“La COVID-19 ha disparado la incertidumbre no solo sobre el futuro, sino también sobre el presente”

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Occupied Minds

Amparo Villasmil es psicóloga en nuestro proyecto de salud mental en Hebrón, en Territorios Palestinos Ocupados. Llegó en 2019 y, junto a su equipo, ofrece apoyo psicológico remoto a las personas afectadas por el brote de COVID-19.

Amparo Villasmil es psicóloga en nuestro proyecto de salud mental en Hebrón, en Territorios Palestinos Ocupados. Llegó en 2019 y, junto a su equipo, ofrece apoyo psicológico remoto a las personas afectadas por el brote de COVID-19.

“La actual epidemia de COVID-19 expone a las personas a varios riesgos. Podemos contagiarnos o contagiar a otros. Es posible que tengamos que aislarnos o ver a nuestros familiares hospitalizados sin siquiera poder visitarlos y apoyarlos.
 
En el peor de los casos, algunos pueden perder a sus seres queridos sin posibilidad de un funeral y otros pueden quedarse sin trabajo y afrontar dificultades financieras. Pero en Palestina, todo eso se suma a los efectos a largo plazo de vivir bajo una ocupación.
 
Aquí, la pandemia ha disparado sentimientos de ansiedad, frustración e incertidumbre, no solo sobre el futuro sino también sobre el presente. Se ha vuelto muy difícil para la gente enfrentarse a esta situación. El brote ha provocado graves bloqueos de movilidad en Hebrón.
 
Aunque vivir con movilidad limitada es difícil en cualquier rincón del mundo, aquí en Palestina eso se traduce en severas restricciones para ir a trabajar, ya que muchos palestinos tienen su empleo en Israel; no poder mantener a la familia o tener problemas para comprar comida o medicinas genera mucho estrés.
 
Una fuente adicional de preocupación es el estigma asociado al virus y lo que eso significa en la comunidad ya que, además de provocar rechazo y aislamiento, ser positivo de COVID-19 puede reducir aún más las escasas oportunidades de muchos para superar la difícil situación económica”.
 
 
 

La dificultad del apoyo… en la distancia

“En MSF hemos estado brindando servicios de salud mental en Hebrón durante años, pero la pandemia nos empujó a adaptar nuestra intervención. Además de nuestra población diaria habitual, aquellos con problemas de salud mental relacionados con la violencia, iniciamos consultas telefónicas para personas que sufren estrés y problemas de ansiedad a causa de la pandemia.
 
Contamos con un servicio de línea directa gratuita para el área de Hebrón, donde los que llaman reciben apoyo de nuestros consejeros y psicólogos.
 
Nos proponemos llegar a algunos grupos especialmente afectados por el brote, como el personal médico, las personas en cuarentena y los pacientes y sus familiares.
 
A todos ellos queremos ayudarlos a fortalecer los mecanismos con los que se enfrentan a esta nueva situación, y también trabajamos para que nuestros beneficiarios recuperen algo de su rutina y normalidad, para que al menos puedan encontrar cierta estabilidad en estos tiempos inciertos.
 
Obviamente, la consulta psicológica por teléfono presenta algunos desafíos. Puede ser más difícil garantizar la confidencialidad y un lugar privado y seguro para hablar libremente. La mayoría de nuestros pacientes viven en casa con sus familias, prácticamente sin intimidad, por lo que les resulta muy incómodo hablar abiertamente por teléfono sobre sentimientos y experiencias dolorosas.
 
Este problema es especialmente visible en víctimas de violencia doméstica o sexual, o en pacientes que padecen trastornos graves que aumentan la importancia de tener un contacto cercano con el terapeuta.
 
Otro gran desafío para las terapias grupales realizadas por teléfono es que requieren que todos los involucrados vivan en el mismo lugar. Y si se realizan a través de una plataforma virtual hace falta una buena conexión a internet y familiaridad con las nuevas tecnologías, algo que nuestros beneficiarios no siempre tienen.
 
Otro reto adicional ha sido el seguimiento de nuestros pacientes pediátricos (alrededor de un tercio de nuestros beneficiarios habituales), que es se hace más difícil en terapia remota. En estos casos, les hemos pedido a los padres que se involucren más en el tratamiento ya que se convierten en un puente esencial entre el terapeuta y el niño-paciente.
 
A pesar de todos estos problemas, nuestro equipo ha conseguido realizar más de 70 sesiones de asesoramiento y psicoterapia por semana, así como sesiones específicas de primeros auxilios para 60 beneficiarios extra cada semana. Nuestra intención es seguir acercándonos a nuestros pacientes y asegurarnos de que estamos aquí para ayudar a que puedan ponerse en contacto.
 
Nuestro proyecto está centrado en salud mental, pero obviamente hemos buscado formas adicionales de apoyar a las autoridades, comités locales y otras organizaciones, y estamos distribuyendo kits de higiene y realizando sesiones de concienciación y prevención de COVID-19 para ayudar a que la comunidad se proteja del virus”.
 
 
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Ofrecemos desde 2001 servicios de salud mental en el distrito de Hebrón para personas que sufren problemas de salud mental como resultado de la violencia. Realizamos visitas domiciliarias, sesiones individuales y grupales. Desde que aparecieron los primeros casos de COVID 19, el equipo adaptó sus actividades para continuar prestando apoyo psicológico a las personas necesitadas por teléfono. Además, nuestro equipo en Hebrón comenzó a brindar asesoramiento a distancia para ayudar a algunas de las personas más afectadas por el brote de COVID-19.
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