Jóvenes que se apoyan para superar los desafíos de salud mental

Bajo un sol abrasador en Epworth, un suburbio de Harare, Peter Chimntanda, de 20 años, se acerca a los jóvenes que se enfrentan a problemas de salud mentall Les comparte información sobre el apoyo psicosocial y de salud mental que brinda Médicos Sin Fronteras (MSF) en Zimbabue. Como educador entre pares de MSF, Peter comprende las dificultades a las que se enfrentan muchos de sus compañeros. Ya que él mismo sufrió problemas similares hace unos años.

“A veces me ponía a llorar en la oscuridad”, recuerda Peter cuando tenía 14 años, agobiado por las presiones escolares y los problemas familiares. “Especialmente en la escuela, cuando no tienes un uniforme adecuado y no tienes qué comer, algunos niños se burlan de tu situación. Mi autoestima era muy baja”. Esta presión empujó a Peter a plantearse el consumo de sustancias como vía de escape, pero el apoyo en salud mental de MSF cambió su trayectoria.

Con el apoyo de MSF, Peter desarrolló una visión más positiva de la vida. “Me di cuenta de que las cosas que antes consideraba negativas en mi vida en realidad podían ayudarme a forjar mi carácter para algo mejor”, explica. Hace dos años, Peter se convirtió en educador de pares, comprometido a ayudar a otras personas a superar sus dificultades.

“Nuestro trabajo se centra principalmente en nuestra comunidad, donde la gente nos conoce”, explica Peter. “Entendemos realmente a los jóvenes; sabemos que si no están haciendo A, están haciendo B. Esto nos permite crear una conversación en la que pueden abrirse”.

En las comunidades de Mbare y Epworth, en Harare, la capital de Zimbabue, MSF y sus socios apoyan a jóvenes con problemas de salud mental, como:

• Ansiedad
• Depresión
• Consumo de drogas
• Psicosis

Nuestros servicios abarcan atención médica, pruebas de VIH, atención y tratamiento de ITS, servicios de anticoncepción, promoción de la salud, atención psicosocial, extensión comunitaria y sesiones de apoyo individual y familiar.

El proyecto emplea un enfoque dirigido por pares. En el que los jóvenes necesitados son remitidos principalmente a la clínica para adolescentes de MSF por educadores de pares capacitados. Estos pares, capacitados por MSF con conocimientos de primeros auxilios psicológicos y educación sanitaria sobre consumo de sustancias y salud mental, desempeñan un papel crucial para poner en contacto a los adolescentes necesitados con los servicios de MSF.

Entre las personas que apoyamos en este proyecto está Ngwendeza*, de 18 años, de Epworth. Ha sufrido estrés e infelicidad debido al desempleo y a los conflictos con sus vecinos. Tras un año participando en las actividades recreativas y los grupos de apoyo de MSF en el Youth Hub, está tomando impulso en la vida y reduciendo su consumo de sustancias. “He aprendido mucho sobre salud mental y sobre los efectos del consumo de sustancias gracias a los educadores”, explica. “Incluso eligiendo a mis amigos, ahora conozco la influencia de la presión de grupo. He conseguido elegir bien a mis amigos”.

Toughman*, un joven de 19 años que participa en el grupo de apoyo, comparte experiencias similares. Desde que se unió al grupo en abril, ha aprendido a gestionar el estrés y ha reducido su consumo de alcohol. “El apoyo de los compañeros es muy importante porque pueden entender la situación y explicarla mejor que mis padres, que a menudo me ven como un niño”, dice. “Los padres me dicen que no haga esto o aquello, pero yo no puedo opinar delante de ellos”.

En los últimos años, MSF ha visto un número creciente de jóvenes y adolescentes en Mbare que buscan atención médica y apoyo psicosocial debido al consumo de sustancias. De 2021 a agosto de 2024, el 28,4% de las 1,095 consultas de salud mental realizadas por MSF estaban relacionadas con el consumo de sustancias. Losjóvenes han reportado cannabis, metanfetaminas, bronclear y alcohol ilegal como las sustancias más consumidas.

En el Matapi Youth Hub de MSF en Mbare y en el centro juvenil de Epworth se crea un entorno seguro y libre de prejuicios. Esto con el fin de que las y los jóvenes conecten con sus iguales a través de juegos y grupos de apoyo. Regina Magore, supervisora del equipo de enfermería de MSF en Mbare, destaca la importancia de estos espacios. “Brindamos psicoeducación y enseñamos habilidades de resolución de problemas en los centros juveniles, ayudando a los jóvenes a desenvolverse mejor en las relaciones sociales”.

Médicos Sin Fronteras estamos con la población adolescente y jóvenes que se enfrentan a problemas de salud mental. Pero estos problemas siguen estando muy estigmatizados en Zimbabue.

Hacemos un llamado para aumentar la sensibilización pública sobre la salud mental, el estigma que la rodea y la importancia de crear espacios seguros para discusiones abiertas. “Combatir el estigma y la discriminación es crucial; empieza por cada uno de nosotros”, afirma Regina. “No hay salud sin salud mental”.