admisiones al departamento de hospitalización 3,068  
  • Consultas ambulatorias 33,998   
  • Sesiones de promoción de la salud 96,173 
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